Por Manuel filomeno
El mundo tiende a la digitalización de las transacciones monetarias. En los últimos años, tecnologías como el blockchain y las criptomonedas han ganado espacio entre el público. Por otra parte, los bancos impulsan cada vez más el abandono del papel moneda por medios tecnológicos de pago, facilitando, por ejemplo, las compras por internet y brindando mayor seguridad a sus clientes.
En este contexto, hacen su aparición las CBDC o monedas digitales del Banco Central.
“Una moneda digital del Banco Central (CBDC, por sus siglas en inglés) es una forma digital de moneda emitida y respaldada por el Banco Central de un país. A diferencia del efectivo físico o los depósitos bancarios tradicionales, las CBDC son representaciones digitales de una moneda nacional y están diseñadas para coexistir con el dinero físico y las formas electrónicas de dinero ya existentes”. señala el ingeniero Marco Antonio Chambi Tambo, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El experto indica que este tipo de monedas digitales, cuentan con el respaldo de los banco centrales de cada país y permiten, por ejemplo, un ahorro en el costo de las transacciones, ya que no requieren conversión (al tener el mismo valor que las monedas que representan), ni tener costo de traslado (ya que se manejan en billeteras digitales).
Asimismo, establecen una diferenciación entre las monedas utilizadas para el público en general (CBDC minorista) y para las transacciones de alto valor (CBDC mayorista), ofreciendo diferentes características para cada una de ellas.
De acuerdo con Chambi, estas monedas, a diferencia de las criptomonedas, están reguladas y respaldadas por un banco central, mientras que las últimas están descentralizadas y se gestionan a través de la tecnología blockchain, la cual provee transparencia en sus operaciones, pero también anonimato y falta de regulación, por lo que sólo son respaldadas por la oferta y demanda.
“Las CBDC y las criptomonedas son formas de dinero digital, pero tienen diferencias significativas en términos de emisión, regulación, diseño y objetivos”, agrega Chambi.
Algunas diferencias entre ambas formas de dinero digital son las siguientes:
Las criptomonedas emplean blockchains (tecnología que se basa en una cadena de bloques, los cuales contienen información codificada de una transacción en la red. Y, al estar entrelazados, permiten la transferencia de datos con una codificación segura) sin permisos (públicas), mientras que las CBDC utilizan blockchains con permisos (privados).
“Cualquiera puede leer, escribir y auditar las operaciones en curso en la red pública blockchain, lo que ayuda a una blockchain pública a preservar su naturaleza autogestionada. Una cadena de bloques privada, por otro lado, es un libro de contabilidad distribuido que funciona como una base de datos cerrada y segura basada en conceptos criptográficos y no está descentralizada”, expresa Chambi.
Las restricciones de las redes CBDC las establece un banco central. En las redes de criptomonedas, la autoridad se asigna a la base de usuarios, que toma las decisiones alcanzando un consenso, agrega el ingeniero de sistemas.
Otra diferencia es que las CBDC sólo pueden utilizarse como medio de pago y está totalmente prohibido acumularlas o invertir en ellas. En cambio, las criptomonedas pueden utilizarse tanto para transacciones financieras como con fines especulativos.
Ventajas de las CBDC
El experto indica que el uso de CBDC tiene múltiples ventajas como reducir el costo y el tiempo de las transacciones, tanto nacionales como internacionales, mejorando la eficiencia del sistema de pagos.
Por otra parte, facilitan el acceso a servicios financieros para personas no bancarizadas, proporcionando una forma segura y fácil de usar dinero digital. Además, las transacciones con CBDCs pueden ser más transparentes y trazables, lo que ayuda a combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
“Las CBDCs también permiten una implementación más efectiva de las políticas monetarias, ya que el banco central tiene control directo sobre la oferta de dinero digital y promueven la innovación en el sector financiero y pueden mejorar la competitividad del sistema bancario”, agrega Chambi.
¿Qué países tienen una CBDC?
Antes del COVID-19, las monedas digitales de bancos centrales eran, principalmente, un ejercicio teórico. Sin embargo, con la necesidad de dispersar enormes estímulos monetarios y fiscales por todo el mundo, así como el auge de las criptomonedas, los bancos centrales se dieron cuenta rápidamente de que no pueden permitirse el lujo de perderse la evolución del dinero.
China lidera la lista, permitiendo a los visitantes extranjeros utilizar yuanes digitales para proporcionar información sobre el pasaporte al Banco Popular de China con motivo de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. La Reserva Federal de Estados Unidos es la que va más a la zaga de los otros grandes bancos centrales, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra.
Ya se ha lanzado totalmente una moneda digital en cinco naciones. La primera CBDC en estar ampliamente disponible fue el Sand Dollar (dólar de arena) de Bahamas. 14 naciones, incluidas grandes economías como Suecia y Corea del Sur, están probando actualmente (es decir, en una fase piloto) CBDC para su lanzamiento oficial.