Idalberto Chiavenato: de capital humano a capital intelectual, la nueva concepción del talento humano  

Idalberto Chiavenato: de capital humano a capital intelectual, la nueva concepción del talento humano  

Por Lily Zurita

En la era contemporánea de cambios rápidos y transformación constante, los colaboradores dejaron de ser recursos en las empresas para convertirse en capital intelectual, con conocimientos, creatividad y, sobre todo, innovación. 

 “Nuestros colaboradores en los emprendimientos de hoy dejaron de ser capital humano para ser tratados como capital intelectual, base fundamental para el éxito de las empresas”, asegura Idalberto Chiavenato, director general del Instituto Chiavenato de Educação y experto internacional en gestión de personas, administración de empresas y recursos humanos.

El referente mundial en el campo de la administración y gestión de recursos humanos, Chiavenato dio una charla sobre los “retos y tendencias de la gestión del talento humano” en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, donde recordó que la gestión del talento humano trasciende la mera administración de personas para enfocarse en la gestión del talento inherente a cada individuo.

“Cada individuo posee conocimientos, creatividad, ideas e innovación, componentes esenciales que las empresas deben reconocer y fomentar”, señala.

En su visión, un recurso es una cosa inerte y sin vida propia. En contraste, las personas son seres inteligentes, con capacidades y habilidades únicas que merecen ser tratadas con el respeto y la consideración que se le da a un talento valioso. 

Según Chiavenato, los colaboradores son el activo más valioso de una empresa por lo que se lo debe gestionar estratégicamente dentro de la organización para atraer, desarrollar y retener a los mejores talentos, aunque esta gestión debe estar alineada con los objetivos y la estrategia de la organización y debe fomentar un ambiente de trabajo que incentive la innovación, la colaboración y el compromiso.

“Hoy, en un momento de cambio y transformación, la gente también tiene que compartir su inteligencia”, puntualiza.

La inteligencia colectiva debe florecer

En un contexto empresarial, la inteligencia colectiva es un activo subutilizado. La gestión del talento humano implica no solo identificar y desarrollar las competencias individuales, sino también promover un entorno donde esa inteligencia colectiva pueda florecer y contribuir al bienestar y éxito de la organización. 

Chiavenato argumenta que las organizaciones deben evolucionar más allá de la concepción tradicional de capital humano para abrazar el concepto de capital intelectual.

La transformación organizacional demanda que las personas compartan su inteligencia y trabajen en sinergia, creando un valor añadido que ningún recurso material podría generar. Este enfoque resalta la importancia de una cultura corporativa que valore y potencie el talento, en lugar de simplemente administrar la fuerza laboral.

En la misma línea, Leonid Herrera, experto en capacitación de recursos humanos y coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de Unifranz, asegura que las organizaciones deben enfatizar el capital intelectual porque en la actualidad, el conocimiento y las habilidades son fundamentales para el éxito empresarial. 

“El capital intelectual se refiere a la capacidad de las organizaciones para generar, mantener y utilizar el conocimiento y las habilidades de sus empleados. Esto implica que las empresas deben invertir en la formación y el desarrollo de sus empleados para mantenerse competitivas en un mercado cada vez más dinámico y globalizado”, señala el académico.

Tips para una adecuada gestión del talento humano

Si bien Chiavenato menciona más factores que deben ser tomados en cuenta para una adecuada gestión del talento humano, las principales se resumen en cinco:

  1. Desarrolla una cultura organizacional. Comunica claramente la misión y visión de la empresa y refuerza los valores y objetivos que se valoran. Esto atrae a empleados que se alineen con esos valores y fomenta un sentido de pertenencia.
  2. Realiza programas de capacitación y desarrollo. Implementa cursos de formación, programas de mentoría y oportunidades de aprendizaje en el trabajo para ayudar a los empleados a adquirir nuevas habilidades y mantenerse actualizados en su campo.
  3. Alinea la gestión de personas con los objetivos y estrategia de la organización. No solo recluta a personas con habilidades adecuadas, sino que también desarrolla un ambiente de trabajo que fomente la innovación, la colaboración y el compromiso.
  4. Fomenta la innovación y el crecimiento personal. Las empresas deben reconocer el valor del talento humano y ofrecer oportunidades para que los empleados desarrollen sus habilidades y capacidades. Esto les permite crecer personal y profesionalmente y mantenerse actualizados en un entorno en constante evolución.
  5. Desarrolla un liderazgo que fomente el desarrollo del talento humano. Los líderes deben cambiar su estilo de liderazgo para enfocarse en el desarrollo del talento humano. Esto implica reconocer el valor de cada individuo y ofrecer oportunidades para que crezcan y desarrollen sus habilidades

Adicionalmente, Chiavenato hace hincapié en seis tendencias actuales de la gestión del talento humano: brecha de habilidades digitales, trabajo remoto, comunidad colaborativa de talentos diversos, experiencia del colaborador, talentos ágiles y planificación estratégica.

Capital intelectual

Pablo Aramayo, docente de Administración de Empresas de Unifranz, manifiesta que el capital intelectual es el conocimiento y la experiencia en los puestos de trabajo, que generan valor a través de la formación intelectual de sus colaboradores. 

“Al invertir en la formación y el desarrollo de sus equipos, las empresas les permite crecer junto con el negocio, lo cual crea un lazo de compromiso entre los colaboradores y la organización”, aclara.

Por este motivo, es importante considerar que el talento humano es el factor que ayuda a generar ventaja competitiva para las empresas, con innovación y desarrollo, por lo que invertir en el capital humano dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad.

“Si la empresa invierte en el capital intelectual, apostando por la formación y desarrollo de sus colaboradores, crea una cultura de aprendizaje continuo que se replicará en resultados importantes para la organización”, concluye Aramayo.

El equipo de Unifranz con Idalberto Chiavenato, director general del Instituto Chiavenato de Educação y experto internacional en gestión de personas, administración de empresas y recursos humanos.

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