Emprender en Bolivia: una forma de vida liderada por jóvenes

Por Antonio Ortega

En Bolivia, emprender es más que una alternativa laboral: es una forma de vida. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 54,1% de la Población Económicamente Activa (PEA) se considera emprendedora, lo que evidencia una clara tendencia de la población a generar sus propias oportunidades ante un mercado laboral que no siempre garantiza empleos formales.

Este espíritu emprendedor se manifiesta con fuerza en sectores como el comercio, la gastronomía, la manufactura textil y las artesanías. Si bien toda la población boliviana participa activamente en este ámbito, son los jóvenes quienes hoy destacan por su impulso, creatividad y determinación para crear sus propios negocios.

Erick Vía, director de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, afirma que desde la universidad se fomenta este talento juvenil mediante diversas iniciativas enfocadas en formar a los líderes empresariales del futuro. “En general, la población boliviana tiene una fuerte vocación emprendedora. Sin embargo, en los últimos años, los jóvenes han demostrado un entusiasmo notable por emprender”, sostiene.

Por su parte, Carlos Molina, director de Ingeniería Comercial de la misma universidad, coincide con esta visión.

“El boliviano es naturalmente emprendedor. Siempre está buscando cómo generar ingresos y tiene esa chispa, ese deseo constante de crear algo propio”, explica Molina.

En Unifranz La Paz, señala Molina, el enfoque está en motivar y acompañar a los estudiantes que deciden emprender. “Nuestra propuesta educativa basada en el modelo de ‘Aprender Haciendo’ impulsa al estudiante a crear su propia empresa. Bolivia necesita profesionales que no solo busquen empleo, sino que lo generen, que apuesten por el crecimiento del país y se conviertan en protagonistas de ese cambio”, añade.

Cada 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, una jornada destinada a promover el espíritu emprendedor y la innovación. Para quienes estén dispuestos a seguir este camino, el director Erick Vía ofrece cinco recomendaciones clave para empezar con buen pie:

Desarrolla habilidades duras y blandas

El conocimiento técnico (administración, marketing, finanzas, entre otros) es indispensable, pero también lo son las habilidades blandas como el liderazgo, la comunicación y la empatía. Un buen emprendedor no solo gestiona, también inspira.

Aprovecha el impulso académico

Carreras como Administración de Empresas o Ingeniería Comercial brindan recursos, espacios y programas pensados para fomentar el emprendimiento. Participar en estas iniciativas puede marcar una gran diferencia.

Participa en concursos y ferias

Eventos como el EmprendeFest, organizado por Unifranz, no solo incentivan la generación de ideas, sino que también ofrecen visibilidad, redes de contacto y formación práctica. No temas competir: tu proyecto puede crecer más de lo que imaginas.

No esperes la idea perfecta

Muchos se paralizan esperando el “momento ideal”. Lo importante es comenzar con lo que tienes, aprender sobre la marcha y adaptarte a los cambios. Emprender es también asumir riesgos.

No temas al fracaso

Emprender implica errores, tropiezos y reinvenciones. Cada caída puede transformarse en una valiosa lección si se la afronta con resiliencia y una visión a largo plazo.

A nivel global, el informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) indica que existen más de 580 millones de emprendedores en el mundo. El estudio, realizado en 65 países, refleja la reactivación del espíritu empresarial tras la pandemia del COVID-19.

Entre sus hallazgos más relevantes, se señala que aproximadamente el 43% de quienes emprenden son mujeres, lo que evidencia un crecimiento sostenido en la participación femenina dentro del ecosistema emprendedor.

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