Cómo las nuevas tecnologías y tendencias están revolucionando el empleo

En un mundo marcado por la automatización, la inteligencia artificial y la hibridación de las labores, el trabajo se encuentra en un proceso de transformación. ¿Cómo serán los empleos del futuro? ¿Qué desafíos enfrentarán los colaboradores en una era de cambios acelerados? Este 1 de mayo, Día del Trabajador, es una fecha clave para reflexionar sobre las tendencias que están redefiniendo el mundo laboral y lo que podemos esperar en los próximos años.
“Las economías en el mundo han estado moldeando el futuro del trabajo a partir de una serie de tendencias que probablemente se intensifiquen en los próximos años”, explica Rafael Vidaurre, coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Entre las tendencias más relevantes se encuentran la automatización de procesos, el auge del trabajo remoto, la creciente importancia de las habilidades blandas, y el surgimiento de la economía gig, entre otras.
La automatización y el uso intensivo de la inteligencia artificial están rediseñando los modelos productivos. Aunque muchos temen la pérdida de empleos, Vidaurre sugiere una lectura distinta.
“No debe considerarse un peligro, sino una oportunidad para generar nuevos roles en áreas como ciencia de datos, ética de la IA y mantenimiento de sistemas automatizados”, puntualiza.
Sectores como manufactura, transporte, servicios financieros y atención al cliente serán los más transformados, donde los trabajos repetitivos darán paso a ocupaciones más especializadas y técnicas.
Otra de las grandes transformaciones impulsadas por la pandemia del Covid-19 en 2020 es el trabajo remoto e híbrido. La flexibilidad se impone como una norma laboral cada vez más valorada, lo cual ha cambiado la lógica gerencial, enfocándose más en resultados que en la presencialidad. Este modelo también exige nuevas habilidades como la autogestión, la comunicación digital y la disciplina del tiempo.
El contexto actual también ha puesto en evidencia la relevancia de las habilidades blandas. Según Vidaurre, competencias como la empatía, el pensamiento crítico y la adaptabilidad se vuelven esenciales en entornos laborales cada vez más complejos. A esto se suma la necesidad de programas de reskilling y upskilling, donde el aprendizaje continuo es clave para mantenerse vigente en un mercado laboral en permanente transformación.
Sobre este punto, Pablo Ardaya, director nacional de Capital Humano de Unifranz, es enfático y asegura que “si la tecnología o la inteligencia artificial van a reemplazar ciertos puestos de trabajo, las personas que ocupaban esos puestos laborales tendrán que reinventarse”. Este proceso, dice, exige una inversión constante en la formación de nuevas competencias técnicas y humanas, ya que “no debemos dejar la capacitación continua como nuestro mayor aliado para mantener al talento retenido”.
En este sentido, el auge de la economía gig y el trabajo freelance plantea tanto oportunidades como desafíos. Plataformas como Upwork, Workana o Fiverr han ampliado el acceso a empleos globales, pero la falta de regulación internacional aún representa un reto importante. Por otro lado, se refuerzan valores como la diversidad, la equidad y la inclusión, factores que hoy influyen en la atracción de talento y en la reputación organizacional.
Otro eje clave que marcará el futuro del trabajo es la irrupción de tecnologías emergentes como la realidad virtual, el metaverso, el blockchain o la computación cuántica. Estos avances no solo reconfigurarán industrias, sino que exigirán una respuesta ágil de los estados para garantizar su regulación ética y su implementación inclusiva. En paralelo, la salud mental y el bienestar emocional se consolidarán como prioridades dentro de las estrategias laborales. Las empresas que promueven ambientes saludables lograrán mayor productividad y compromiso por parte de sus trabajadores.
La sostenibilidad también se posiciona como un componente esencial. Las nuevas generaciones valoran trabajar en organizaciones con impacto social o ambiental, lo que ha impulsado la creación de empleos en sectores como energía renovable, movilidad sostenible y economía circular.
“invertir en el medio ambiente puede ser mucho más rentable que en negocios tradicionales”, resume Vidaurre.
Flexibilidad como modelo de futuro
En cuanto a los modelos laborales del futuro, la tendencia dominante será la flexibilidad. El modelo híbrido parece consolidarse como la norma, combinando lo mejor del trabajo remoto y presencial. “Los entornos laborales exitosos serán aquellos que ofrezcan opciones, fomenten la confianza y midan resultados más que presencia”, explica Vidaurre. No obstante, también habrá espacio para esquemas 100% remotos, empleos por proyectos, y modalidades centradas en resultados (ROWE), especialmente en sectores como tecnología, diseño y consultoría.
Ante este nuevo panorama, Ardaya recalca que las oficinas de talento deben anticiparse. “Las empresas competitivas de hoy necesitan equipos capaces de impulsar esta transformación, donde primen habilidades blandas como la comunicación, la colaboración, el servicio al cliente y el liderazgo”.
Además, el experto subraya la necesidad de identificar y formar nuevas competencias que hasta hace poco eran impensables.
“Hace 5 o 10 años, el puesto de community manager no era imaginado, y hoy es clave para crear contenido en plataformas digitales”, puntualiza.
Finalmente, las habilidades esenciales del futuro apuntan a un equilibrio entre lo técnico y lo humano. Pensamiento crítico, alfabetización digital, inteligencia emocional, adaptabilidad, trabajo en equipo remoto, creatividad, análisis de datos, comunicación efectiva y conciencia social serán los pilares para enfrentar el nuevo mundo laboral.
El desafío está en construir una fuerza laboral resiliente, diversa y capacitada, capaz de adaptarse y liderar los cambios que ya están en marcha.
“Vivimos la creación de inimaginables puestos laborales, y sólo quienes se formen de manera continua podrán aprovechar estas nuevas oportunidades”, concluye Ardaya.