La pasión por enseñar Anatomía: un reconocimiento al doctor Vito Rivas

Durante más de cuatro décadas, el doctor Vito Rivas Vargas ha recorrido los pasillos del conocimiento con la misma curiosidad que inspira a sus estudiantes. Su historia está hecha de horas frente a modelos anatómicos, de explicaciones pacientes, de ese brillo en los ojos que solo tienen quienes aman enseñar. Él es uno de los docentes más queridos de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz.
Recientemente, la Asociación Boliviana de Anatomía, filial El Alto, le entregó un galardón por sus más de 40 años de labor académica. Un gesto sencillo, pero cargado de simbolismo: el homenaje a un maestro que ha hecho de la enseñanza de la Anatomía una forma de vida.

“Este reconocimiento me inyecta más energía para continuar en el camino de la enseñanza de la Anatomía, que es la base de la Medicina”, expresó el doctor Rivas, visiblemente emocionado.

Su voz, cargada de gratitud, recordó que enseñar Anatomía es mucho más que transmitir conceptos: es formar miradas clínicas, éticas y humanas.
Para él, el estudio del cuerpo humano tiene un valor inconmensurable, un respeto que se aprende y se honra: “Solo puede ser compensado con el buen uso, siempre con trato respetuoso y digno, como si se tratara de una persona viva”, dice.
Lleva más de 15 años en Unifranz y cuenta que el lugar ha cambiado tanto como la propia enseñanza de la Anatomía. Él ha sido testigo de esos procesos. Vio cómo la tecnología entró por la puerta grande de la universidad y transformó la manera de enseñar. Hoy, cuando recorre los salones innovadores y observa a sus colegas utilizando simuladores, pantallas interactivas y modelos tridimensionales, sonríe con orgullo. “Algunos de mis colegas antes fueron mis estudiantes”, comenta con una mezcla de humildad y satisfacción.
En honor a sus contribuciones académicas, Unifranz La Paz alberga el Museo de Ciencias de la Salud y Anatomía “Vito Rivas”, un espacio que rinde homenaje a su legado. Allí, entre vitrinas y piezas cuidadosamente conservadas, se guarda parte de su historia. Las muestras anatómicas están ordenadas con precisión, limpias, sin olores ni rastros del paso del tiempo, gracias a una técnica de conservación desarrollada y perfeccionada por el propio doctor Rivas.
El doctor Rivas pertenece a esa generación de docentes que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder la esencia. Su método combina lo tradicional con lo moderno: el respeto absoluto por la ciencia y el uso de tecnologías que acercan al estudiante al conocimiento. Habla de la Anatomía como si fuera un arte, con la misma devoción con la que un músico describe su instrumento o un pintor sus colores.
Su historia es, en el fondo, la historia de una vida entregada a enseñar. Más que un maestro, es un formador de vocaciones, un referente silencioso que deja huella en cada estudiante que pasa por sus clases. En cada futuro médico que, al enfrentarse a su primera disección o al entender cómo late un corazón, recuerda al profesor que le enseñó que detrás de cada músculo hay respeto, y detrás de cada cuerpo, una lección de humanidad.
El reconocimiento que recibió no solo celebra su trayectoria, sino también su capacidad de inspirar. Porque en tiempos donde la enseñanza se transforma y la tecnología avanza, el doctor Vito Rivas sigue recordando a todos que el conocimiento, cuando se imparte con pasión, se vuelve eterno.