Un paso genera energía: estudiantes de Unifranz transforman el movimiento en electricidad
Un adulto en promedio da 10,000 pasos al día. Si cada uno generara electricidad, en una jornada se podría cargar un celular o alimentar luces LED. Con esta premisa, Carlos Leandro Rosales Quiroga, Mariana Morato Hurtado y Luis Ángel Caceres Claros, estudiantes de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, desarrollaron una plantilla piezoeléctrica que transforma la energía mecánica de las pisadas en electricidad utilizable.
El sistema se basa en los principios de la termodinámica, que estudia la transformación de la energía de una forma a otra. En este caso, la energía mecánica generada por la presión del pie al caminar se convierte en electricidad. La plantilla incorpora módulos piezoeléctricos estratégicamente ubicados en las zonas de mayor impacto del pie, como el talón y la almohadilla metatarsiana.
“Cada paso genera una carga eléctrica que se almacena en un circuito integrado. En condiciones óptimas, una persona caminando una hora podría generar hasta 5 vatios de energía, suficientes para cargar pequeños dispositivos”, explica Mariana Morato, integrante del equipo. “Esto permite que cualquier persona, incluso en movimiento, pueda contar con una fuente de energía renovable sin depender de tomas de corriente”.
Innovación con impacto real
El prototipo ha sido implementado y está en funcionamiento. Su diseño portátil permite generar, almacenar y utilizar electricidad durante el movimiento, beneficiando a comunidades sin acceso a la red eléctrica y optimizando el consumo energético en entornos urbanos.
“Esta tecnología tiene aplicaciones en diferentes sectores. Puede ser útil para excursionistas, personal de rescate y personas que trabajan en zonas sin acceso constante a electricidad. También podría implementarse en pisos inteligentes para captar la energía del tránsito peatonal en espacios de alto flujo”, señala Morato.
El equipo trabaja en la optimización de los materiales y en la integración de tecnologías inalámbricas para transferir la energía generada a dispositivos sin cables, facilitando su uso en distintos entornos.
El modelo educativo que impulsa la innovación
El proyecto nació en el marco de los proyectos integradores de Unifranz, que desafían a los estudiantes a aplicar sus conocimientos en soluciones concretas. Gustavo Montaño, vicerrector académico nacional de Unifranz, destaca su importancia en la formación profesional.
«Nuestro modelo educativo impulsa la transformación y la mejora continua, formando profesionales capaces de afrontar los desafíos del futuro. En Unifranz, el estudiante es el protagonista de su aprendizaje, con un enfoque práctico que lo prepara para el mundo real”, señala Montaño.
Estos proyectos no solo fortalecen las habilidades técnicas de los estudiantes, sino que también fomentan el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas reales.
La ingeniería como motor de cambio
Los proyectos integradores permiten que los estudiantes desarrollen soluciones con impacto social. Fabiola Cadima, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas en Unifranz Cochabamba, explica la importancia de este enfoque.
«Buscamos que los estudiantes identifiquen problemas en su comunidad y propongan soluciones innovadoras. A lo largo de la carrera, sus proyectos evolucionan y han logrado resultados significativos”, afirma Cadima.
La integración de docentes expertos con metodologías activas permite que los estudiantes enfrenten desafíos reales, promoviendo un aprendizaje dinámico basado en la experimentación y el desarrollo tecnológico.
El futuro de la energía portátil
El equipo de estudiantes ya trabaja en mejorar su prototipo, aumentando la eficiencia de los módulos piezoeléctricos y explorando nuevas aplicaciones en entornos urbanos y rurales. Transformar cada paso en una fuente de energía accesible y sostenible es un avance con potencial para redefinir la generación eléctrica en la vida cotidiana.