Por Manuel Filomeno
Las nuevas dinámicas laborales, impulsadas por la pandemia y la digitalización, han cambiado radicalmente la manera de trabajar. Si bien estas transformaciones permiten una mayor flexibilidad y conectividad, también generan efectos colaterales graves en la salud mental de los trabajadores: el estrés, la ansiedad y el temido síndrome de burnout se han vuelto protagonistas de la vida profesional moderna.
Carlos Taboada, administrador de empresas de 35 años, siente que nunca puede desconectarse. “Salgo de la oficina, pero sigo pendiente del celular, recibo llamadas a la medianoche y correos que no puedo ignorar. Siento que no puedo relajarme ni un segundo; siempre hay incendios que apagar. Mi jornada laboral nunca termina”.
Este testimonio es reflejo de una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo: la hiperconexión y la indefinición de los horarios laborales. La tecnología, que prometía facilitarnos la vida, ha borrado las fronteras entre el trabajo y el descanso, generando graves consecuencias en el bienestar de los trabajadores.
El impacto de las nuevas dinámicas laborales en la salud mental
Según Karina Sánchez Apaza, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, el entorno laboral moderno presenta un desafío creciente para la salud mental de los colaboradores.
“A largo plazo, el Síndrome de Burnout puede contribuir al deterioro de la salud mental y física del individuo, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos psicológicos como la depresión y disminución general de la calidad de vida”, explica Sánchez.
Los estudios respaldan esta afirmación. Un informe de InfoJobs sobre abandono laboral en 2022 reveló que el 32% de los trabajadores que consideraron dejar su empleo lo hicieron por cuidar su salud mental, incluso por encima de factores económicos.
Por otro lado, la Guía del Mercado Laboral de Hays indica que el 43% de los empleados sufre fatiga laboral debido a jornadas excesivas y a la presión constante por entregar resultados.
Más trabajo, menos descanso
A principios del siglo XX, la jornada de ocho horas laborales fue un avance revolucionario que permitió repartir el día en trabajo, descanso y vida personal. Hoy, ese equilibrio está en peligro.
“La tecnología nos mantiene conectados 24 horas al día, 7 días a la semana y ha distorsionado las normas básicas del descanso. Ahora, la jornada laboral puede ser cualquier momento del día”, señala un estudio de Movistar España. Las aplicaciones de mensajería y los correos electrónicos perpetúan la sensación de “estar siempre disponibles”.
Esto impacta negativamente en:
- El tiempo de ocio y recreación
- La calidad del sueño y el descanso efectivo
- Las relaciones familiares y personales
El Estudio de Harvard sobre la felicidad evidencia que el tiempo laboral y personal están interconectados. Cuando uno se ve afectado, el otro también se resiente. “El estrés laboral no solo queda en la oficina, también permea las relaciones en casa y la vida cotidiana”, concluye el informe.
La búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha convertido en una prioridad, especialmente en América Latina. La encuesta “Talent Trends 2023: La revolución invisible”, de Michael Page, revela que 7 de cada 10 personas prefieren proteger su salud mental antes de alcanzar el éxito profesional.
Miguel Velarde, coordinador de Selección y Capacitación en Unifranz, explica que “esta tendencia refleja un mayor reconocimiento de la importancia de la salud mental y una nueva percepción del éxito. Hoy, muchas personas prefieren un empleo que les permita el equilibrio personal, incluso si eso significa renunciar a ascensos tradicionales”.
¿Por qué las empresas deben cuidar la salud mental de sus colaboradores?
El cuidado de la salud mental no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece a las empresas.
“Cuidar la salud mental de los trabajadores contribuye a su bienestar general, aumenta la productividad y reduce el estrés laboral, que es una verdadera pesadilla para muchas organizaciones”, señala Sánchez.
Las empresas que priorizan el bienestar de sus colaboradores obtienen:
- Mayor retención de talento, porque los empleados felices son más leales.
- Mayor productividad, porque los trabajadores mentalmente sanos rinden más.
- Mejor reputación porque la organización se posiciona como una marca empleadora atractiva.
“Las organizaciones que priorizan la salud mental tienden a ser más exitosas en términos de productividad y retención de talento, además de mejorar su reputación en el mercado laboral”, agrega Velarde.
Construir un entorno laboral saludable
Las empresas del siglo XXI deben replantear sus dinámicas y ofrecer un ambiente laboral más equilibrado, promoviendo:
- Políticas de desconexión digital: establecer horarios claros para el trabajo y el descanso.
- Apoyo psicológico: implementar programas de bienestar mental.
- Jornadas flexibles: adaptarse a las necesidades individuales de los colaboradores.
La salud mental es un pilar fundamental en el entorno laboral moderno. Sin equilibrio entre vida y trabajo, los efectos del estrés, el agotamiento y el burnout seguirán afectando la productividad, la calidad de vida y la felicidad de los trabajadores.