La revolución maker en Bolivia: en pañales, pero avanzando

Por Leny Chuquimia

En Bolivia, la innovación tecnológica y el aprendizaje práctico comienzan a abrirse camino a través de una red de espacios que buscan transformar la educación y la manera de pensar los problemas cotidianos. Se trata de los Fab Labs, laboratorios de fabricación digital que permiten a los estudiantes diseñar, crear y prototipar ideas utilizando herramientas como impresoras 3D, cortadoras láser, fresadoras y componentes de robótica. 

“Hemos logrado crear la primera red de Fab Labs que incluye a Tarija, Oruro, San Ignacio de Velasco, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Queremos crear una comunidad de makers a nivel nacional. Lamentablemente todavía estamos en pañales, nos falta mucho para poder entender el concepto y que se creen más espacios en el país para dar mayor accesibilidad”, señala Jorge Pazos, director del Fab Lab Santa Cruz.

El Fab Lab Santa Cruz  es uno de los principales impulsores de este movimiento en el país. Desde la perspectiva de Pazos, Bolivia está dando los primeros pasos hacia una “revolución maker”, un cambio cultural que promueve la creatividad, la colaboración y la experimentación tecnológica.

Los nuevos artesanos digitales

Los makers son los nuevos artesanos digitales, personas que combinan creatividad, conocimiento y pasión por la tecnología para dar vida a sus ideas. Más que simples fabricantes o técnicos, son exploradores de la innovación que utilizan herramientas como impresoras 3D, cortadoras láser o programas de diseño para convertir conceptos en objetos reales. 

Los Fab Lab son los laboratorios de fabricación digital en la que los makers trabajan. Son  talleres abiertos en los que se puede aprender haciendo, compartir saberes y experimentar sin miedo al error, como una oportunidad de mejora.

En este sentido, el Future Week 2025, que por primera vez se realiza en La Paz con acceso a espacios de prototipado, representa un hito para el movimiento. El evento busca romper la brecha entre teoría y práctica, ofreciendo a jóvenes de distintas carreras la oportunidad de convertir sus ideas en prototipos tangibles.

“Queremos que los alumnos conozcan lo que es un espacio de creación, un makerspace, y que tanto estudiantes de universidades públicas como privadas tengan acceso a estos lugares para desarrollar proyectos que puedan resolver problemas del día a día”, sostiene Pazos.

Aprender haciendo: el método que transforma

Los Fab Labs no solo proporcionan tecnología, sino una nueva forma de aprender. En Europa, esta metodología —conocida como STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)— se introduce desde los colegios. En Bolivia, recién empieza a implementarse a nivel universitario.

“Acá los alumnos van a poder desarrollar nuevas habilidades: definir problemas, crear soluciones y concretarlas de manera física mediante el prototipado rápido. No hay fin en su imaginación”, destaca Pazos.

El impacto educativo de estos espacios va más allá de lo técnico: fomentan el pensamiento crítico, la resolución creativa de problemas y la confianza en la innovación propia, competencias esenciales para el siglo XXI.

La revolución de creadores

Uno de los logros más importantes mencionados por Pazos es la creación de la primera red nacional de Fab Labs con presencia en Tarija, Oruro, San Ignacio de Velasco, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Esta red busca consolidar una comunidad de “makers” y con ello, democratizar el acceso a la innovación.

Pero a pesar de los avances, los desafíos son grandes. Falta infraestructura, formación docente, políticas públicas de apoyo y, sobre todo, una comprensión más profunda del potencial de la cultura maker.

Para Pazos, el reto no sólo es tecnológico, sino cultural. “Se necesita compromiso por parte de las instituciones, tanto públicas como privadas, para que den espacios a las personas y fomenten un espíritu crítico, de no quedarse en el parche de una solución, sino buscar la raíz de un problema para una solución a largo término”.

Un futuro que se diseña hoy

La llegada del Fab Lab a La Paz, es parte del Futures Week 2025, organizado por Unifranz, en alianza con The Millennium Project, la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER) y 2030 Construyendo Futuros. El evento congrega a expertos internacionales, autoridades, emprendedores y estudiantes en una semana dedicada a la reflexión, el diálogo y la innovación colaborativa. 

Bajo el lema “co-crear y construir el futuro”, la cita propone explorar los grandes desafíos globales -como la sostenibilidad, la inteligencia artificial, el cambio climático y la educación del mañana- desde una mirada joven y participativa.

En el marco de sus actividades la noche de este miércoles se desarrollará el Main Event “Ciudades Inteligentes y Sostenibles”. En este espacio, cuatro expertos internacionales hablarán sobre  ¿cómo hacer sostenibles los espacios urbanos?, innovación a través de los centros de fabricación digital, innovación educativa y el futuro de la educación,y la educación en las comunidades indígenas originarias.

Con iniciativas como esta, Bolivia está dando sus primeros pasos en la era de la fabricación digital. Si bien el camino es largo, cada proyecto que nace en estos espacios representa un avance hacia una educación más práctica y una ciudadanía más innovadora.

La revolución maker está en marcha. Aún en pañales, sí. Pero avanzando con fuerza.

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