La era cuántica: qué viene después de la inteligencia artificial

Por Leny Chuquimia

La inteligencia artificial (IA) pasó de ser un concepto de laboratorio a convertirse en una presencia cotidiana en nuestras vidas. La encontramos en los smartphones, en los sistemas de transporte, en los hospitales y en muchos otros espacios. Ha transformado industrias enteras y cambiado la manera en que concebimos el trabajo, la información y la creatividad.

Sin embargo, mientras todavía intentamos asimilar este cambio, la tecnología no se detiene. Avanza y ya perfila en el horizonte una nueva frontera: la computación cuántica.

“Otra tendencia clave será la computación cuántica, actualmente en avanzado desarrollo. Esta tecnología permitirá procesar información y ejecutar algoritmos criptográficos de manera exponencialmente más rápida”, señala Walter Jaime Mayorga Benavides, coordinador del diplomado de Ciberseguridad en Postgrado de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).

¿Qué es la computación cuántica?

La computación cuántica es una forma avanzada de procesamiento basada en los principios de la física cuántica. A diferencia de las computadoras tradicionales, que usan bits en forma de ceros o unos, las computadoras cuánticas utilizan qubits. Estos pueden representar un cero, un uno o ambos al mismo tiempo. Gracias a ello, exploran múltiples soluciones simultáneamente, en lugar de hacerlo una por una.

Para entenderlo mejor, pensemos en un laberinto del que debemos salir. Una computadora clásica probaría los caminos uno por uno hasta dar con la salida. Una computadora cuántica, en cambio, puede recorrer todos los caminos al mismo tiempo gracias a la superposición de los qubits. Así encuentra soluciones con mucha más rapidez.

Además, los qubits pueden estar entrelazados, como si compartieran un vínculo invisible. Lo que sucede a uno afecta de inmediato al otro, incluso separados por grandes distancias. Esta propiedad permite que las computadoras cuánticas combinen información de maneras que los sistemas tradicionales no pueden igualar.

Avances inimaginables

La potencia de la computación cuántica no es solo teórica. Sus aplicaciones podrían transformar la vida cotidiana y la ciencia de formas impensadas.

“La computación cuántica hace que los computadores sean mucho más rápidos y puedan resolver problemas que, por ejemplo, nuestros celulares o computadores no pueden abordar porque son demasiado complejos o requieren manejar cantidades inmensas de información”, explica Elisa Torres, emprendedora y fundadora de Girls in Quantum, una plataforma digital que ofrece recursos a estudiantes, principalmente niñas y adolescentes.

Torres señala que esta tecnología puede aplicarse en el Machine Learning (ML), el proceso de analizar grandes volúmenes de datos para ayudar a las computadoras a hacer mejores predicciones y tomar decisiones más precisas.

Pero, también podría optimizar sistemas de transporte y logística, mejorar la velocidad de los procesos financieros o permitir el diseño de nuevos materiales y medicamentos mediante la simulación de moléculas a nivel atómico.

Beneficios, pero también riesgos

Así como promete avances cercanos a la ciencia ficción, la computación cuántica también plantea riesgos. Uno de los más críticos es su impacto en la seguridad digital, ya que podría descifrar los sistemas de encriptación que hoy consideramos seguros.

“Si bien representa una oportunidad para reforzar la ciberseguridad, también implica un gran riesgo si cae en manos de ciberdelincuentes, quienes podrían aprovecharla para realizar ataques a gran escala”, advierte Mayorga.

La posibilidad de romper el cifrado actual podría usarse para comprometer datos confidenciales, falsificar firmas digitales, suplantar identidades o manipular sistemas. Incluso abriría la puerta a malware más sofisticado y a ataques de fuerza bruta mucho más efectivos.

“A medida que la tecnología evoluciona, también lo hacen los procesos y metodologías de defensa y ataque. Por ello, es importante especializarse en distintos ámbitos, ya sea en ciberseguridad defensiva (blue team), ofensiva (red team) o en hacking ético. En general, no solo en ciberseguridad sino en todo el ámbito tecnológico, quienes no se capaciten quedarán rezagados y más expuestos”, subraya Mayorga.

Un futuro en construcción

A pesar de su enorme promesa, la computación cuántica sigue siendo un terreno en desarrollo. Los sistemas actuales, conocidos como de “ruido intermedio”, cuentan apenas con decenas o cientos de qubits muy sensibles a errores y al entorno. 

El gran desafío es alcanzar la llamada “ventaja cuántica”: el momento en que una computadora cuántica pueda realizar tareas útiles que ninguna computadora tradicional podría completar de manera eficiente.

Para ello, gigantes tecnológicos como Google, IBM y Microsoft ya compiten por liderar esta carrera. Startups especializadas atraen inversiones millonarias y gobiernos y universidades consideran esta tecnología un factor estratégico para la próxima década.

Si la inteligencia artificial cambió la manera en que interactuamos con la información, la computación cuántica promete transformar la forma en que concebimos el conocimiento. Entonces, tal vez, la verdadera pregunta no sea qué viene después de la IA, sino qué será posible cuando la inteligencia artificial y la computación cuántica trabajen juntas.

Fuente: Walter Jaime Mayorga Benavides, coordinador del diplomado de Ciberseguridad en Postgrado de la Universidad Franz Tamayo

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