Temáticas complejas, controvertidas, exponer prácticas incorrectas o corruptas son las bases del periodismo de investigación. Las nuevas tecnologías y la infoxicación obligan a los periodistas de investigación a profundizar temas que marquen una diferencia con el resto de noticias.
“Cada día estamos expuestos a más 80 productores periodísticos diferentes que llegan a infoxicar a los lectores. Estas notas que carecen de valor pasarán al olvido y es ahí donde los periodistas de investigación, centrados en las historias, encontrarán la diferencia”, resalta Jorge Quispe, periodista de Investigación con más de 30 años de experiencias en medios y autor del libro “Andares de un reportero” que presentó en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, La Paz.
El periodismo de investigación debe cumplir dos criterios básicos: el material tiene que desarrollar un tema de relevancia social, de interés público; y segundo, que sea un trabajo original, no sólo una reproducción de investigaciones o documentos oficiales como detalla el manual “Periodismo de Investigación: Una Guía Práctica” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
También se diferencia con el periodismo “gestor de noticias” con el tiempo. Mientras que la información simple se caracteriza por la inmediatez; el periodismo de investigación necesita tiempo para su elaboración. Sigue etapas de planificación, investigación respondiendo a estándares reconocidos de precisión y documentación.
Bajo esos parámetros, Quispe desarrolló investigaciones como la situación ilegal de los niños trabajadores en las fábricas de ladrillos de El Alto; la experiencia de vida de Monika Ertl, la hija del fotógrafo de Hitler quien pasó sus últimos años en Bolivia; o las personas que perdieron la vida a causa de las minas antipersonales instaladas en la frontera Bolivia y Chile desde los años 70.
La diferencia en cada una de estas historias son los relatos de vida de los protagonistas. Los periodistas de investigación van más allá de las noticias diarias y se adentra en historias de largo aliento que pueden llevar meses o incluso años de trabajo.
A menudo reciben el apoyo de expertos en diversas áreas, analizan documentos confidenciales y realizan entrevistas exhaustivas para construir una imagen completa de un tema. “El periodismo y la investigación están inherentemente casados, no puede haber periodismo sin investigación e investigación sin periodismo”, resalta Quispe.
A pesar de su importancia, el periodismo de investigación enfrenta desafíos significativos en la era digital. La disminución de los recursos en las redacciones y la gran cantidad de noticias de clickbait (contenidos de internet que sólo buscan ingresos publicitarios) inundan las redes. Este tipo de anzuelos hacen que los periodistas de investigación tengan que innovar formatos para captar la atención de los lectores.
Quispe fue enfático en impulsar a los jóvenes periodistas en la creación de notas que exploren el lado humano de las noticias y que se deben explorar lenguajes diferentes para llegar a más públicos.