Pádel, el deporte que conquista Bolivia y transforma la vida de los jóvenes

¿Qué tienen en común Shakira, Enrique Iglesias, Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Rafael Nadal, Antonio Banderas y Gerard Butler? Además de la fama, todos comparten la pasión por el pádel. Este deporte, que ha conquistado a celebridades y deportistas de élite, ha logrado en poco tiempo lo que pocos consiguen: unir generaciones, derribar barreras sociales y conectar a millones de personas.
Más allá de la competencia, este deporte promueve valores como el trabajo en equipo, solidaridad y bienestar integral. Un ejemplo claro de este impulso al deporte en edades tempranas es el Torneo Intercolegial de Pádel Copa Unifranz, una iniciativa pionera que fomenta la práctica deportiva desde el ámbito escolar, fortaleciendo no solo el cuerpo, sino también la mente y el carácter de los estudiantes.
“El pádel es un deporte que está ganando terreno en nuestro país y Unifranz apuesta por el desarrollo del mismo.”, asegura Ismael Montes, director de la Copa Unifranz, quien destaca que, el año pasado, más de 150 jóvenes participaron en el torneo que tuvo como ganadores a Leonardo López y Diego Álvarez, del colegio Franco Boliviano de Santa Cruz.
Se estima que 30 millones de personas practican pádel en todo el mundo, una cifra que crece de forma exponencial cada año y posiciona a esta disciplina como uno de los deportes de mayor expansión global. Bolivia no se queda atrás: con el mismo entusiasmo, el pádel va ganando terreno, especialmente entre los más jóvenes, quienes encuentran en este deporte una nueva forma de conexión, desafío y diversión.
Un deporte para todos
A diferencia de otros deportes, el pádel tiene una virtud invaluable: es integrador. No exige grandes destrezas iniciales ni un nivel físico específico. Lo que lo hace más entretenido para niños, mujeres, varones, adultos mayores.
Ese potencial inclusivo ha sido una de las razones que motivaron a la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, a impulsar el torneo intercolegial de pádel en 2023 y 2024. Ambos eventos no solo congregaron a estudiantes, sino que también despertaron un fuerte sentido de comunidad, amistad y superación personal entre los participantes.
“Es un deporte que genera muchas habilidades o competencias blandas en el estudiante o deportista, por eso queremos impulsar este deporte a fin de desarrollar competencias que promuevan el trabajo en equipo, el pensamiento lateral y el pensamiento estratégico. La misión de Unifranz es formar seres humanos integrales, y eso también se logra fuera del aula”, afirma el también director nacional de Marketing y Comunicación de esta Casa de Estudios Superiores
El pádel nació casi por casualidad. Fue en Acapulco, México, a fines de los años 70, cuando Enrique Corcuera, un empresario que no tenía espacio suficiente para una cancha de tenis, decidió construir una más pequeña en su casa. Le añadió paredes, una red al medio y, sin saberlo, dio origen a un deporte que hoy se practica en más de 130 países, como España, Argentina, Brasil, Canadá, Uruguay, Chile, Reino Unido y Estados Unidos.
¿Cómo se juega al pádel?
El pádel se juega en parejas y combina elementos del tenis y del ráquet. La cancha es más pequeña (20 metros de largo por 10 de ancho) y está rodeada por paredes laterales de tres metros y fondos de cuatro, lo que permite jugadas dinámicas y rebotes estratégicos.
Los jugadores utilizan una pala (una raqueta de madera sin cuerdas) y pelotas similares a las de tenis, pero con menor rebote. El objetivo es lograr que la pelota toque el suelo del campo contrario dos veces o forzar errores del oponente, como sacar la pelota fuera de la cancha o tocar la red.
El juego se desarrolla en sets: quien gane dos de tres sets se lleva el partido. Las posiciones se dividen en “drive” (jugador derecho) y “revés” (jugador izquierdo), cada una con un enfoque táctico distinto.
Deporte, salud y educación
Más allá del juego, el pádel se ha convertido en una herramienta poderosa para el desarrollo físico, mental y emocional de los jóvenes.
“Este deporte es una excusa perfecta para salir del sedentarismo, socializar, aprender a ganar y a perder, y sobre todo, construir relaciones sanas”, destaca Montes y añade que es por eso que Unifranz apuesta a que el pádel siga creciendo en el país.
Montes agrega que, actualmente, Unifranz prepara la tercera versión de la Copa Intercolegial Padel 2025 y que se prevé una mayor cantidad de participantes.
En un contexto donde el uso excesivo de la tecnología, el estrés escolar y el aislamiento social preocupan a padres y educadores, el pádel aparece como una alternativa accesible, moderna y efectiva para conectar a los jóvenes con el bienestar integral.
¿Por qué el pádel está de moda?
Detrás de cada tendencia hay una razón. En este caso, el éxito del pádel se debe a una mezcla de factores: es fácil de aprender, divertido, inclusivo, y muy social. Se adapta a cualquier edad y condición física, y eso lo vuelve irresistible tanto para principiantes como para atletas experimentados.
En el caso de Bolivia, aunque llegó más tarde que en otros países, el pádel ya está marcando un antes y un después. Con la apertura de nuevas canchas, torneos juveniles en marcha y una comunidad creciente en redes, el país se posiciona como un nuevo punto en el mapa de esta disciplina.
Y lo más prometedor es que los protagonistas del cambio son los jóvenes. “Estamos sembrando una semilla que dará frutos no solo en lo deportivo, sino en la formación de mejores ciudadanos. Impulsamos la práctica de este deporte para que vaya acompañada del desarrollo de competencias que es muy importante en la actualidad”, concluye el director de Marketing y Comunicación de Unifranz.