Por Lily Zurita
El mundo profesional se ha transformado. Con el paso de los años, las organizaciones se han hecho cada vez menos verticales en busca de maneras de fomentar la productividad y potenciar la creatividad de sus empleados.
La diversificación de las empresas también ha tenido un papel en estos cambios, en los que las posiciones no son estáticas y se fomenta la sinergia entre colaboradores de diferentes niveles.
En este contexto, las habilidades blandas o soft skills se han hecho imprescindibles en el ámbito laboral, ya que éstas permiten un mejor relacionamiento entre los heterogéneos grupos de personas que comparten una oficina.
Las soft skills describen las aptitudes y la relación de una persona con su entorno. Aunque pueden adquirirse de forma natural, en la mayoría se entrenan y trabajan a lo largo del tiempo y la experiencia.
Ariel Mario Quispe, de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, afirma que las habilidades blandas nos ayudan a saber relacionarnos con los demás, tener comunicación efectiva y asertiva para crear cohesión, sinergia en el equipo de trabajo a fin de enlazarlos con las habilidades técnicas para lograr los objetivos de la institución o de la empresa.
“Muchas empresas e instituciones no logran sus objetivos porque no poseen grupos o personas que están comprometidas con lo que hacen. Por ejemplo, en el caso de profesionales de la salud. Ellos juegan distintos roles que involucran las relaciones humanas, el trato, la paciencia, la compasión y empatía, son valores que deben cultivar para relacionarse con quien tiene un padecimiento”, apunta el académico.
¿Cuáles son las habilidades blandas más demandadas?
De acuerdo con la consultora española S&You, las habilidades blandas más requeridas en las empresas son:
- Adaptación: un profesional necesita afrontar los cambios en todos los mercados. Para ello debe reaccionar siempre de forma asertiva y estar en continuo aprendizaje.
- Flexibilidad: la incertidumbre implica saber responder de manera flexible y eficiente a cada reto que se presenta. El aprendizaje ágil y la formación continua son las claves para lograrlo.
- Liderazgo: los equipos de trabajo necesitan líderes capaces de dirigir cualquier proyecto o actividad que se desarrolle en la organización.
- Creatividad: el aumento de la competitividad en todos los negocios exige constante innovación de las ideas, desarrolladas de manera original o diferente a lo que existe.
- Comunicación: no es suficiente tener una buena idea; también es fundamental la habilidad de comunicar de manera efectiva para que el mensaje cale positivamente, tanto en los clientes externos como los internos.
- Inteligencia emocional: el profesional que sabe ser gente, con elevados niveles de empatía y facilidad de comunicación, tiene más probabilidad de éxito, en el corto, mediano y largo plazo.
- Trabajo en equipo: el modelo híbrido de trabajo es un gran reto al saber hacer equipo y que sus integrantes se sientan involucrados y comprendan el valor de la coordinación colectiva.
Otras habilidades como, por ejemplo, la comunicación efectiva, las relaciones interpersonales y la habilidad para tomar decisiones también son de las más solicitadas a nivel laboral, profesional y personal.
Fortalecer la formación
Diego Urioste, coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), parte del Centro de Pensamiento Estratégico de Unifranz, indica que es importante incentivar la formación de los nuevos profesionales en habilidades blandas, para que éstos lleguen al mercado laboral preparados para los nuevos retos del futuro.
“En muchos casos las universidades tienden a enfocarse más en la teoría que en la práctica y en las habilidades blandas. Este enfoque, aunque esencial para construir una base sólida de conocimiento, puede resultar en una falta de preparación práctica para enfrentar los desafíos reales del mercado laboral. La integración de prácticas profesionales, proyectos colaborativos con empresas y programas de aprendizaje basado en la experiencia pueden ayudar a equilibrar la teoría y la práctica, preparando mejor a los estudiantes para sus futuras carreras”, argumenta el experto de la ONT.
Competencias laborales en Bolivia
El estudio, titulado “Competencias laborales en las empresas bolivianas”, realizado por la ONT revela que en el nivel estratégico de las empresas se valoran, en mayor proporción, las competencias de comunicación efectiva (escrita), resolución de problemas y habilidades de contacto (astucia política). Mientras que las menos valoradas son las de independencia/autonomía, visión del negocio y motivación y delegación.
“En el nivel estratégico, se enfatiza la comunicación efectiva y la resolución de problemas. Esto sugiere una necesidad de claridad en la transmisión de visiones y estrategias, así como la capacidad de abordar desafíos complejos. La astucia política, es decir, la habilidad para navegar por el entorno corporativo y fomentar alianzas, es crucial para la gestión a alto nivel”, explica el documento.
Por otro lado, a nivel táctico, las competencias más valoradas son las de motivación y delegación, integridad/honestidad y responsabilidad. Mientras que las menos valoradas son las de impacto e influencia, manejo de conflictos y habilidades de contacto.
“A nivel táctico, la motivación y delegación son esenciales, lo que refleja un enfoque en la gestión de equipos y la eficiencia operativa. La integridad y la responsabilidad son valoradas, lo que sugiere una expectativa de liderazgo ético y confiable en la gestión diaria, por otra parte, la menor valoración del impacto y la influencia podría indicar un enfoque más en la ejecución que en la estrategia, y la menor importancia del manejo de conflictos podría reflejar la naturaleza más estructurada y menos volátil de los roles tácticos”, acota el estudio.