¿Qué cuidados debemos tener frente al frío polar?

Por Paula Beatriz Cahuasa

Imagen Unifranz

Con el arribo anticipado del frío polar en varios países de Sudamérica y que se extenderá en el país hasta el martes 3 de junio, las autoridades sanitarias y expertos en salud han encendido las alertas frente al aumento de enfermedades respiratorias. 

“El virus de la gripe y otras enfermedades se multiplica en las vías respiratorias y provoca síntomas. Si el paciente no tiene una alimentación que incluya macro y micronutrientes —como proteínas, vitaminas y minerales— será más propenso a padecer estas infecciones”, explica Magaly Bishop, médico y docente de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

En ciudades como La Paz, donde las temperaturas caen por debajo de los 0°C y se ha emitido una alerta roja en más de 50 municipios, se han implementado medidas excepcionales, incluyendo clases a distancia y campañas de vacunación intensiva. Sin embargo, los cuidados individuales siguen siendo el pilar más importante frente al avance de virus respiratorios como la influenza, el VSR (virus sincitial respiratorio), el AH3N2, y el AH1N1.

La situación epidemiológica actual se caracteriza por un alza de casos de gripe, bronquiolitis, neumonía, rinitis, asma y Covid-19. En poblaciones vulnerables —como adultos mayores o niños pequeños—, estas afecciones pueden derivar en internaciones o incluso muertes. De ahí la necesidad de reforzar las estrategias de prevención y cuidado personal.

Aunque los síntomas de la gripe y otras enfermedades respiratorias suelen ser leves, hay signos que no deben pasarse por alto. Según Bishop, se debe acudir al médico si se presenta fiebre alta persistente (más de 38°C), dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos con mucosidad verdosa o con sangre, deshidratación o un empeoramiento de los síntomas después de una semana.

Siete consejos fundamentales para enfrentar el frío polar

Bishop propone una serie de medidas prácticas, basadas en evidencia y accesibles, para prevenir enfermedades respiratorias y sobrellevar las olas de frío intenso:

  1. Beber líquidos calientes y mantenerse hidratado

Consumir agua, infusiones de hierbas, caldos y bebidas tibias con limón ayuda a mantener las mucosas hidratadas y fortalece el sistema inmunológico. El limón, rico en vitamina C, es especialmente recomendado.

  1. Mantener una alimentación saludable y rica en nutrientes

Seguir las cinco leyes de la alimentación (completa, variada, equilibrada, adecuada y libre de patógenos) para mantener un sistema inmunológico fuerte, las vitaminas y minerales juegan un rol esencial.

  1. Dormir bien y reducir el estrés

El descanso adecuado y el manejo del estrés son aliados del sistema inmunológico. La falta de sueño o el estrés crónico aumentan la vulnerabilidad frente a infecciones respiratorias.

  1. Ventilar los ambientes incluso en días fríos

Abrir las ventanas algunos minutos cada día permite renovar el aire y reducir la carga viral en espacios cerrados, disminuyendo el riesgo de contagio en el hogar o el trabajo.

  1. Lavarse las manos frecuentemente y mantener higiene en el hogar

El lavado de manos con agua y jabón sigue siendo una de las principales barreras contra los virus. También se recomienda limpiar y desinfectar las superficies de uso común.

  1. Evitar cambios bruscos de temperatura y usar ropa adecuada

Los contrastes térmicos debilitan las defensas naturales del cuerpo. Es fundamental abrigarse en capas, proteger cuello y vías respiratorias, y evitar exponerse al frío sin protección.

  1. Evitar el contacto con personas enfermas y quedarse en casa ante síntomas

Bishop recalca la importancia del aislamiento responsable. Si hay fiebre o síntomas gripales, es mejor evitar el contacto con otras personas hasta al menos 24 horas después de desaparecer la fiebre sin uso de antitérmicos.

El rol de la vacunación

El Ministerio de Salud insiste en la necesidad de reforzar la cobertura de vacunas contra la gripe y el COVID-19. Las personas mayores, niños pequeños, embarazadas, personas inmunocomprometidas y con enfermedades crónicas son prioritarios. Aunque la vacuna no siempre impide el contagio, sí reduce considerablemente la gravedad de los cuadros.

“La vacuna es la mejor medida de prevención. No siempre evita el contagio, pero reduce significativamente la posibilidad de cuadros graves o muertes”, acota Bishop.

El frío polar no solo exige cuidados frente a las bajas temperaturas, sino también una preparación consciente y preventiva ante los virus que se intensifican en esta época. La higiene, la alimentación, el descanso y la vacunación son pilares fundamentales para mantenerse sano. Como recuerda Bishop, estar informados y atentos a los síntomas puede marcar la diferencia entre un resfriado leve y una complicación grave.

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Paula Beatriz Cahuasa

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