Descubre las habilidades tecnológicas que necesitas y lidera la transformación digital

Por Aldo Juan Peralta Lemus

El mercado laboral actual exige perfiles capaces de desenvolverse en entornos digitales.

Dominar las nuevas tecnologías se ha vuelto un requisito indispensable en la vida laboral moderna. La competencia profesional no depende solo de los títulos académicos o la experiencia, sino también de la capacidad para adaptarse, innovar y dominar las herramientas digitales. Las habilidades tecnológicas son hoy un pilar esencial para cualquier profesional que busque mantenerse vigente, eficiente y competitivo.

Pablo Ardaya, director nacional de Capital Humano de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene: “Reinventarse profesionalmente no es perder lo aprendido, sino sumar nuevas herramientas. Es construir un perfil más sólido, más humano y más preparado para un mundo que no espera”.

Según el informe Skills for the Future del McKinsey Global Institute, la automatización y la inteligencia artificial están transformando rápidamente el mundo laboral. Se estima que cerca del 30 % de las tareas actuales pueden automatizarse en los próximos años, lo que exige que los profesionales desarrollen habilidades tecnológicas e híbridas.

Entre ellas, destacan el dominio de la IA generativa, la automatización de procesos y las competencias en computación en la nube, junto con capacidades interpersonales que se vean potenciadas por la tecnología.

Es evidente que el mercado actual exige perfiles capaces de desenvolverse en entornos digitales, manejar plataformas de comunicación, analizar datos y aplicar la tecnología de forma estratégica. No se trata únicamente de saber usar una computadora, sino de entender cómo la tecnología transforma la manera de trabajar, aprender y liderar.

Capacidades digitales esenciales

La primera competencia indispensable es la alfabetización digital básica. Todo profesional debe manejar con soltura programas de ofimática, navegadores, herramientas colaborativas y almacenamiento en la nube. Saber utilizar plataformas como Google Workspace, Microsoft 365 o Drive facilita la comunicación y la gestión de información de manera más ágil y segura.

A esta base se suma la gestión de la información. Cuando existe exceso de datos, saber buscar, seleccionar y verificar fuentes confiables es indispensable. Un profesional competente debe dominar buscadores, bases de datos y sistemas de gestión documental para aprovechar al máximo la información disponible.

Otra habilidad clave es el manejo de herramientas digitales de comunicación y trabajo colaborativo. Plataformas como Zoom, Slack, Trello, Asana o Notion son aliados indispensables para coordinar tareas y proyectos. El trabajo remoto y los equipos multidisciplinarios requieren una comunicación eficiente, basada en el uso inteligente de estas tecnologías.

El pensamiento analítico y la alfabetización en datos también ocupan un lugar destacado. Comprender cómo se generan y se interpretan los datos permite tomar decisiones informadas y detectar oportunidades. Herramientas como Excel avanzado, Power BI o Looker Studio Overview (Google) ayudan a transformar números en información útil para la toma de decisiones.

Estas herramientas son especialmente útiles para profesionales como analistas de datos, equipos de marketing digital, empresas que buscan monitorear sus KPIs, así como para freelancers y agencias que elaboran reportes para sus clientes. Todos ellos encuentran valor en plataformas que optimizan la visualización y el análisis de datos.

Por otro lado, la ciberseguridad personal y profesional ya no es una opción, sino una obligación. La hiperconectividad obliga a todos los profesionales a proteger sus contraseñas, reconocer fraudes digitales y cuidar la privacidad de la información. La seguridad digital es una competencia transversal para evitar pérdidas o vulneraciones en entornos laborales.

Walter Mayorga Benavides, docente y coordinador del Diplomado en Ciberseguridad del Postgrado en Unifranz, sostiene que la acelerada transformación digital lleva a la necesidad de resguardar datos personales y sistemas, convirtiendo la ciberseguridad en un factor crítico tanto para empresas como para los usuarios.

“En tecnología y ciberseguridad, quienes no se capaciten quedarán rezagados y más expuestos a riesgos digitales”, destaca Mayorga.

En este sentido, es imprescindible la adaptabilidad tecnológica. Las herramientas cambian constantemente, y la disposición para aprender de forma continua es lo que distingue a los profesionales del futuro. Plataformas de aprendizaje en línea, tutoriales y certificaciones virtuales ofrecen oportunidades constantes para actualizarse y ampliar competencias.

También emerge la inteligencia digital, entendida como la capacidad de usar la tecnología de manera ética, creativa y responsable. No basta con dominar programas: se trata de aplicar la innovación con propósito, manteniendo una actitud crítica y humanizada frente al avance tecnológico.

La gran ventaja es que estas habilidades tecnológicas no solo mejoran la productividad, sino que determinan la empleabilidad y el liderazgo profesional en un entorno cada vez más competitivo. Ser competente hoy significa estar preparado para aprender, reinventarse y aprovechar la tecnología como una aliada para crecer, crear y transformar el mundo laboral.

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