Primeros auxilios psicológicos: el arte de sostener el alma en los momentos más críticos

Ante un evento traumático, o en medio del caos emocional, la voz serena y un oído dispuesto a escuchar puede marcar la diferencia entre un estado de angustia y contener la calma. Los primeros auxilios psicológicos (PAP) se han convertido en una herramienta esencial para contener el dolor emocional en situaciones de crisis. Pero, ¿en qué consisten realmente y por qué son tan poderosos?
Olga San Miguel Rodriguez, directora de servicios estudiantiles de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que el trauma se caracteriza por la sobrecarga emocional que genera un evento, y si no se contiene adecuadamente desde el inicio, el impacto puede desencadenar en otros trastornos, lo más frecuente es el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
“Una adecuada implementación de PAP permite que la persona se recupere de la sensación de estabilidad y control, lo cual es esencial para su recuperación. El acompañamiento psicológico es importante para que la persona se sienta respaldada y no experimente sensación de soledad que pueda empeorar su situación de tal modo que activa sus recursos psicológicos y presenta mejor afrontamiento de problemas”, explica San Miguel.
Uno de sus principales beneficios es la reducción inmediata del nivel de angustia. Cuando una persona se siente escuchada y comprendida, se activa una respuesta de regulación emocional que disminuye la intensidad del shock psicológico. La simple presencia de alguien entrenado puede restaurar la sensación de control en medio del desorden.
Otros de los beneficios generales que los PAP brindan a las personas que atravesaron un evento traumático son:
- Accesibilidad. Pueden ser aplicados por no especialistas (como maestros, bomberos o voluntarios) tras una capacitación especial.
- Inmediatez. Proporcionan alivio rápido en momentos de crisis, reduciendo el riesgo de complicaciones psicológicas.
- Flexibilidad. Son adaptables a diferentes contextos culturales y tipos de crisis (desastres, conflictos, emergencias médicas).
- Fomento de la resiliencia. Ayudan a las personas a recuperar el control y a conectar con redes de apoyo.
Los primeros auxilios psicológicos ayudan a brindar contención emocional inmediata a personas que atraviesan situaciones de crisis, estrés intenso o eventos traumáticos. Su principal función es aliviar el malestar psicológico inicial, estabilizar emocionalmente a la persona afectada y ofrecer un espacio seguro donde pueda sentirse escuchada, comprendida y acompañada.
Además, facilitan la reconexión con recursos personales y sociales, previenen el agravamiento del trauma y actúan como puente hacia una posible atención profesional, promoviendo así una recuperación más saludable y resiliente desde el primer momento.
“Al tratarse de una intervención inmediata y puntual, ayuda a que la persona pueda manejar una situación de shock emocional como reacción a cualquier situación que le produce crisis (personal, familiar, laboral, situación de accidentes, desastre natural, pérdida repentina o situación de trauma) en la cual no se implementa una psicoterapia, más bien es contener, orientar y coadyuvar a que la persona encuentre su propio equilibrio emocional a partir de brindar seguridad, soluciones centradas en el problema y disminuir los efectos de dicho evento a futuro”, explica la académica.
Estos auxilios tienen una misión clara: ofrecer apoyo, calma y orientación. No se trata de profundizar en el trauma, sino de validar emociones, brindar seguridad, reconectar con recursos personales y ofrecer una red de contención. En muchos casos, su aplicación oportuna puede evitar el desarrollo de trastornos más graves como el estrés postraumático o la depresión aguda.
Un estudio publicado en el Journal of Mental Health Counseling (revista académica) evaluó el modelo de PAP desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados mostraron que los PAP ayudan a reducir síntomas de estrés agudo y previenen el desarrollo de trastorno de estrés postraumático (TEPT) en las primeras semanas tras un evento traumático.
Las primeras intervenciones psicológicas no sustituyen a la terapia profesional, pero actúan como un salvavidas emocional inmediato. Son intervenciones breves, diseñadas para ayudar a las personas a enfrentar un evento traumático o una situación de gran estrés. Se aplican en los primeros minutos u horas tras un suceso impactante: accidentes, desastres naturales, violencia, pérdidas inesperadas, entre otros.
Por ejemplo, los desastres naturales como el terremoto en Turquía y Siria en febrero de 2023, con magnitud 7.8, con miles de víctimas y desplazados. Los sobrevivientes enfrentaron pérdida de seres queridos, destrucción de hogares y estrés agudo. Los PAP se aplicaron para brindar contención emocional, especialmente a niños y familias en refugios, ayudando a normalizar reacciones como miedo o insomnio.
El conflicto en Ucrania (2022-2025), donde la guerra ha expuesto a millones a bombardeos, desplazamientos y pérdidas. La necesidad de PAP en refugiados y civiles en zonas de conflicto ha requerido ayuda para manejar el estrés agudo. Algunas ONGs internacionales han implementado PAP en campamentos, donde promovieron calma y resiliencia.
“Es importante señalar que no se trata de un proceso terapéutico, más bien es una intervención puntual que busca identificar un problema principal; brinda apoyo, soporte psicológico y que posteriormente puede ser tratado con especialistas de acuerdo a la naturaleza del caso”, asegura San Miguel.
En definitiva, los primeros auxilios psicológicos no solo alivian el sufrimiento inmediato, sino que siembran la semilla de la recuperación. Son una muestra de que la empatía, bien canalizada, también puede ser una forma de medicina. Porque cuando el alma duele, una presencia compasiva puede ser el mejor remedio.