Unifranz y Mondragón: una alianza que transforma la educación en Bolivia
La colaboración entre la Universidad de Mondragón, en el País Vasco (España), y Unifranz, de Bolivia, marca un hito en la transformación educativa de ambas instituciones. A través de un programa de intercambio de experiencias y especialización, un equipo multidisciplinario de 19 académicos de Unifranz se embarcó en un viaje de dos semanas para aprender y compartir herramientas que buscan impactar profundamente en el sistema educativo boliviano y abordar los desafíos del siglo XXI.
Andrea Cisneros, directora de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que el viaje es “inspiracional” y tiene un enfoque de especialización en estrategias y facilitación para transformar instituciones y prácticas educativas.
“Estamos desarrollando cuatro proyectos interconectados que buscan generar un impacto significativo en la educación en Bolivia. Desde aquí nos aportan herramientas de coaching, liderazgo, design thinking y mentoreo para mejorar los proyectos”, señala.
Esta colaboración surge tras la visita de una delegación de Mondragón a Bolivia, conformada por Mikel Etxaburu y Arantza Ozaeta, expertos académicos de Mondragon Unibertsitatea, quienes estuvieron en las cuatro sedes de Unifranz en octubre pasado a fin de realizar un diagnóstico para comprender las necesidades locales y co-crear soluciones basadas en el contexto boliviano, que se plasmó en el diseño de cuatro proyectos educativos transformadores.
Un enfoque conjunto y multidisciplinar
“Más que capacitaciones, se trata de sesiones de intercambio de experiencias”, señala Ariel Quispe, responsable de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) y docente participante del programa. “Estamos compartiendo lo que hemos avanzado en cuanto a la implementación de un modelo transformador. Mondragón nos brinda su experiencia en procesos de innovación educativa, y nosotros también compartimos nuestras prácticas exitosas en metodología, planificación y procesos académicos”.
El académico aclara que existen muchas similitudes entre ambas universidades, pese a que se encuentran en dos continentes distintos.
“Hemos recorrido sus espacios y hemos conocido su historia. Tienen puntos muy similares a los que manejamos en nuestra universidad, tanto en valores, innovación educativa, transformación social, como en relación social con el medio”, indica.
El programa incluye visitas a las distintas facultades y centros de Mondragón para nutrir el desarrollo de los cuatro proyectos en curso, que abarcan aspectos técnicos y habilidades blandas y están alineados con el modelo educativo de Unifranz.
Proyectos con impacto
Christian Uriona, decano académico de Unifranz Santa Cruz, explica que el objetivo del viaje es “aprender estrategias, metodologías y procesos que nos ayuden a implementar los proyectos en nuestras cuatro sedes en Bolivia. Mondragón nos está sirviendo como mentor en este proceso. La idea es llevar prototipos más elaborados y ajustarlos a nuestro contexto para luego implementarlos como pilotos”.
Los cuatro proyectos se trabajan en equipos mixtos, conformados por docentes y líderes académicos. Esta dinámica permite un intercambio constante de ideas y enfoques, asegurando que las soluciones desarrolladas sean prácticas e innovadoras.
Innovación educativa: un camino compartido
“Las aulas en Mondragón tienen un diseño que invita a la reflexión”, comenta Eva Foronda, decana académica de la sede La Paz y destaca que “la universidad (Mondragón) no solo se enfoca en la educación teórica, sino que integra la formación práctica a través de la colaboración constante con las empresas. Esto es algo que sin duda debemos replicar en Bolivia”.
En tanto, Arantza Ozaeta, decana de la Facultad de Humanidades en la universidad española, menciona que ambas instituciones comparten un itinerario de innovación educativa muy parecido.
“Nuestras universidades trabajan en transformar profundamente la educación, poniendo al estudiante en el centro del aprendizaje. Ninguna institución educativa puede lograr esto en solitario; por eso, este intercambio es vital para generar proyectos conjuntos y fortalecer nuestras comunidades académicas”, puntualiza.
Para la experta, Mondragón y Unifranz están destinadas a trabajar juntas, ya que en el actual contexto globalizado y complejo donde los aprendizajes tienen un papel central en la vida de las personas, ninguna institución educativa se basta por sí misma.
“Esperamos que esta experiencia en Mondragón nos sirva para aprender la una de la otra, para compartir experiencias, para crear una comunidad que puede llevarnos a algo más sólido a corto, mediano y largo plazo, donde haya intercambio de proyectos, de profesorado, de alumnado y se vayan creando proyectos de docencia y de investigación conjunta”, añade.
Ozaeta sostiene que el equipo de Unifranz llegó a España con una maleta de cuatro proyectos bajo el brazo, mismos que fueron formulados y trabajados en octubre y profundizados a lo largo de estos tres meses.
“El eje de esta especialización será el desarrollo de dichos proyectos. Son proyectos estratégicos con un potencial realmente interesante que esperamos que genere un impacto y un desarrollo en el ciclo estratégico 2024 – 2028 en Unifranz”, acota.
Transformación a largo plazo
El programa no solo busca resultados inmediatos, sino que está diseñado para tener un impacto a largo plazo. Ozaeta añade que “esta experiencia nos permite abrir un ciclo continuo de reflexión e innovación. Los procesos de transformación no son lineales; requieren evaluación y ajustes constantes. Sin embargo, estamos convencidos de que no hay vuelta atrás. Estamos redefiniendo las formas de enseñar y aprender para responder a los desafíos de los tiempos que vivimos”.
En la misma línea, Mikel Etxaburu, también experto de la Universidad de Mondragón añade que la idea es “seguir profundizando, evaluando y mejorando nuestra mirada transformadora. Compartimos camino y compartimos esfuerzos e ilusiones; aprendemos el uno del otro y crecemos”.
El intercambio entre Mondragón y Unifranz representa un modelo de colaboración internacional que busca abordar las necesidades educativas de manera innovadora y sostenible. Este esfuerzo no solo impactará a los estudiantes y docentes involucrados, sino que también sentará las bases para un cambio sistémico en la educación superior en Bolivia.
“Estamos aprendiendo y copiando lo mejor que Mondragón nos ofrece para cumplir con el propósito de innovar en Bolivia”, concluye Ariel Villarroel, quien reflexiona que “con cada interacción y cada proyecto, estamos construyendo un puente hacia una educación más inclusiva, relevante y transformadora”.
Mondragon Unibertsitatea
Ubicada en Euskal Herria, Mondragon Unibertsitatea forma parte del Grupo Mondragón, un conglomerado cooperativo compuesto por más de 100 cooperativas que operan en sectores como finanzas, consumo, distribución y conocimiento. Se distingue por su modelo educativo cooperativo y su estrecha relación con la industria y la realidad empresarial.
Ofrece una experiencia de formación y aprendizaje integrando las necesidades de formación e investigación de las empresas, de las organizaciones y de la sociedad.