Por Lily Zurita
En el escenario educativo contemporáneo, la relevancia del sentido de pertenencia emerge como uno de los retos más críticos que enfrenta el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La conexión emocional y el sentimiento de ser parte de algo más grande, ya sea la escuela o la clase, son elementos fundamentales que influyen directamente en el éxito académico y en el desarrollo integral de los estudiantes.
Muchos jóvenes, a pesar de estar físicamente presentes en las aulas, experimentan una desconexión emocional que les impide sentirse verdaderamente integrados en su entorno educativo. Este fenómeno puede tener consecuencias perjudiciales para su rendimiento académico y su bienestar general.
Ariel Villarroel, experto de la Jefatura de Enseñanza Aprendiza (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que uno de los retos más importantes que enfrenta la educación en la actualidad es, precisamente, el de la pertenencia.
“Muchos estudiantes no se sienten parte de su escuela o de su clase, lo que puede dificultar su aprendizaje y su éxito”, indica.
Según el pedagogo, hay una serie de factores que pueden contribuir a la falta de pertenencia, como: la discriminación, el acoso, la falta de diversidad, la falta de apoyo emocional y académico o la falta de participación en actividades extracurriculares, entre otros.
Más allá del espacio público
El sentido de pertenencia no se trata simplemente de ocupar un espacio físico en la escuela, involucra la construcción de relaciones significativas con compañeros y educadores, así como la identificación con los valores y objetivos de la institución educativa.
En el artículo ¿Cómo desarrollar el sentido de pertenencia de los estudiantes al centro escolar?, Carmen Montecinos, directora Ejecutiva de Líderes Educativos, explica que “diversas investigaciones han establecido que el sentido de pertenencia de los estudiantes a su establecimiento escolar se asocia a menores probabilidades de deserción escolar y a mayores expectativas de éxito académico y optimismo, entre otros aspectos (…)”.
Cuando los estudiantes no se sienten parte de su entorno escolar, pueden experimentar una falta de motivación, desinterés y, en última instancia, dificultades para aprender.
“Es más probable que los estudiantes que no se sienten arraigados con su escuela se ausenten, abandonen la escuela o experimenten problemas de salud mental”, dice el académico.
Rol de las instituciones para fomentar el sentido de pertenencia
Los educadores y las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en abordar este desafío. Fomentar un ambiente inclusivo y promover la participación activa de los estudiantes son elementos clave para cultivar el sentido de pertenencia.
Estrategias como la creación de programas extracurriculares, actividades que fomenten la colaboración y la expresión creativa, así como la implementación de programas de tutoría, pueden ser herramientas efectivas para fortalecer los lazos emocionales entre los estudiantes y su entorno educativo.
Villarroel explica que, además, las instituciones educativas pueden asumir otras medidas adicionales a fin de mejorar ese sentido de pertenencia:
- Crear un ambiente seguro y acogedor para todos los estudiantes
- Promover la diversidad y la inclusión
- Ofrecer apoyo emocional y académico a los estudiantes que lo necesitan
- Involucrar a los estudiantes en actividades extracurriculares
También, es esencial reconocer las diversas identidades y experiencias de los estudiantes, promoviendo la aceptación y la celebración de la diversidad.
La inclusión de perspectivas diversas en el plan de estudios y la promoción de un clima escolar respetuoso contribuyen significativamente a la construcción de un sentido de pertenencia.
Abordar el desafío del sentido de pertenencia no sólo tiene implicaciones inmediatas en el rendimiento académico, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real.
La habilidad para trabajar en equipo, la empatía y el respeto por la diversidad son habilidades fundamentales en la sociedad actual, y su desarrollo comienza en el entorno educativo.
Al mejorar la pertenencia, las escuelas pueden ayudar a todos los estudiantes a tener éxito, a través de la creación de un código de conducta que promueva el respeto y la tolerancia; programas de orientación para ayudar a los estudiantes a sentirse más acogidos en su nueva escuela; organizar eventos y actividades que celebren la diversidad de la escuela; proporcionar apoyo emocional a los estudiantes que lo necesitan, como asesoramiento o terapia, o involucrar a los estudiantes en actividades extracurriculares, como deportes, clubes y teatro.
“Al tomar estas medidas, las escuelas pueden crear un ambiente en el que todos los estudiantes se sientan seguros, valorados y aceptados. Esto ayudará a todos los estudiantes a tener éxito, independientemente de su origen o identidad”, puntualiza Villarroel.
La importancia de considerar el sentido de pertenencia como uno de los retos más significativos en la educación actual es innegable. Al crear entornos educativos que fomenten la conexión emocional y la participación activa, no sólo se mejora el aprendizaje académico, sino que se cultivan habilidades sociales y emocionales vitales para el éxito a largo plazo de los estudiantes.
La construcción de un sentido de pertenencia sólido es una inversión en el futuro de la educación y, por ende, en el futuro de la sociedad.