Rock and Roll: la gestión de capital humano se revitaliza con nuevas prácticas

Rock and Roll: la gestión de capital humano se revitaliza con nuevas prácticas

La encuesta anual de Great Place To Work y la Universidad Johns Hopkins alcanza a más de 14.000 personas en 37 países. Los resultados recabados dan cuenta que el bienestar de los colaboradores es clave para la retención y las referencias positivas o negativas de los mismos.

El bienestar de los colaboradores implica crear experiencias positivas constantes en áreas que contribuyen a un alto nivel de bienestar y que se basan en valores universales: credibilidad (cómo percibe el colaborador a los líderes y a la organización); respeto (cómo piensa el colaborador que es visto por sus superiores); imparcialidad (ausencia de discriminación, toma de decisiones de una manera oportuna); orgullo (imagen de la compañía en la sociedad) y compañerismo (sentimiento de familia y equipo).

El pasado jueves Great Place to Work en Bolivia organizó un coloquio, con apoyo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sobre prácticas de éxito en las organizaciones. Miguel Soliz, experto en capital humano del BCP, se refirió a la “Cultura de Rock & Roll” y destacó los interesantes resultados obtenidos. Una muestra de su cambio de rumbo pasa por la decisión referida a la indumentaria de los colaboradores y una serie de políticas de motivación del capital humano.

“En la banca veníamos muy formalitos, veníamos con traje, corbata y no era muy normal para nuestro rubro eso de ir a trabajar un poco más relajados (…). Este tipo de prácticas hace que la gente pueda ir más distendida, que pueda tener una cultura más rock and roll y no tan formal, tan convencional como siempre fue (…)”, dijo Soliz en la presentación de la experiencia.

Cultura organizacional divertida

Poner en práctica una cultura organizacional divertida es el desafío actual para los responsables de capital humano de las empresas y que, a mediano y largo plazo, podría constituirse en elementos diferenciadores. Soliz habla de cuatro elementos diferenciadores para la cultura organizacional de las empresas:

Orgullo: considerar a los colaboradores como Rock Star dentro de las oficinas. “Este tema de orgullo (…) es algo que tenemos que capitalizar (…) Tenemos un día a día que construir que podría ser un poquito más rock and roll. Esto depende qué música y qué imagen quieren imprimir a sus empresas. Acá es donde podemos hacer una diferencia significativa y esto no tiene que ver con infraestructura, sino en cómo vivo en la organización”, dijo.

Desempeño: Es decir cómo la gestión de desarrollo humano o gestión de personas, se enfoca hacia el desempeño en las iniciativas, a lo que trae valor, hacia lo que trae resultado de nuestra organización a través de las personas.

Aprendizaje y desarrollo: Referidos a participar, permanentemente, en reuniones, en proyectos, o todo aquello que genera un aprendizaje o una experiencia, como participar en proyectos, iniciativas que se van abriendo en todas las empresas y donde cada uno decide participar e involucrarse e ir más allá de lo que puede. Ahí están los espacios de aprendizaje más valiosos.

Reconocimiento: Las empresas tienen que tratar de reconocer más a los colaboradores, tanto formal como informalmente. Se trata de lograr reconocimientos un poco más estructurados, más formales.

El líder es la pieza clave para el cambio

En este proceso, el líder es la pieza clave, es el fundamento para construir excelentes lugares para trabajar. Seguramente, el detalle está en lograr líderes que se animen a estar con la “guitarra para pulsar las notas más importantes y que estén con la batuta atrás, dirigiendo”.

El líder tiene que tener una visión de orientación al cliente, conjugar o transversalizar su liderazgo con el trabajo en equipo, generar confianza para cumplir compromisos, decir las cosas claras, ser transparente, ser honesto y abrazar el cambio. Es decir, construir equipos de verdad a partir de la colaboración, confianza, comunicación y experimentación.

“Se trata de tener una profunda conciencia del cambio. Los líderes, guitarra en mano, abrazan el cambio y pulsan las notas correctas para llevarnos a la melodía que corresponda”, dice Soliz.

Celebración y experiencias extraordinarias

Para la cultura organizacional la celebración de ritos y éxitos también es importante, aunque, a veces, los líderes o gestores de personas no son conscientes de que esos espacios son las principales oportunidades para construir cultura. Construir experiencias extraordinarias para los colaboradores pasa por aceptar iniciativas, que la gente se sienta parte de la empresa y sepa qué valor genera.

“Hagan que su banda toque lindo, hagan que su banda disfrute el rock and roll y háganlo de corazón porque la verdad eso sí paga cuando una hace las cosas de forma genuina en la organización se muestra tal cual es creo que ahí hay grandes réditos y grandes recuerdos (…)”, concluye Miguel Soliz.

Perspectiva de género

El tema de género no solo tiene que ver con llenar cupos sino con un reconocimiento al talento de las mujeres, con la construcción de espacios seguros con cero tolerancia al acoso o que las mujeres asuman más puestos de decisión en las gerencias.

Tener a más mujeres en las mesas de decisión genera mayor innovación, creatividad, perspectiva de talento (…). Sin embargo, cuando hay una sola mujer en la mesa de decisión necesita trabajar el doble porque necesita crear alianzas o sentir la seguridad de tener alguien que la ayude y la valide”, agrega el experto.

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