Todo lo que debes saber sobre salud bucal antes de elegir un dentífrico

El dentífrico o pasta dental es un elemento cotidiano en la rutina de millones de personas. Sin embargo, recientes casos reportados en redes sociales y medios de comunicación encendieron las alarmas porque algunos usuarios afirmaron haber sufrido ardor en la boca, inflamación de encías o pequeñas llagas tras usar ciertas marcas.
El tema no es menor. Elegir una pasta de dientes no debería ser un acto impulsivo, guiado por la moda o la publicidad, sino una decisión consciente que impacta directamente en la salud bucal.
Daniela Antezana, directora de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que no todas las pastas son peligrosas, pero es importante conocer qué ingredientes contienen.
“En las últimas semanas hemos visto en redes y noticieros casos de personas que, después de usar ciertas pastas dentales, presentaron molestias como ardor en la boca, inflamación de encías o pequeñas llagas. Esto generó preocupación, y con razón, porque la higiene bucal es algo que hacemos todos los días. No todas las pastas son peligrosas, pero algunos ingredientes, como el fluoruro de estaño, en combinación con ciertos saborizantes pueden causar reacciones en personas más sensibles”.
El papel del fluoruro de estaño
El fluoruro de estaño es un ingrediente frecuente en dentífricos, valorado por su capacidad de prevenir caries, reducir la sensibilidad y controlar la placa bacteriana. Pero, como advierte Antezana, su seguridad depende del contexto:
“El fluoruro de estaño no es nuevo; los odontólogos lo usamos desde hace mucho porque ayuda a prevenir caries, reduce la sensibilidad y controla la placa bacteriana. En las cantidades que autorizan las normas sanitarias es seguro para la gran mayoría. El problema no es tanto el compuesto en sí, sino cómo interactúa con otros ingredientes de la fórmula en personas con mucosa oral delicada”.
Cuando se combina con determinados saborizantes o detergentes, puede irritar la mucosa oral en personas predispuestas, lo que lleva a síntomas como resequedad, ardor o aparición de aftas.
Uso prolongado y efectos acumulativos
La experta advierte que el uso sostenido de fórmulas irritantes puede deteriorar la barrera natural de la boca. “Esto puede generar resequedad, sensibilidad aumentada o, en personas con predisposición, aparición de úlceras o aftas. No es algo que pase de un día para otro, pero sí conviene estar atentos a cualquier cambio”.
Este deterioro no solo afecta la comodidad diaria, sino que también puede facilitar la entrada de bacterias y agravar problemas preexistentes.
Saborizantes: aliados o enemigos
Aunque los saborizantes hacen que el cepillado sea más agradable, no todos son inofensivos.
“Los saborizantes son parte de lo que hace agradable cepillarse, pero algunos, como el mentol muy intenso o la canela, pueden ser agresivos para bocas sensibles. Si además se combinan con detergentes o compuestos activos, la sensación de ardor o irritación puede aumentar. No todo lo ‘extra fuerte’ es mejor; a veces, una pasta suave es lo que más protege”.
Esto significa que la elección de una pasta dental debe adaptarse a las necesidades particulares de cada persona, evitando la idea errónea de que lo más intenso es necesariamente lo más eficaz.
Cómo elegir la pasta dental correcta
Antezana recomienda un enfoque personalizado. “Primero, leer la etiqueta. Segundo, elegir según la necesidad: no es lo mismo una pasta para prevenir caries que una para encías sensibles. Y tercero, si después de empezar una pasta nueva notas ardor, enrojecimiento o molestias, suspéndela y consulta a tu odontólogo. Cada boca es distinta, así que lo que a uno le funciona, no siempre le va bien a otro”.
Entre las palabras clave que cualquier consumidor debería tener presentes al comprar una pasta dental destacan: “pasta dental con flúor”, “para encías sensibles”, “control de placa” y “blanqueadora”, siempre evaluando la concentración de sus activos y su compatibilidad con la salud de la mucosa oral.
Siete hábitos clave para una salud bucal óptima
Más allá de la pasta dental, la directora de Odontología de Unifranz recuerda que la salud oral es un conjunto de hábitos, y comparte siete recomendaciones prácticas:
- Cepíllate al menos dos veces al día, con la técnica adecuada y durante dos minutos.
- Usa pasta con flúor en la concentración recomendada para tu edad.
- No olvides el hilo dental o los cepillos interdentales.
- Limita azúcares y bebidas ácidas.
- Visita al odontólogo cada seis meses, aunque creas que todo está bien.
- Cambia tu cepillo cada tres meses o antes si está desgastado.
- Bebe suficiente agua para mantener la boca hidratada y producir saliva.
“Nuestra boca es la puerta de entrada de la salud. La elección de una pasta dental no debería ser al azar ni por moda; es parte de un cuidado integral. Los casos recientes nos recuerdan que debemos estar informados y atentos a cómo reacciona nuestro cuerpo. No se trata de tener miedo, sino de conocer, elegir y, ante cualquier duda, preguntar a un profesional. La educación en salud bucal es la mejor herramienta para evitar problemas que después pueden ser más costosos y difíciles de tratar”, reflexiona la académica.
La elección informada de una pasta dental es un acto de autocuidado que protege no solo la sonrisa, sino también la salud general. En tiempos en que la publicidad y las redes sociales pueden dictar tendencias, recordar que cada boca es única puede ser la diferencia entre mantener una sonrisa sana y enfrentar problemas que pudieron evitarse.