Por Beatriz Cahuasa y Lily Zurita
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, revelaba el líder sudafricano Nelson Mandela, a propósito de este derecho humano universal, potente instrumento para la transformación de la vida de las personas, las comunidades y el planeta.
Hay una estrecha vinculación entre la educación y el bienestar de los habitantes de cada país, asegura el experto internacional en desarrollo, evaluación e internacionalización de sistemas, políticas e instituciones de educación superior, Guy Haug.
Prueba de ello son los grandes avances científicos que se encaminaron en el pasado y que hoy son fundamentales a la hora de encontrar soluciones a problemas sociales.
“Sin un real impulso a la educación, la curiosidad por gestar el conocimiento, el ímpetu para la investigación y, con ella, el descubrimiento, no tendríamos –por ejemplo– todos los secretos del ADN (ácido desoxirribonucleico), que permite conocer la genética y usarla en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos y algunos virus; además de la noción hereditaria”, asegura Gabriel Lambertín, estudiante de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, cuando hace referencia a Rosalind Franklin, científica británica cuyo trabajo contribuyó al descubrimiento de la estructura del ADN, a través de su técnica de difracción de rayos X.
Franklin, junto a James Watson y Francis Crick, desarrolló el modelo de la doble hélice del ADN en 1953, uno de los más importantes aportes de la medicina moderna, que permite, hoy en día, solucionar gran parte de los problemas de salud de los seres humanos. Se adelantó a su tiempo y marcó la diferencia en el mundo de la investigación científica, que no sería posible sin la puerta de la educación.
En la misma línea, el viceministro de Educación Superior de Bolivia, José Luis Gutiérrez, dice que “la educación es pilar fundamental para el desarrollo”. El avance de la ciencia y la tecnología va asociado a procesos educativos que integran los conocimientos adquiridos y los plasman en recursos pedagógicos que están cambiando nuestras vidas.
Por esta razón, es fundamental ‘proyectar el futuro de la educación` y responder a los problemas actuales, como lo hicieron los grandes investigadores, que surgieron desde el ámbito educativo, asegura Verónica Ágreda, rectora de la Universidad Franz Tamayo, a tiempo de anunciar la realización del “V Foro Internacional de Innovación Educativa: El Futuro de la Educación, reflexiones desde Bolivia para Latinoamérica”, evento que congregará en Santa Cruz de la Sierra a los principales actores, innovadores, líderes y tomadores de decisiones en el campo educativo de la región y el mundo.
“Lanzar el foro, con un componente de innovación tecnológica, plantea responder a los problemas sociales que vive nuestro planeta desde la educación. Por ello reunimos a los mayores expertos y exponentes a nivel global, pensadores y autores de la Unesco, que han llevado adelante procesos de innovación educativa en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica; junto a líderes, autoridades que tienen a cargo las decisiones y las políticas educativas, hasta autoridades académicas de universidades públicas y privadas que tienen la gran responsabilidad de formar a los líderes del mañana”, apunta la también miembro de la Directiva de la Región de Países Andinos de la Organización Universitaria Interamericana (OUI).
Educación, pilar de desarrollo
La paridad de género, cobertura y expansión educativa, son avances que destacan en América Latina y el Caribe, según la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL). Sin embargo, deben acompañarse con mejoras sustanciales para que las nuevas generaciones dispongan de una educación de calidad, adaptada a sus necesidades y a las exigencias que las nuevas realidades imponen.
Personas más educadas aumentan sus capacidades para contribuir de mejor manera y de modo más diversificado y eficiente al desarrollo de un país, asegura la instancia internacional. Por ello, la importancia –de su proyección futura– no solo radica en la cantidad de años de formación en el ámbito escolar, sino sobre todo en la calidad de la formación recibida, apunta la CEPAL en el informe “Adolescentes, derecho a la educación y al bienestar futuro”.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Universitaria Interamericana (OUI), la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa (RECLA), la Red de Inteligencia Artificial Latinoamericana, entre otros, serán parte del “V Foro Internacional de Innovación Educativa: El Futuro de la Educación, reflexiones desde Bolivia para Latinoamérica”, a realizarse en mayo próximo.
“Los sistemas educativos son una de las numerosas fuentes de información que configurarán las expectativas y los comportamientos de los ciudadanos. Por eso, hay que repensar el papel de la universidad al servicio de la sociedad”, a fin de medir los avances en el desarrollo social, señala Haug, el experto que será speaker en el Foro.
¿Por qué transformar desde la educación?
La Unesco plantea la urgencia de transformar la calidad de vida de la población, a partir de la educación. Este desafío parte de la consigna de que la educación impulsa el desarrollo, transformando vidas. Para lograrlo, sin embargo, la propia educación debe abrirse a todos, ser inclusiva y de buena calidad.
En la publicación “Tecnologías para la transformación”, Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Unesco Iesalc), asegura que ciertos usos de la tecnología pueden optimizar el aprendizaje de los estudiantes y coadyuvar a la economía del conocimiento.
“La tecnología no solo puede ayudar a los estudiantes a aprender mejor las cosas, sino que también puede ayudar a aprender otras cosas, en particular, pasando de la mera adquisición de contenidos al desarrollo de competencias”, dice el experto de la Unesco, que también participará en el foro de educación.
Según Rodrigo Fábrega, presidente de la “Fundación Cruzando” de Chile, la noción de formar a la juventud para que sean buenos ciudadanos y, al mismo tiempo, más productivos, es un gran avance para la sociedad.
“Antes de definir el futuro de la educación tenemos que pensar en qué tipo de sociedad queremos vivir y, luego, podremos adaptar la escuela/universidad a la sociedad del conocimiento (…)”, destaca el experto chileno.
Las personas son el componente esencial de la educación que queremos construir al 2050. El camino es largo e implica analizar dónde estamos parados, identificar qué estamos haciendo y cómo se podría mejorar, porque todo lo que hagamos hoy tendrá impacto en las futuras generaciones y, también, en el planeta.
El foro internacional de la educación superior está abierto a todas las personas que quieran ser parte de la construcción del futuro de la educación. Para mayor referencia pueden ingresar al link: https://foro.unifranz.edu.bo.