Trabajo global: remoto, tecnológico y con impacto ecológico

Por Leny Chuquimia

La pandemia y los avances tecnológicos han hecho que la forma en que trabajamos cambie a un ritmo acelerado. Los esquemas tradicionales van quedando atrás para dar paso a un empleo global actual que se construye sobre tres grandes pilares: digitalización, flexibilidad y sostenibilidad. 

Según el último informe del Foro Económico Mundial sobre el futuro del trabajo, el 23% de los empleos globales cambiará para 2027, y al menos el 44% de las habilidades laborales actuales podrían quedar obsoletas en ese mismo periodo. 

La inteligencia artificial (IA), la automatización, la transición verde y el trabajo remoto están rediseñando las dinámicas laborales, rompiendo fronteras físicas y creando nuevos perfiles profesionales. En este escenario, los trabajadores no solo deben adaptarse, sino también anticiparse a las nuevas exigencias del mercado internacional.

Para ello, las oportunidades académicas son -sin duda- un factor muy importante. “Los programas de internacionalización, a nivel profesional, son muy importantes. A través de ellos se pueden establecer una red de contactos internacionales que muchas veces abren nuevas puertas laborales y de formación en posgrados que responden a la demanda actual”, señala Iván Menacho, asesor de Movilidad Estudiantil de la sede La Paz de Unifranz.

¿Qué es el empleo global?

El empleo global se refiere a un mercado interconectado, donde diferentes empresas pueden contratar talento desde cualquier parte del mundo. Los trabajadores pueden desempeñarse de forma remota, sin importar su ubicación. Esto amplía las oportunidades laborales, pero también exige una mayor preparación cultural, legal y técnica.

Entre las ventajas se puede decir que hay una mayor oferta, competitividad y posibilidad de  contrataciones internacionales. Y es que las empresas ya buscan perfiles especializados más allá de las fronteras.

Al tener como base el trabajo remoto y flexible hay autonomía para elegir cuándo y dónde realizar las tareas. Al mismo tiempo, una experiencia intercultural como esta genera mayor desarrollo profesional y personal.

Pero las tendencias identificadas por organismos como el WEF, la OCDE y el FMI apuntan a un cambio estructural. Este va más allá del trabajo a distancia, una herencia de la pandemia por el Covid-19.

Profesiones digitales

Entre los cambios está la demanda por profesiones digitales. Un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que el 40% del empleo mundial ya está directamente relacionado con la IA, tecnología que redefine tareas, roles y competencias en todos los niveles. 

Aunque parece una amenaza, este cambio puede convertirse en una oportunidad. En este campo los empleos detectados son para desarrolladores, expertos en ciberseguridad, analistas de datos, conocimientos que, más que una ventaja, son hoy una necesidad.

Empleos verdes 

Otra veta laboral importante es la expansión de empleos verdes. Esta tendencia global va en aumento impulsada por la necesidad de abordar el cambio climático y promover la sostenibilidad. 

También conocidos como «green jobs«, están enfocados a reducir el impacto ambiental de las actividades humanas, promoviendo la eficiencia energética, la gestión sostenible de recursos y la protección de ecosistemas. La demanda gira en torno a ingenieros ambientales, técnicos en energía renovable, consultores en sostenibilidad.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estos trabajos no terminan necesariamente en bienes o servicios ambientales. 

Cómo prepararse para no quedarse atrás

La diversificación en la formación es clave para enfrentar esta transición. Cursos virtuales, programas de certificación y plataformas de autoaprendizaje permiten que miles de personas en el mundo accedan a nuevas habilidades sin abandonar sus trabajos. Esto facilita la conciliación entre el desarrollo profesional y la vida personal.

Hoy, formarse en habilidades digitales, inteligencia emocional, liderazgo colaborativo o manejo de datos es primordial. La mayoría de las empresas que lideran el cambio buscan empleados con capacidad de adaptación, pensamiento crítico y compromiso con la mejora continua.

El empleo global ya no es una promesa, sino una realidad en marcha. La automatización y la inteligencia artificial no eliminarán todos los trabajos, pero sí exigirán una constante reinvención. En este nuevo escenario, aprender a aprender será la clave.

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