En un mundo donde enfermedades altamente contagiosas, como el Covid-19 y la gripe, ponen de manifiesto la importancia de la prevención, estudiantes de Bioquímica y Farmacia de Unifranz El Alto lideran una iniciativa innovadora y sostenible. Su proyecto se centra en la creación de un jabón líquido con base en quinua, una propuesta que podría convertirse en una excelente opción para prevenir enfermedades transmitidas por contacto.
Motivados por generar un importante aporte para cuidar la salud de la sociedad, Marcos Chambi, Gladys Humerez, Carol Mencia y Diana Paredes, estudiantes de Bioquímica y Farmacia de Unifranz El Alto, plantearon la iniciativa en el marco de los proyectos integradores, destinados a proponer soluciones innovadoras a problemas reales, a partir del conocimiento adquirido en su formación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades respiratorias transmitidas por el aire, como el resfriado común, la gripe y el COVID-19, son las principales causas de muerte en el mundo. En 2020, estas enfermedades causaron la muerte de 5,4 millones de personas, lo que representa el 8% de todas las muertes en el mundo. Para prevenir la propagación de estas enfermedades, es importante lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y mantenerse alejado de las personas enfermas.
En este contexto, los profesionales en Bioquímica y Farmacia desempeñan un papel crucial en el desarrollo de vacunas y medicamentos antivirales, siendo esenciales en la búsqueda de soluciones para enfermedades como el Covid-19 y otros patógenos. Gracias a su profundo conocimiento en biología molecular y química farmacéutica, contribuyen de manera significativa en la investigación, diseño y producción de tratamientos efectivos, lo que los convierte en protagonistas en la lucha contra enfermedades infecciosas, ofreciendo avances significativos y esperanza en el campo de la salud pública.
Ante este escenario, la iniciativa de estudiantes de Bioquímica y Farmacia de Unifranz El Alto en la creación de un jabón líquido a partir de saponinas extraídas de la cascarilla de la quinua, no solo es oportuna, sino que podría desempeñar un papel crucial en la prevención de estas enfermedades altamente contagiosas.
“El jabón líquido a partir de saponinas de la quinua se constituye en un producto muy importante en nuestro contexto post pandemia COVID-19, a nivel mundial se escuchan del rebrote de nuevas variantes del virus y se dice que un jabón líquido o en barra que genere espuma, se entiende que es capaz de desintegrar la envoltura viral del virus, logrando que el virus se desactive”, asegura Lourdes Aquino, docente de la carrera.
Los jabones en general, son efectivos contra una amplia variedad de bacterias y virus, es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la pandemia, recomendó el uso de jabón para prevenir la propagación del virus SARS-CoV-2, que causaba la enfermedad, agrega la especialista.
El proceso de fabricación, a partir de la quinua
La quinua es un grano originario de las tierras altas de la cordillera de los Andes, considerado como un «superalimento» que tiene propiedades antimicrobianas. Las saponinas son compuestos químicos que se encuentran en la quinua y que le confieren importantes beneficios para la salud como: propiedades anticancerígenas, la reducción del colesterol, efecto antioxidante, refuerzo del sistema inmune, entre otros.
Debido a estas propiedades beneficiosas, especialmente en términos de su capacidad para combatir microorganismos, los estudiantes decidieron apostar por la creación de un producto innovador, eficaz y sostenible.
“Consideramos que nuestro producto contribuye a la prevención de enfermedades en la comunidad evitando infecciones mediante su acción antimicrobiana, promoviendo la buena higiene e innovando en productos de aseo, porque adopta un nuevo enfoque en cuanto a la utilización de saponinas de quinua”, afirma Chambi.
El proceso de elaboración del jabón líquido comenzó con la elección de la quinua como materia prima. Una vez seleccionada, los estudiantes realizaron una serie de pruebas para evaluar la actividad antimicrobiana de las saponinas de quinua. Los resultados mostraron que las saponinas eran efectivas contra una amplia gama de bacterias y hongos.
A continuación, los estudiantes desarrollaron una fórmula para el jabón líquido. La fórmula incluyó saponinas de quinua, así como otros ingredientes como agua, tensioactivos, conservantes y fragancias. Realizaron ensayos de laboratorio para optimizar la fórmula y garantizar la eficacia y seguridad del jabón.
“Entre las ventajas sobre otros jabones convencionales, Cervando Gutiérrez, también docente de la carrera, destaca que éste es un producto natural y sostenible, ya que se elabora a partir de una materia prima renovable, también es eficaz contra una amplia gama de microorganismos y, además, es económico, ya que se puede elaborar a partir de recursos locales”.
Aprender haciendo
El desarrollo del producto es un ejemplo de cómo la educación puede contribuir a la solución de problemas reales de la comunidad. El proyecto, apoyado en la metodología de «aprender haciendo» implementada por Unifranz, permitió a los estudiantes aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad a una situación real.
“Nuestra formación académica en Bioquímica y Farmacia desempeñó un papel fundamental en la concepción y desarrollo de este proyecto. La comprensión profunda de los principios bioquímicos y farmacéuticos proporcionados permitió una evaluación precisa de la actividad antimicrobiana de las saponinas de quinua y nos ayudó a identificar y comprender los mecanismos específicos mediante los cuales estas sustancias interactúan con microorganismos”, afirmó Carol.
La formación farmacéutica también influyó en la formulación del jabón líquido, asegurando que cumpliera con estándares de seguridad y eficacia. La comprensión de la interacción entre componentes químicos y biológicos, así como la consideración de posibles efectos secundarios, son aspectos críticos en la creación de productos farmacéuticos y, en este caso, de un jabón antimicrobiano, aseguró la estudiante.
“Esta metodología coadyuva a que los estudiantes adquirieran habilidades y destrezas en prácticas que les permiten aplicar sus conocimientos en situaciones reales, estas competencias resultan altamente valoradas en el ámbito laboral, así como la capacidad para la resolución de problemas reales, la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de trabajo en equipo, puntualizó Cervando Gutiérrez, también docente de la carrera.
Satisfacción por el trabajo realizado
«Estamos muy satisfechos con los resultados del proyecto», dijo Marcos, otro miembro del equipo. «Creemos que es un producto innovador y sostenible que puede tener un impacto positivo en la comunidad».
Para Gladys, «el proyecto fue una experiencia muy enriquecedora (…) además de aprender mucho sobre la quinua y sus propiedades, desarrollamos habilidades importantes, como la resolución de problemas, la creatividad y el trabajo en equipo».
La experiencia en el desarrollo de este proyecto proporcionó valiosas lecciones para enriquecer la comprensión de los futuros profesionales. Desde la importancia de fortalecer su carácter innovador y creativo para abordar problemas combinando conocimientos en bioquímica, farmacia, formulación de productos e incluso de marketing, la comunicación efectiva dentro del equipo y con la guía del docente, así como la comprensión de las necesidades de la comunidad, se destacaron como elementos esenciales.
“Contribuir directamente a la solución de problemas de salud mediante nuestra formación y habilidades adquiridas es un motivo de profundo orgullo y satisfacción”, asegura Diana. “Observar cómo nuestras investigaciones y esfuerzos se traducen en un producto que puede ayudar a prevenir enfermedades es increíblemente gratificante”, agregó.
Para Lourdes Aquino, la participación de los estudiantes en este tipo de proyectos innovadores tiene un impacto positivo, tanto para el desarrollo de competencias, solución de problemas y obtención de experiencia ya que mejoran las perspectivas y oportunidades de empleo de los estudiantes en el mercado laboral. “En dicho ámbito es altamente valorada la capacidad de resolución de problemas, la creatividad, la colaboración interdisciplinaria y las habilidades que se adquieren cuando los estudiantes participan de este tipo de proyectos, es decir, cuando implementan lo que han aprendido”, finalizó.
Si eres innovador y deseas contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y el medioambiente, estudia Bioquímica y Farmacia en Unifranz. Ingresa al siguiente link para obtener más información: https://ux.unifranz.edu.bo/bioquimica-y-farmacia