El uso de la tecnología y la apuesta por los jóvenes son claves para lograr los ODS

El uso de la tecnología y la apuesta por los jóvenes son claves para lograr los ODS

Dentro de siete años vence el plazo para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, que tiene a la educación como una meta global para cerrar brechas de desarrollo y lograr que el actual bono demográfico nacional deje huella en la construcción de una sociedad más justa.

El economista senior del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marcelo Arroyo, asegura que es vital trabajar de forma conjunta en el ODS vinculado a educación y apostar por la innovación para retener capital humano y que las actuales generaciones tengan incidencia en la transformación del país.

“Debemos evitar que ese bono demográfico se nos pase sin dejar una huella y una iniciativa importante para el desarrollo”, dice Arroyo, quien participó en la inauguración del FabLab Santa Cruz, una iniciativa de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, con apoyo del PNUD Bolivia.

El experto sostiene que, para alcanzar ese objetivo, entre otros factores, se deben fortalecer las capacidades humanas a partir de iniciativas, como son los FabLab, donde se capitaliza ese valor y recurso humano que permitirá avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible “y lograr sociedades más inclusivas para cerrar estas brechas de desarrollo”.

La pandemia ha dejado a la humanidad una brecha enorme, no solo a nivel económico y de salud, sino principalmente en términos de formación y educación que demandan atención urgente por parte de los gobiernos y todas las instituciones vinculadas con esta problemática. 

En estos últimos dos años, han surgido una serie de iniciativas para superar estas brechas, principalmente relacionadas al acceso a una educación de calidad por parte de millones de niños y jóvenes a nivel mundial. Si bien la mayoría de las propuestas están enfocadas en la recuperación del tiempo perdido, otras se orientan a soluciones más concretas y estructurales. 

Según Arroyo, hay ecosistemas que han generado comunidades que están apostando por estrategias innovadoras a partir de las nuevas tecnologías, plataformas digitales y redes sociales, cuyo esfuerzo debería ser reconocido por el Estado y la sociedad civil, a partir de la dotación de herramientas digitales que les permitan seguir trabajando y contribuyendo al reto de cerrar brechas económicas, sociales o de género.

Alarmante brecha de acceso a la tecnología

Según Arroyo, el pasado año de forma conjunta con la Federación de Asociaciones Municipales del país (FAM Bolivia), el PNUD Bolivia llevó adelante un estudio donde se evidencia que, al menos, 30% de las ciudades y municipios en el país tienen brechas en términos de acceso a la tecnología y de uso de la información para mejorar sus capacidades institucionales.

El documento da cuenta que, al menos, tres de cada 10 municipios de Bolivia tienen brechas significativas en el acceso a tecnología por problemas de conectividad o inclusive de infraestructura tecnológica. Además, no tienen la posibilidad de utilizar esas herramientas para sus procesos de gestión de política pública, lo cual los pone en un nivel de rezago significativo frente a otros que probablemente tienen estas condiciones, lo cual genera “una vez más una brecha y un desequilibrio entre las ciudades”, explica el economista.

Brechas de género

Asimismo, es evidente que pese a los grandes avances sociales que se registran en Bolivia y el mundo, existen todavía brechas importantes de género en términos de acceso a tecnología, digitalización o de acceso a productos y servicios financieros, entre otros y que deben ser encarados por políticas públicas de inclusión. 

“Iniciativas que fortalezcan el ecosistema, la academia, la investigación y el desarrollo van a potenciar el cierre de brechas y conducir a nuestra sociedad y a nuestro país hacia un desarrollo inclusivo y sostenible, donde se brinden mayores oportunidades y capacidades, sobre todo, a los jóvenes”, puntualiza Arroyo.

Movilizar, integrar y acelerar para alcanzar los ODS

El economista indica que desde el Estado se debe impulsar el uso de la tecnología en favor del desarrollo a fin de alcanzar los ODS, cuyas metas serán medidas en 2030. Destaca tres elementos:

  • Movilizar capacidades y recursos que no tenemos disponibles en los estados aprovechando las capacidades vinculadas a la academia y al sector privado.
  • Integrar, articulando una red de actores que no son solamente del Estado, sino también de la comunidad internacional, la cooperación, la academia y el sector privado.
  • Acelerar, porque es importante priorizar dónde y cómo es mejor invertir estos recursos y capacidades para garantizar un cumplimiento efectivo con el uso eficiente de recursos y garantizar el desarrollo sostenible.

Apostar por este tipo de mecanismos ayuda a optimizar los recursos. Hacia futuro, la tecnología tendrá un papel fundamental en la planificación de proyectos de impacto, utilizando otro tipo de insumos y abriendo una brecha esencial para transformar la vida de las personas utilizando la tecnología en favor del desarrollo”, finaliza el experto del organismo internacional.

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