Estudiantes de Unifranz diseñan la hoja de ruta para convertir a Villamontes en el destino turístico del Chaco
La Universidad Franz Tamayo (Unifranz) refuerza su compromiso con la integración social y el desarrollo territorial a través del aprendizaje práctico. Diez estudiantes de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo llevaron el aula a Villamontes y, en articulación con el municipio y el sector turístico local, diseñaron un plan de desarrollo turístico que pone en valor la historia, la biodiversidad y la cultura chaqueña, demostrando cómo la formación universitaria puede generar impacto real en la sociedad.
Villamontes no solo es un punto geográfico del sur boliviano, es memoria histórica, biodiversidad viva y cultura chaqueña que resiste al olvido. Con esa convicción, diez estudiantes de octavo semestre de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) diseñaron un plan de desarrollo turístico que busca transformar el potencial del municipio en oportunidades reales de crecimiento.
El proyecto, elaborado bajo la metodología de aprender haciendo, propone lineamientos estratégicos para posicionar a Villamontes como un destino turístico competitivo, sostenible y con identidad propia, articulando naturaleza, historia, gastronomía y cultura.
“Hemos realizado un diagnóstico y talleres virtuales y presenciales que nos han permitido identificar dónde podría empezar el plan y cómo podríamos volver a Villamontes un destino turístico de nivel internacional”, destaca Orlando Poma, docente en la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).
Diagnóstico, territorio y visión estratégica
El académico explica que el trabajo nació de una necesidad concreta del municipio. “Villamontes tiene un potencial turístico enorme: naturaleza, biodiversidad, aves exóticas, historia y la Guerra del Chaco. Pero, como ocurre con muchos destinos en Bolivia, no se sabe por dónde empezar”.
Villamontes es un municipio del departamento de Tarija, en la provincia del Gran Chaco. La ciudad se encuentra en las laderas de la Serranía del Aguaragüe y se asienta sobre la margen izquierda del río Pilcomayo, atravesada además por la quebrada Caiguamí, un entorno geográfico que combina riqueza natural y biodiversidad característica del Chaco boliviano.
Fue fundada mediante decreto supremo el 27 de diciembre de 1905 en predios de las misiones de San Francisco Solano y San Antonio de Padua, por Leocadio Trigo Achá, entonces prefecto del departamento de Tarija y comandante de la expedición boliviana al Chaco.
Durante la Guerra del Chaco (1932-1935), la ciudad desempeñó un rol estratégico como centro logístico del ejército boliviano, albergando depósitos, talleres y hospitales de campaña que fueron clave durante el desarrollo del conflicto.
Actualmente, la economía local se sustenta principalmente en la ganadería, la apicultura y la pesca, actividades tradicionales que conviven con la industria hidrocarburífera, la cual genera fuentes adicionales de empleo en la región.
La Guerra del Chaco como eje histórico
Uno de los principales desafíos identificados por los estudiantes fue la puesta en valor de la historia. “La Guerra del Chaco es un ícono a nivel sudamericano, pero actualmente no se aprovecha turísticamente”, sostiene Poma. Entre las propuestas destaca la recreación histórica del conflicto, inspirada en experiencias internacionales.
“Planteamos una recreación segura y participativa, donde los turistas puedan vestirse como en la época y vivir la experiencia de la guerra, en una experiencia histórica con herramientas como el paintball. Esto podría atraer a más de mil visitantes y rendir homenaje a quienes forjaron el país”, explica.
Gastronomía, aves y tecnología para el turismo
El plan también incluye iniciativas como un pasaporte gastronómico para impulsar la cocina local, la mejora de la atención turística mediante herramientas digitales y el desarrollo del avistamiento de aves, porque esta región cuenta con variedades que no existen en otros espacios del país.
“Desde la plaza se pueden encontrar más de 20 especies que no se ven en otros lugares”, destaca el docente.
Una herramienta esperada por más de una década
Desde el sector turístico local, Eduardo Mejía Zárate, representante de la Plataforma Turística de Villamontes y del Consejo Departamental de Turismo de Tarija (CODETUR), expresó su entusiasmo por el proyecto desarrollado por los jóvenes universitarios.
“Es una herramienta que veníamos buscando hace más de 10 años. Cuando nació la plataforma de turismo de Villamontes ya hablábamos de la necesidad de un plan turístico”, afirma.
Mejía destaca la articulación lograda entre la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), el sector privado y el municipio. “Hoy logramos capitalizar este alineamiento estratégico para Villamontes. Naturaleza, historia y cultura es lo que encuentras aquí, junto a la calidez de su gente”, señala.
Aprender haciendo para transformar territorios
Para los estudiantes, el proyecto significó llevar el aula al territorio. Álvaro Aspiazu, estudiante de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo, explica que el trabajo involucró análisis de campo y gabinete.
“Revisamos toda la información posible para aprovechar el potencial de Villamontes y construir una propuesta que no sea genérica, sino adecuada al lugar”, indica.
Destaca además el enfoque práctico de la formación universitaria. “Todo lo que aprendimos durante la carrera lo pusimos en ejecución para darle algo real a este municipio”, afirmó.
Un proyecto posible si hay trabajo conjunto
Alexandra Priscila Chávez Machicado, también estudiante de Unifranz, subraya la predisposición de la comunidad y de los actores locales.
“Es un lugar muy lindo, con historia, cultura, riqueza natural y gastronómica. Queremos consolidar a Villamontes como el referente del Chaco boliviano”, sostiene.
La estudiante considera que la implementación es viable si existe coordinación entre el sector público y privado. “Creemos que es factible mientras haya colaboración y trabajo conjunto”, concluye.
El plan turístico diseñado por los estudiantes no solo propone ideas, sino una hoja de ruta concreta para que Villamontes recupere su lugar en el mapa del turismo nacional, demostrando que la formación práctica y el compromiso con el territorio pueden convertirse en motores de desarrollo.