Competencias TIC de la UNESCO: la hoja de ruta para la educación del siglo XXI
La digitalización avanza a pasos acelerados y con ella la necesidad de que los sistemas educativos se adapten a nuevas realidades. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha definido un conjunto de seis competencias TIC que buscan guiar a los docentes en la incorporación de tecnologías en el aula y preparar a los estudiantes para un mundo cada vez más globalizado y digitalizado.
“Los principales retos que enfrenta la educación están en la actual tecnología y digitalización, las cuales deben ser aplicadas de manera efectiva en la enseñanza y el aprendizaje”, señala Leslie Karen Vidaurre Flores, experta de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El uso de herramientas como la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual (RV), la realidad aumentada (RA) y los sistemas de gestión del aprendizaje (LMS) ha permitido diseñar experiencias más interactivas y personalizadas. Estas innovaciones facilitan el aprendizaje híbrido y en línea, generan mayor dinamismo en la relación estudiante-docente y preparan a los futuros profesionales para un mercado laboral donde la tecnología es protagonista.
“La IA y otras tecnologías llegaron para quedarse y facilitar muchos procesos de carácter económico y social; en este contexto la educación no puede ser ajena a estos cambios ya que los encadenamientos productivos están asociados a la tecnología y los ciudadanos requieren conocer sus potencialidades y manejo apropiado a través de una educación inclusiva e igualitaria”, expresa Reinaldo Cifuentes, coordinador general de la Red de Administradores Universitarios – América (RAUI).
Las seis competencias TIC de la UNESCO
La UNESCO plantea un marco de referencia que ayuda a integrar las TIC en la educación. Estas competencias no solo buscan mejorar la calidad de la enseñanza, sino también transformar la manera en que los estudiantes interactúan con el conocimiento.
- Comprensión del papel de las TIC en las políticas educativas
Se trata de que los docentes comprendan cómo las tecnologías se relacionan con las prioridades nacionales y el desarrollo económico. El objetivo es preparar a los alumnos para que sean ciudadanos productivos y participativos en una sociedad digital.
- Currículo y evaluación
Explora cómo las TIC pueden apoyar los objetivos definidos en los planes de estudio y facilitar la evaluación de aprendizajes. Esto incluye desde la incorporación de recursos digitales hasta nuevas formas de medir habilidades.
- Pedagogía
Incentiva a los educadores a adaptar sus métodos de enseñanza mediante el uso de tecnologías. El propósito es crear entornos centrados en el estudiante, fomentar la colaboración y aplicar estrategias basadas en la resolución de problemas.
- Aplicación de competencias digitales
Implica integrar las tecnologías en la práctica profesional de los docentes: desde el uso de correo electrónico y redes sociales hasta procesadores de texto, presentaciones digitales y plataformas colaborativas.
- Organización y administración
Propone que las instituciones gestionen de manera eficiente sus recursos digitales, al tiempo que protejan la seguridad de quienes los utilizan. Incluye la administración de aulas virtuales y el resguardo de datos.
- Aprendizaje profesional de los docentes
Busca que los profesores conciban el aprendizaje tecnológico como un proceso continuo. La actualización en competencias digitales es fundamental para que puedan adaptarse a los cambios constantes en la educación.
Más allá de las aulas
Estas competencias se complementan con el uso de recursos educativos abiertos (REA), redes sociales, tecnologías móviles, internet de las cosas, realidad virtual y aumentada, e incluso la enseñanza de la codificación como lenguaje del futuro. La ética y la protección de la privacidad también son aspectos centrales que deben formar parte de la educación digital.
Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), reflexiona sobre el impacto de estas transformaciones en la vida universitaria: “La experiencia que tienen los docentes que están dando clases hoy es que tienen las aulas más vacías de lo que las tenían antes de la pandemia y no porque la matrícula haya disminuido”. Su diagnóstico apunta a la necesidad de combinar innovación tecnológica con estrategias pedagógicas que mantengan el interés y la participación de los estudiantes.
La UNESCO enfatiza que la integración de estas competencias es fundamental para avanzar en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4): garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos. La innovación digital, bien utilizada, no solo enriquece el proceso educativo, sino que también amplía las oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida.
“Debemos fomentar en los estudiantes habilidades de pensamiento crítico, creatividad y resolución de problemas para que estén preparados en la práctica profesional”, asegura Vidaurre. La académica añade que la integración tecnológica debe ser equitativa, considerando las diferencias sociales y económicas, y abordando los desafíos de manera proactiva.
La educación del siglo XXI no puede desligarse de la tecnología. Las seis competencias TIC de la UNESCO constituyen un marco que orienta tanto a docentes como a instituciones en la tarea de modernizar el aprendizaje, garantizando no solo la adquisición de conocimientos, sino también el desarrollo de habilidades críticas y digitales.
En definitiva, la transformación educativa pasa por equilibrar pedagogía y tecnología, y por preparar a una generación que no solo consuma herramientas digitales, sino que sea capaz de comprenderlas, utilizarlas con criterio y aprovecharlas en beneficio de la sociedad.