USDT gana terreno como medio de pago en Bolivia: ¿cuáles son las oportunidades y desafíos del uso de esta moneda digital?

Imagen Unifranz

En medio de la escasez persistente de dólares en Bolivia y la creciente inestabilidad del tipo de cambio, una moneda digital está ganando protagonismo en la economía cotidiana: el USDT. Esta stablecoin, vinculada 1:1 al dólar estadounidense, se ha convertido en una alternativa práctica tanto para comerciantes como para ciudadanos de a pie, que buscan proteger su poder adquisitivo y sortear las dificultades del sistema financiero tradicional. 

En ciudades como La Paz, Santa Cruz o Cochabamba, ya se reporta su uso para pagar servicios, comprar alimentos o realizar transferencias, marcando una transformación silenciosa pero significativa en el ecosistema financiero boliviano.

Paolo Ardoino, CEO de Tether Limited Inc., la empresa creadora de la criptomoneda USDT, destacó en redes sociales el uso cotidiano de este activo digital en Bolivia. Compartió imágenes del aeropuerto internacional de Viru Viru, donde en la tienda ‘duty free’ los precios están referenciados en USDT.

“La falta de dólares en la economía boliviana ha sido uno de los principales factores que provocó la subida de precios en casi todos los sectores. El uso del USDT, como moneda digital estable, puede ayudar a mantener la continuidad de las actividades empresariales y evitar problemas de abastecimiento, lo cual devolvería cierta estabilidad económica”, explica Demis Vargas, docente de Ingeniería Económica en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

El fenómeno no surge en el vacío. Bolivia ha experimentado en los últimos meses una severa restricción en el acceso a dólares físicos, generando distorsiones en los mercados, aumento de precios y la proliferación de tipos de cambio paralelos. Esta situación ha llevado a muchos ciudadanos a explorar opciones alternativas para resguardar sus ingresos, entre ellas las criptomonedas. Pero a diferencia de activos como el bitcoin, cuyo precio es altamente volátil, el USDT ofrece estabilidad, al mantener una paridad constante con el dólar estadounidense.

El proceso de adquisición de USDT en Bolivia es sencillo. Los usuarios pueden registrarse en plataformas de intercambio peer-to-peer (P2P) como Binance, donde compran directamente a otros usuarios mediante transferencias bancarias o pagos móviles. Para su almacenamiento se utilizan billeteras digitales como Trust Wallet o MetaMask, que permiten enviar, recibir y resguardar fondos con relativa seguridad. Esta infraestructura ha facilitado el acceso a la economía digital incluso para personas no bancarizadas, quienes hasta ahora se mantenían al margen del sistema financiero formal.

Desde el punto de vista económico, esta criptomoneda presenta varias oportunidades. “Las ventajas más importantes están relacionadas con la seguridad, especialmente en términos de conservación del poder adquisitivo y de reducción del riesgo asociado al manejo de dinero físico”, señala Vargas. Además, añade que el USDT puede convertirse en una herramienta útil para las transacciones cotidianas, ya que no depende de la disponibilidad de billetes ni del mercado informal para su circulación.

Otra ventaja del USDT es su carácter legal dentro del país. Aunque Bolivia no tiene reglas claras sobre el uso del bitcoin como moneda de curso legal, no ha establecido restricciones sobre stablecoins como el USDT, lo que permite su utilización sin infringir normativas vigentes. Esto le otorga un atractivo adicional para los comerciantes y usuarios, que buscan alternativas legales y accesibles para proteger su economía familiar o empresarial.

Sin embargo, Vargas advierte que el uso masivo de esta moneda no significa que los precios vayan a bajar. “Debido al costo actual de adquisición del USDT, que supera los 16 bolivianos por unidad, no se puede esperar una disminución directa de precios. Pero sí puede garantizar el funcionamiento fluido de la economía, al facilitar las transacciones y asegurar el abastecimiento de productos”, afirma.

El desafío más importante que acompaña al uso del USDT en Bolivia tiene que ver con los riesgos de carácter legal y financiero. Vargas subraya que “las entidades financieras deben enfrentar el reto de implementar controles de legitimación de activos y prevención del financiamiento al terrorismo, dado que la escasa regulación sobre monedas virtuales podría vulnerar los mecanismos existentes”. Esta falta de supervisión integral abre la puerta a usos indebidos o fraudulentos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden derivar en problemas mayores.

Además, el uso de criptomonedas implica un requerimiento técnico mínimo, que no siempre está presente en todos los sectores de la población. Aunque las plataformas digitales son accesibles, el desconocimiento de buenas prácticas de seguridad, como la protección de claves privadas o la verificación de direcciones, puede hacer que los usuarios sean vulnerables a estafas o pérdidas de fondos. Vargas insiste en que “la educación digital será clave para que esta herramienta realmente beneficie a la población y no termine siendo contraproducente”.

Otro aspecto a considerar es el impacto en el sistema financiero formal. Si bien el USDT ofrece independencia y agilidad, también puede debilitar el uso de monedas locales en términos de ahorro. 

“En tiempos de crisis, el uso de monedas distintas a la local funciona como refugio para conservar el poder adquisitivo. Sin embargo, en términos de ahorro, muchas veces es más conveniente mantener los fondos en moneda nacional, que ofrece mejores rendimientos a través del sistema financiero formal, siempre que las condiciones macroeconómicas lo permitan”, puntualiza Vargas.

Actualmente, el USDT se cotiza alrededor de los Bs 16,69 hasta la última vez que superó los Bs 18 fue el pasado 22 de mayo, de acuerdo a datos recopilados en la plataforma Binance.

En resumen, el USDT representa hoy una alternativa viable y creciente dentro del entorno económico boliviano. Su adopción refleja una necesidad concreta: protegerse frente a la inflación, la escasez de divisas y la incertidumbre económica. Aunque su integración plantea retos regulatorios, operativos y educativos, su potencial para ofrecer inclusión financiera, agilidad y resguardo de valor lo posiciona como un actor cada vez más relevante en el ecosistema monetario nacional.

avatar de autor
Manuel Joao Filomeno Nuñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *