Por Manuel Filomeno
Cada día una nueva aplicación de la inteligencia artificial parece descubrirse. Los avances de esta tecnología son cada vez más sorprendentes y su implementación en todas las industrias parece imparable.
La IA generativa tiene el potencial de resolver desafíos significativos, como la pobreza, pero también puede causar la pérdida de empleos y cambios en la industria.
“Siempre que una nueva tecnología emerge, se abren puertas para la aparición de nuevos trabajos, lo importante va a ser poder adaptarse”, explica el ingeniero de sistemas, experto en inteligencia artificial y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Sergio Valenzuela.
De acuerdo con Valenzuela, estos nuevos trabajos van a ir volviéndose más específicos con el pasar del tiempo, como ya lo hacen en otras partes del mundo.
“En Estados Unidos y Europa, donde se tiende a la hiperespecialización, ya estamos viendo la aparición de profesionales específicos, sin embargo, en Latinoamérica aún existe espacio para su desarrollo”, agrega.
De acuerdo con el Banco Mundial (BM), todavía no conocemos plenamente el impacto que tendrá la IA en las estructuras económicas, los puestos de trabajo, el potencial humano y la difícil búsqueda de progreso, pero una cosa es segura, la IA impulsará una revolución tecnológica.
Según una estimación conservadora de Goldman Sachs (i), hasta 300 millones de empleos de tiempo completo en todo el mundo estarán expuestos a la IA en la próxima década, el equivalente a alrededor del 8,5% de la fuerza laboral mundial. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que, alrededor del 40% de los empleos del mundo están expuestos a la IA, y que en las economías avanzadas hasta el 60% de los puestos de trabajo podrían verse afectados, ya que la IA tiene impacto en los empleos altamente calificados.
Aun así, desde un punto de vista macroeconómico, la IA parece ser la solución que hemos estado esperando para abordar la desaceleración de la productividad mundial que ha conducido a un crecimiento lento en las economías avanzadas en las últimas dos décadas.
Las estimaciones del análisis de Goldman Sachs indican que la IA aumentará el crecimiento anual de la productividad laboral en Estados Unidos en casi 1,5 puntos porcentuales en un período de 10 años luego de la adopción generalizada de esta tecnología. Sobre la base de un promedio histórico de 1,5% de crecimiento anual entre 2007 y 2019, eso significa más del doble del crecimiento de la productividad, el ritmo más alto observado desde la Segunda Guerra Mundial.
El Banco Mundial señala que los efectos que tenga la IA en el empleo y las economías mundiales, dependen del enfoque que adopten los gobiernos y las empresas al respecto.
“Tenemos el poder de configurar el futuro. El impacto en el empleo dependerá de que la IA sustituya o complemente a los trabajadores, y la política fiscal, los incentivos y las regulaciones pueden influir en ello”, señala el BM.
Pedro Sáenz, director del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) y vicerrector de Unifranz, señala que la inclusión de la IA en el campo laboral, debe apuntar a la complementación y la simplificación de los trabajos repetitivos.
“Tenemos que verla como una oportunidad, en el sentido que obliga a las personas a capacitarse en cosas más puntuales y específicas. Uno de los puntos altos que ha tenido la tecnología en el mundo laboral es que trabajos rutinarios vienen siendo desarrollados por máquinas que no requieren mucho del aporte de un ser humano” analiza.
Por su parte, el Banco Mundial afirma que, incluso con la automatización de la IA, los humanos conservarán el control general y es posible que deban intervenir si las cosas salen mal. La IA está creando nuevas oportunidades en campos como la ciencia de datos, el aprendizaje automático y la robótica; sin embargo, no todas estas oportunidades están vinculadas a lo tecnológico.
Por ejemplo, de acuerdo con el gigante tecnológico Meta, el advenimiento de la revolución laboral de la IA permitirá la creación de al menos ocho nuevos puestos de trabajo:
- Entrenadores de IA
Estos profesionales se encargan de enseñar a los sistemas de IA a cómo funcionar. Un ejemplo de esta tarea es el entrenamiento de bots de chat o agentes virtuales para responder a las consultas de los clientes.
- Analistas de datos
La IA generará enormes volúmenes de información que los analistas de datos deberán cotejar e interpretar. La automatización puede simplificar y agilizar el trabajo, pero igualmente serán necesarios analistas que se encarguen de extraer la información más significativa.
- Trabajadores de la salud asistidos por IA
La IA alberga un enorme potencial para transformar el sector de la atención de la salud. Una de las aplicaciones más importantes es ayudar a los trabajadores sanitarios a detectar y diagnosticar afecciones médicas con mayor precisión.
- Ingenieros en IA
Con la adopción de la inteligencia artificial en el lugar de trabajo, aumentará la demanda de los ingenieros en IA. Estos profesionales deberán estar altamente especializados en programación, ingeniería de software y ciencia de datos, y ser capaces de construir modelos de IA usando algoritmos de aprendizaje automático. La IA creará nuevas oportunidades de desarrollar sistemas rentables y eficientes para las organizaciones.
- Desarrolladores de IA
Los desarrolladores de IA utilizan sus habilidades para llevar a sus empresas al futuro. Su función consiste en aplicar los datos recopilados y analizados al desarrollo de software y apps de IA que se adapten en la mayor medida posible a las necesidades de una empresa.
- Artistas de 3D
En respuesta al creciente interés en el metaverso, los artistas de 3D y de gráficos generados por computadora (CGI por sus siglas en inglés) crearán entornos virtuales enteros con los que las personas podrán interactuar usando avatares de sí mismas.
- Consejeros de acondicionamiento físico
En el futuro, en lugar de ir al gimnasio o trabajar con un entrenador, usaremos consejeros de acondicionamiento físico para realizar sesiones remotas de asesoramiento en mantenimiento físico.
- Asesores de ética en materia de IA
El aprendizaje automático depende de la calidad de los datos que recibe. Si éstos están sesgados, también habrá un sesgo en lo que produzca la IA. Esto genera riesgos potenciales para los gobiernos y las empresas. Es por eso que los humanos deberán asegurarse de que el funcionamiento de los sistemas de IA sea el deseado y evitar que crucen los límites de la ética.