Pasantías y voluntariados sellan el pasaporte de María Gómez tras su movilidad estudiantil

Por Andres Zankis

Por: Ximena Rosales

Desde Santiago de Chile, María Gómez, estudiante de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, persigue el sueño de convertirse en una psicóloga de clase mundial. La joven boliviana disfruta de su movilidad estudiantil en la Universidad Bernardo O’Higgins, institución que le ha permitido realizar una pasantía en la Clínica HablaCadabra y participar en actividades de voluntariado.

A sus 21 años, la joven sueña con especializarse en Psicología clínica y jurídica, abrir su propia clínica interdisciplinaria y ofrecer un enfoque de atención centrado en el trato humano. Para lograrlo, sabía que debía ir más allá de las aulas, explorar nuevas realidades y desafiarse a sí misma.

“El intercambio me ha abierto la mente, sin duda, estoy aprendiendo bastante, por ejemplo, a dar terapia desde la empatía. Esta experiencia cambia mi forma de ver a las personas y de ejercer mi vocación”, explica Gómez.

La historia de María es el reflejo de una tendencia cada vez más relevante: la formación profesional de los jóvenes ya no se limita al cumplimiento de materias. En un mundo globalizado e interconectado, los futuros profesionales necesitan vivir experiencias que los preparen para actuar con criterio, apertura y sensibilidad en contextos diversos y complejos.

La movilidad estudiantil se convierte en una herramienta poderosa. Unifranz, ha incorporado la internacionalización como un pilar esencial de su modelo educativo. A través de convenios con universidades en cinco continentes, brinda a sus estudiantes la posibilidad de internacionalizar su formación, adquirir nuevas perspectivas y desarrollar competencias globales.

“Es parte del ADN de nuestra universidad. Buscamos que nuestros estudiantes aprendan desde la experiencia y se integren al mundo global en el que vivimos. Quienes participan en estos programas regresan con mayor seguridad, una mente abierta y nuevas herramientas para su vida profesional”, explica Adriana Zenteno, asesora de Movilidad Estudiantil de Unifranz.

María lo confirma. Destaca que lo aprendido en Unifranz, desde el primer semestre, le dio la preparación necesaria para afrontar esta experiencia con confianza. “Las prácticas desde primer semestre me prepararon para asumir estos retos con seguridad”.

Pero no todo es académico. Para María, una de las riquezas más grandes del intercambio ha sido la dimensión cultural. Conocer personas de Europa y Latinoamérica la ha hecho valorar sus raíces y reafirmar su autenticidad. “Encontrás personas como vos donde sea que vayas. Lo importante es no perder tu esencia”, reflexiona.

Unifranz acompaña a sus estudiantes durante todo el proceso de internacionalización, brindando orientación académica, seguimiento y opciones de beca. La historia de María demuestra que la movilidad estudiantil no solo abre puertas: transforma la forma de aprender, de relacionarse y de construir el futuro.

La Universidad Bernardo O’Higgins es una fundación de derecho privado sin fines de lucro que ha sido creada en el año 1990. Es una Institución de Educación Superior acreditada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Chile.

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