Estudiantes de Unifranz Cochabamba producen biodiesel con aceite de cocina usado

Estudiantes de Unifranz Cochabamba producen biodiesel con aceite de cocina usado

Cada boliviano consume aproximadamente 14 litros de aceite vegetal en su alimentación al año. Sin un manejo adecuado, estos residuos suelen acabar en los desagües y alcantarillas, agravando así la contaminación. Frente a esta problemática, estudiantes de la Universidad Privada Franz Tamayo, Unifranz, sede Cochabamba, han propuesto una solución innovadora: transformar estos residuos en biodiesel.

Daniel Pinto, director de la carrera de Bioquímica y Farmacia en Unifranz Cochabamba, destacó la importancia de esta iniciativa al señalar que “este proyecto no solo permite reducir la contaminación provocada por el vertido de aceites en los sistemas de agua, sino que también introduce a nuestros estudiantes en la investigación y desarrollo de biocombustibles, un campo que tiene un impacto significativo en la sostenibilidad energética a nivel mundial”.

Pinto subrayó que el uso de biodiesel es una de las alternativas más viables y sostenibles frente a los combustibles fósiles, lo que convierte a este proyecto en un hito para la universidad y el país.

El biodiesel es un biocombustible renovable producido a partir de aceites vegetales o grasas animales, que se utiliza principalmente en motores a diésel. A diferencia del diésel tradicional, el biodiesel produce menos emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono, contribuyendo así a la reducción del efecto invernadero y al combate del cambio climático. Su uso se ha extendido en países como Estados Unidos, Brasil y Alemania, donde se le considera una alternativa clave en la transición hacia energías más limpias.

Esta iniciativa, desarrollada como parte de los Proyectos Integradores de Unifranz, no solo aborda el problema del desecho inadecuado de aceites, sino que también promueve el uso de energías alternativas en motores de combustión. Los estudiantes involucrados han realizado pruebas exhaustivas y están en la fase final de su proyecto, con miras a escalar la producción y evaluar su viabilidad económica y ambiental a mayor escala.

El grupo conformado por Nicol Estrada, Michael Ferrell, Mishel Huanca, Ariana Torrico, Gabriela Jiménez y Gala Tufiño Condori, desarrolló el motor de biodiesel basado en aceite vegetal desde la asignatura de Proyecto Integrador Uno, desde hace un año y medio. “Estamos muy cerca de culminar las pruebas y de poder presentar un producto que, además de ser una alternativa energética, representa una solución viable para reducir la contaminación en nuestras ciudades”, explicó Nicol Estrada, estudiante y miembro del equipo.

El éxito de este proyecto integrador no solo refleja la capacidad de los estudiantes de Unifranz para transformar conocimientos teóricos en soluciones prácticas, sino que también subraya el papel de la universidad como una institución educativa comprometida con el desarrollo sostenible y el bienestar social. A nivel mundial, el biodiesel ha emergido como una de las soluciones más prometedoras para la reducción de emisiones de carbono en países como Estados Unidos, Brasil y Alemania, liderando su producción y uso.

En este contexto, el proyecto de Unifranz se alinea con las tendencias globales, demostrando que Bolivia tiene el potencial para adoptar tecnologías sostenibles que no solo abordan problemas ambientales locales, sino que también contribuyen al esfuerzo global por combatir el cambio climático. Este tipo de iniciativas representan un paso significativo hacia un futuro más limpio y responsable, donde la innovación y la conciencia ecológica son claves para el progreso.

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