La salud mental es uno de los aspectos clave para el bienestar de las personas ya que permite afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y contribuir a la comunidad.
Este estado adquiere una mayor relevancia en los entornos laborales, porque la presión, el estrés o las exigencias propias del trabajo pueden afectar severamente la salud del colaborador y, por lo tanto, su rendimiento y productividad.
La encuesta “Talent Trends 2023: La revolución invisible”, realizado por Michael Page y que consideró a 69.532 colaboradores de 37 mercados, devela que en América Latina 7 de cada 10 personas elegirían la salud mental y el equilibrio vida-trabajo por encima del éxito profesional.
Miguel Velarde, coordinador de Selección y Capacitación de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que la preferencia entre la salud mental frente al éxito profesional varía según la persona, su situación particular, sus valores y sus metas.
“Esta tendencia puede ser el resultado de varios factores, como un mayor reconocimiento de la importancia de la salud mental, una mayor conciencia de los efectos negativos del estrés crónico y del desequilibrio entre el trabajo y la vida personal o una evolución en la percepción del éxito”, indica.
Hoy en día, un número creciente de personas buscan trabajos que les permita tener un equilibrio con su vida personal, incluso si eso significa no alcanzar el éxito profesional en términos tradicionales, por ejemplo, el ascenso a puestos de alto nivel dentro de la organización.
¿Por qué cuidar la salud mental de los trabajadores?
Más allá de la necesidad de normar su cuidado y que, además, sea una práctica ética y responsable, la salud mental de los trabajadores tiene varios beneficios para las empresas porque es un componente clave del bienestar individual.
El estrés, la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden tener un impacto significativo en el bienestar individual y la calidad de vida de las personas.
“Cuidar la salud mental de los trabajadores contribuye a su bienestar general, aumenta su productividad y se reduce el estrés laboral, que es una pesadilla en muchas empresas”, puntualiza.
Las empresas que se preocupan por la salud de sus trabajadores retienen talento humano y forjan una positiva marca empleadora. Una simple demostración de compromiso genuino con la salud mental de los colaboradores tiende a una mejor reputación de marca en el mercado laboral.
Esto, a su vez, puede beneficiar a la empresa en términos de reclutamiento de nuevo talento y relaciones públicas para atraer clientes y posibles nuevos socios.
“Las organizaciones que priorizan la salud mental de sus colaboradores tienden a tener un entorno laboral más saludable y a ser más exitosas en términos de productividad, retención de talento y marca empleadora”, puntualiza Velarde.
Poner en una balanza el éxito personal y la salud mental
Equilibrar el éxito profesional y la salud mental es un desafío importante, pero es posible.
Velarde plantea establecer límites claros, priorizar el tiempo para uno mismo y la familia, gestionar el estrés, establecer metas profesionales realistas, crear flujo de comunicación con los supervisores o líderes de la empresa.
También se puede adoptar descansos regulares usando aplicaciones que permitan organizar los tiempos del colaborador, como por ejemplo la App “Tomato timer” que usa la técnica pomodoro, un método de gestión de tiempo que sugiere trabajar en intervalos de 25 minutos, sin interrupción ni distracciones, y añadir tiempos de descanso de 5 minutos. Su objetivo es establecer metas y mejorar la productividad.
En la misma línea, se puede desarrollar habilidades de gestión del tiempo con herramientas como listas de tareas, planificadores o pizarras organizadoras. Se puede cambiar el paradigma de pensamiento y enfocarse en la calidad, no en la cantidad. En lugar de trabajar largas horas, enfocarse en la calidad del trabajo.
Por último, se podría aprender a priorizar tareas y delegar cuanto sea posible. El equilibrio entre el éxito profesional y la salud mental es una meta en constante evolución. “Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra”, aclara el docente en psicología organizacional.
Equilibrio entre salud mental y trabajo
Para que las organizaciones encuentren un justo equilibrio entre la salud mental y el trabajo, es fundamental tomar medidas proactivas y fomentar un entorno laboral saludable.
Velarde plantea promover una cultura de apoyo, fomentar la flexibilidad, enseñar a gestionar el tiempo de manera efectiva, definir cargas de trabajo realistas, capacitación en cuidado de la salud mental, monitoreo y evaluación periódicamente, incluso el fomento de un liderazgo empático y comprensivo.
Las organizaciones pueden orientar a las personas en la dirección que consideren adecuada y si esa dirección es hacia la priorización de la salud mental de los colaboradores podría lograr un ambiente laboral saludable y muy productivo.