El diseño gráfico boliviano brilla en la BICeBé con la propuesta de una egresada de Unifranz
Por Antonio Ortega

La creatividad boliviana se abre camino en escenarios internacionales y esta vez tiene como protagonista a Tatiana Conde, egresada de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Franz Tamayo de La Paz, quien participará en la Bienal del Cartel de Bolivia (BICeBé) con una obra cargada de simbolismo, reflexión y sensibilidad.
Para Tatiana, llegar a la BICeBé representa mucho más que un logro personal.
“Participar en la Bienal es uno de esos sueños que logré convertir en realidad. Pero lo verdaderamente importante es compartir espacio con grandes diseñadores de todo el mundo, descubrir sus perspectivas y comprender cómo una misma temática puede transformarse en infinitas interpretaciones”, afirma la estudiante.
La BiCeBé es considerada el evento de diseño más importante de Bolivia y una de las bienales de cartel más relevantes en el ámbito internacional. Desde su creación en 2009, ha reunido a diseñadores de más de 70 países, convirtiéndose en un espacio de intercambio cultural, aprendizaje y reflexión sobre el poder del diseño gráfico como herramienta de comunicación. Durante cada edición, miles de obras provenientes de todo el mundo son evaluadas por un jurado internacional de alto prestigio, lo que convierte a la selección en un reconocimiento al talento, la creatividad y la capacidad de transmitir mensajes visuales con impacto social. Estar presente en este escenario es, para muchos jóvenes diseñadores, una plataforma única para mostrar su trabajo al mundo y dialogar con referentes globales.
Este año, la Bienal del Cartel de Bolivia se desarrollará del 20 al 24 de octubre y tendrá como una de sus principales sedes a la Universidad Franz Tamayo La Paz, consolidando a la institución como un punto de encuentro entre creadores, académicos y profesionales del diseño gráfico a nivel internacional.
La propuesta de Tatiana es una metáfora visual sobre la relación entre el individuo y su entorno. En ella, las gradas simbolizan la constancia y el movimiento, mientras que un muelle helicoidal (slinky) representa a la persona: vulnerable pero adaptable, en un ir y venir constante. El cartel interpela al espectador al recordarle que, en medio del dinamismo del mundo actual, muchas veces avanzamos sin detenernos, dejando atrás ideas, emociones y recuerdos. “El movimiento no siempre implica progreso. A veces detenerse también es un acto de conciencia”, explica Tatiana.
El camino hacia la idea definitiva no fue lineal. La diseñadora confiesa que exploró múltiples posibilidades antes de dar con el concepto adecuado. “Fue como un laberinto de ideas en torno a la rapidez y la constancia, hasta que finalmente algo hizo clic”, relata. Lo curioso es que, poco después de presentar su cartel, se topó con un video sobre el comportamiento de los resortes. Para ella, fue como una confirmación del universo de que estaba en el camino correcto.
La categoría en la que participó Tatiana llevaba como temática “Desacelera para avanzar”. Su obra buscó representar esa tensión que impone la sociedad moderna, siempre empujando a ir más rápido, a producir más, a destacar más.
“Vivimos bajo la idea de que cada día debe ser un éxito rotundo para validar nuestra existencia. Esa presión nos desconecta del presente y del verdadero sentido de lo que hacemos. Quise transmitir que avanzar no siempre significa correr, y que detenerse también puede ser un acto de crecimiento”, asegura Conde.
Tatiana reconoce que durante su formación en Unifranz encontró la motivación y las herramientas necesarias para atreverse a participar en un espacio de tanto prestigio. “La Bienal siempre fue un horizonte inspirador. Nuestros docentes nos animaban a participar, a comunicar nuestras ideas con fuerza y claridad. Recibí consejos valiosos, múltiples puntos de vista y, sobre todo, las bases para aprender a sintetizar lo complejo y expresarlo con intención”. Para ella, el diseño gráfico es un lenguaje poderoso: puede emocionar, provocar, cuestionar y transformar. Y eso mismo es lo que la BICeBé celebra: la capacidad del diseño de hablar sin palabras, de construir mensajes universales desde una sola pieza visual.