¿Por qué es importante promocionar la ciencia y la tecnología?

¿Por qué es importante promocionar la ciencia y la tecnología?

Llegar a la luna, conquistar el fondo del mar, descubrir los secretos del átomo, pero también aprender cómo funciona nuestro cuerpo, cómo mejorar nuestras cosechas, como combatir enfermedades, todas estas empresas, antes insondables para la raza humana, ahora son un libro abierto para la civilización gracias a la ciencia y a los avances tecnológicos.

“La ciencia y la tecnología ayudan al ser humano a encontrar mejores soluciones para los problemas que se presentan en la vida. Permite, a través de su desarrollo, que se amplíen las fronteras del conocimiento y se puedan explorar campos que eran inaccesibles para el hombre”, señala Clara Luisa Solórzano Jefa de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) señala que, para afrontar los desafíos del desarrollo sostenible, gobiernos y ciudadanos tienen que entender el lenguaje de la ciencia y adquirir una cultura científica. Asimismo, los científicos deben comprender los problemas a los que se enfrentan los gobernantes y esforzarse en buscar soluciones pertinentes y comprensibles para los gobiernos y la sociedad en general.

La organización agrega que los desafíos actuales son multidisciplinares y cubren el ciclo de vida completo de la innovación desde la investigación al desarrollo de conocimientos y sus aplicaciones. “La ciencia, la tecnología y la innovación deben conducirnos hacia un desarrollo más equitativo y sostenible”.

La ciencia y la tecnología ayuda al ser humano a encontrar mejores soluciones para los problemas que se presentan en la vida.

Cómo promocionar la ciencia

Para Solórzano, la promoción de la ciencia y la tecnología en la educación es sumamente importante, ya que la ciencia debe responder a las necesidades de la sociedad y a los desafíos mundiales. 

“Lo más importante en esta era del conocimiento y de la ciencia es que ésta permite a las nuevas generaciones gestionar mejores y más conocimientos”, agrega.

Asimismo, la toma de conciencia y el compromiso del gran público con la ciencia, y la participación ciudadana son esenciales para que los individuos tengan información suficiente para tomar decisiones razonadas a nivel personal y profesional. 

De la misma manera, los gobiernos nacionales necesitan comprender los aspectos científicos de grandes desafíos mundiales como el cambio climático, la salud del océano, la pérdida de biodiversidad y la seguridad del agua dulce.

Para esto, es importante aplicar la tecnología ya que, si empleamos el conocimiento generado por su uso, se puede transformar la naturaleza del trabajo, al convertirlo en una herramienta que permite trabajar de un continente a otro creando nuevas posibilidades de empleabilidad para personas latinoamericanas en escenarios de cooperación internacional.

“Problemas como cambios económicos, sociales y políticos. El cambio climático, el envejecimiento de la población, el rápido avance tecnológico, el aumento de los flujos migratorios, el impacto desigual de la globalización en diferentes grupos socioeconómicos y el aumento de la inconformidad social se convierten en maneras en las que la cooperación internacional puede elaborar proyectos en la región para que los países puedan aspirar a una elevación del nivel de vida”, explica la experta.

 

Para estos objetivos, la académica señala que es importante que los países participen de iniciativas internacionales que conecten a los científicos de diferentes países e identifiquen las problemáticas sociales y económicas comunes en busca de soluciones.

“Es importante difundir la acción de iniciativas como el Programa Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Desarrollo (CYTED) y el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI), que construyen redes de científicos latinoamericanos que han trabajado en proyectos para resolver problemas regionales e identificar problemas sociales y económicos comunes que permitan mejorar la calidad de vida de nuestra zona geográfica. 

Por otra parte, la conformación de estas redes puede ayudar a desarrollar tecnología mediante la construcción colectiva del conocimiento que permita generar impactos cada vez más fuertes en la mejora de la calidad de vida.

Una de estas redes de ciencia y tecnología se puede observar en los Fab Labs, laboratorios de fabricación, conectados en todo el mundo, los cuales ponen herramientas tecnológicas de punta y conocimientos en las manos de creativos, conectando comunidades y favoreciendo la creación colectiva.

Los Fab Labs son una red de más de 3.000 laboratorios en todo el mundo. Santa Cruz cuenta con uno de estos espacios colaborativos que trabaja para democratizar el acceso a herramientas avanzadas de manufactura digital, donde las ideas se hacen realidad. 

De la misma manera, organizaciones como la Academia Boliviana de Ciencias, la Unesco o el Ministerio de Educación promueven estas redes.

Por ejemplo, el Laboratorio Latinoamericano de Políticas Públicas de Ciencia y Tecnología de la Unesco ( PoliCyTLab), que fue creado con el objetivo de contribuir a la mejora de los programas gubernamentales de promoción científica y tecnológica para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, a través de la integración y el fortalecimiento de los ámbitos de formación profesional, la investigación y gestión pública. 

En este marco, la Unesco lanzó recientemente una nueva serie de publicaciones, que documentan la evaluación de implementación y las propuestas de mejora para los programas gubernamentales que son analizados en el PoliCyTLab. 

Esos documentos son producidos por grupos de trabajo conformados por estudiantes avanzados de posgrados de, aproximadamente, 30 instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe, adheridas al Laboratorio.

Solorzano agrega que, en Bolivia, se tienen algunas iniciativas de promoción de ciencia y tecnología como las Redes Nacionales de Investigación Científica y Tecnológica, las cuales  articulan el trabajo científico que se produce en diversas ramas para obtener valor agregado en los productos de estas investigaciones.  

“Por otra parte, tenemos el Premio Plurinacional de Ciencia y Tecnología que reconoce el trabajo de los investigadores más destacados en Bolivia o la Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional Boliviana que incentiva a que los niños y adolescentes del sistema educacional boliviano participen en investigaciones, propongan soluciones sostenibles a diversos problemas y se estimule la participación en campos como la astronomía, la robótica y las matemáticas”, concluye.

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