Por Manuel Filomeno
“Después de estar todo el día sentado, lo último que quiero hacer es volver a hacerlo en casa, por eso siempre trato de dar paseos largos e ir al gimnasio”, señala Sebastián Finot, contador público de una reconocida empresa.
El oficinista indica que, en un día normal, pasa entre cinco y seis horas sentado frente a su computadora, lo que ha tenido efectos sobre su salud.
“Este estilo de vida es perjudicial, tras 10 años frente al escritorio he subido de peso, he tenido problemas de espalda y riñones, dolor en las articulaciones, entre otras afecciones, algo que ahora estoy tratando de arreglar”, explica el contador.
El pasar horas sin fin sentado no solo es poco saludable, sino que podría incrementar la mortalidad de los oficinistas, de acuerdo a un nuevo estudio publicado por la revista médica JAMA Network Open.
El estudio señala que las personas que pasan la mayor parte del día sentadas en su trabajo tienen un 16% más de riesgo de mortalidad por todas las causas y un 34% más de riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Según los investigadores, para contrarrestar este mayor riesgo, las personas que pasan mucho tiempo sentadas en el trabajo tendrían que realizar entre 15 y 30 minutos más de actividad física diaria para reducir dichos riesgos en relación al de las personas que no pasan mucho tiempo sentadas.
El estudio indica que la rutina de los oficinistas aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la muerte cardiovascular, sin embargo, la solución para minimizar los riesgos es hacer ejercicio.
Un estudio de la Universidad de Columbia (2023) encontró que las personas que realizaban actividades ligeras durante solo cinco minutos cada 30 minutos tenían una reducción de casi el 60% en los picos de azúcar en sangre después de una comida. Aquellos que hicieron solo un minuto de ejercicio cada 30 minutos experimentaron una caída en la presión arterial.
Es importante destacar que el ejercicio que realizaron las personas para ese estudio no fue intensivo. Más bien, fue una caminata lenta en la cinta a 3 kilómetros por hora, que es más lenta de lo que camina la mayoría de las personas.
La importancia de la actividad física
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física regular y adecuada, incluido cualquier movimiento corporal que requiera energía, puede reducir el riesgo de muchas enfermedades y trastornos no transmisibles, como la hipertensión, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de mama y colon y la depresión. Además, practicar algún deporte ayuda a mantener una buena salud ósea y funcional.
“Los beneficios directos de la actividad física regular son: mejorar la circulación y fortalecer el corazón, controlar el peso, mejorar la acción de las defensas, mantener la energía y el buen estado de ánimo”, señala Erick Segales, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El médico agrega que el ejercicio, junto con una alimentación saludable y mantener buenos hábitos son la clave para una vida saludable.
“La apropiación de nuevos hábitos saludables mantiene un buen estilo de vida, por supuesto, conlleva a una mejora en el bienestar físico y mental. Estos hábitos pueden ir cambiando paulatinamente y, poco a poco, se pueden ver los resultados, la persona es más feliz, más activa y más sana”, explica.
Segales agrega que los oficinistas, por ejemplo, pueden recurrir a pausas activas para romper con el sedentarismo de sus puestos de trabajo.
Actividades propias de una pausa activa
Existen varias actividades que se pueden desarrollar durante una pausa activa a fin que la misma repercuta en la salud de la persona:
- De estiramiento o flexibilidad: tiene como fin la elongación de diferentes músculos corporales, en ésta se mantiene la posición en un lapso de 10 a 15 segundos.
- De movilidad articular: consiste en realizar ejercicios de movimientos en las diferentes articulaciones, logrando amplitud de cada articulación. Se realiza una serie con 8 a 10 repeticiones por movimiento.
- Lúdicas o recreativas: se desarrolla un pequeño juego en donde se involucran habilidades o destrezas motoras, como también actividades con temáticas, todo ello con tiempo máximo de 15 minutos.
- De relajación: se busca conectar consigo mismo y con el entorno, como por ejemplo las meditaciones pasivas o en movimiento. Se estima un tiempo máximo de 15 minutos.
- Rítmicas: se involucran movimientos corporales en secuencia, como por ejemplo una rutina corta de aeróbicos o baile, se destina un tiempo de ejecución máximo de 15 minutos.