Por Manuel Filomeno
Entender cómo funciona la mente humana y los procesos comunicativos para elaborar mejores mensajes, que tengan impacto y estimulen a los públicos a conocer más es una de las aplicaciones de la neurocomunicación, una rama de las neurociencias con gran potencial en el periodismo.
“La neurocomunicación es el campo que estudia cómo los procesos neurológicos influyen en la manera en que las personas se comunican y perciben mensajes. Se enfoca en comprender cómo el cerebro humano procesa la información y responde a los estímulos de comunicación, integrando conocimientos de neurociencia, psicología y comunicación”, explica César Del Castillo, periodista y coordinador general de la carrera de Periodismo en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
En el periodismo, la neurocomunicación puede mejorar la retención de información por parte de la audiencia, aumentar la conexión emocional con los lectores y espectadores, y optimizar la presentación de noticias para captar mejor la atención. Esto se traduce en un contenido más impactante y memorable.
La neurocomunicación permite a los periodistas analizar patrones de comportamiento y reacciones emocionales de su audiencia. Utilizando técnicas como el seguimiento ocular y la medición de respuestas neuronales, los periodistas pueden adaptar su contenido para que resuene más profundamente con sus lectores, mejorando la relevancia y el impacto de sus historias.
Esta nueva ciencia se basa en la manera en la que los procesos cerebrales afectan nuestra comunicación, involucrando emociones, percepciones y decisiones, detallando cómo los estímulos comunicativos (visuales, auditivos, táctiles) se procesan en distintas áreas del cerebro.
“A través de este conocimiento, se ha descubierto, por ejemplo, que las primeras impresiones son clave, pues generan huellas emocionales duraderas que afectan la percepción y la memoria, lo que tiene interesantes aplicaciones en el campo periodístico”, expresa el experto.
Sin embargo, la neurocomunicación tiene otras aplicaciones en la educación, el marketing y las relaciones públicas, donde es crucial para captar la atención y provocar reacciones favorables a los mensajes.
Habilidades de neurocomunicación
Entre las principales características de la neuroeducación se encuentra la escucha activa, lo que permite una manera diferente y eficaz de conectar con las personas. Además, brinda herramientas fundamentales para la empatía, la congruencia (coherencia entre el pensar, decir y hacer), el pensamiento positivo y la regulación emocional, entre muchas otras.
Todas estas habilidades son indispensables para adaptarse rápida y eficazmente a los cambios; manejar situaciones conflictivas, trabajar en equipo o enfrentar exitosamente entrevistas y coberturas.
Principales aplicaciones
Esta ciencia ayuda a los periodistas de diversas maneras, potenciando el alcance de sus mensajes, pero también ayudándolos a entender de qué maneras estas influyen en la mente de los públicos.
Algunas aplicaciones de la neurocomunicación son las siguientes:
- Captar la atención: utilizando titulares llamativos, historias emocionantes y estructuras narrativas que enganchen al lector.
- Facilitar la comprensión: presentando la información de forma clara y concisa, evitando tecnicismos innecesarios.
- Generar empatía: contando historias que conecten con las emociones del lector y lo hagan sentir identificado.
- Fomentar la memorización: utilizando recursos como repeticiones, metáforas y ejemplos para que la información se quede grabada en la mente.
- Impacto de las noticias: la neurocomunicación ayuda a entender cómo las noticias influyen en nuestras emociones y comportamientos. Esto es especialmente relevante en temas como:
- Fake news: al comprender cómo se propagan las noticias falsas, se pueden desarrollar estrategias para combatirlas.
- Manipulación de la opinión pública: conociendo las técnicas de persuasión, se puede identificar y desenmascarar la propaganda.
- Ética periodística: la neurocomunicación también plantea cuestiones éticas sobre el uso de la información y la manipulación de las audiencias. Es fundamental que los periodistas sean conscientes de su poder y lo utilicen de manera responsable.
Un ejemplo es el uso de titulares diseñados para activar respuestas emocionales específicas, aumentando así la probabilidad de que los artículos sean leídos y compartidos. Otro ejemplo es la personalización de contenido en plataformas digitales, donde los algoritmos analizan las preferencias del usuario para ofrecer noticias que se alineen con sus intereses y emociones.
La neurocomunicación ofrece a los periodistas herramientas para mejorar la calidad y el impacto de su trabajo. Al comprender cómo funciona nuestro cerebro, pueden crear mensajes más efectivos, combatir la desinformación y garantizar una comunicación más justa y transparente.
El papel de la neurocomunicación es uno de los tópicos que se abordan en el VI Congreso Internacional de Neurociencias, organizado por el Instituto de Neurociencia de Unifranz (INU), que cuenta con la presencia de especialistas y ponentes de talla nacional e internacional que dan a conocer los últimos avances en el campo. El encuentro se llevará a cabo hasta este sábado 14.
“En esta oportunidad estamos viendo el tema de las neurociencias aplicadas y lo que se busca es conocer las maneras en las que este campo del conocimiento se relaciona con otras disciplinas y los aportes que se realizan de uno y otro lado”, explica James Yhon Robles, experto en investigación científica, director adjunto del INU y director de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Por ejemplo, entre los temas que se tratan en el congreso se encuentran el neuro business para las ciencias económicas, el neuromarketing en el caso de Publicidad y Marketing; en el área de medicina se presentarán investigaciones sobre patología, bioquímica cerebral y estructuras neurológicas; en psicología sobre el procesamiento de información, estudios sobre la cognición, neurociencia de la emoción y en la parte pedagógica se hablará sobre neurodidacticas o neuroplasticidad cerebral, entre otros temas.
“La idea es que las diferentes facultades y carreras de la universidad y de otros centros de estudio se integren al Instituto y podamos compartir conocimientos sobre la manera en la que las neurociencias aportan en las distintas disciplinas”, agrega Robles.
En el programa también se incluyen investigaciones y ponencias sobre las aplicaciones y potencial de la neurociencia en arquitectura e ingeniería de sistemas, entre otras carreras.