No basta con un título: el modelo Unifranz para competir en un mercado laboral implacable

Por Lily Zurita Zelada

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El mundo laboral no es amable. Es competitivo, cambiante y exige resultados. Las reglas se transforman constantemente y solo quienes cuentan con las habilidades, competencias y experiencia necesarias logran abrirse camino, sostenerse y crecer. En ese escenario, la educación superior ya no puede limitarse a entregar títulos: debe formar profesionales capaces de enfrentar un mercado laboral salvaje, tanto en Bolivia como a escala internacional.

Con esa premisa, la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, desarrolla un modelo educativo innovador basado en el Aprender Haciendo, que prepara a sus estudiantes para la realidad del trabajo desde el primer día de carrera. El aula deja de ser un espacio aislado y se convierte en un laboratorio donde se analizan problemas reales, se diseñan soluciones concretas y se trabaja bajo presión, tal como ocurre en el mundo profesional.

“El mercado laboral no perdona la improvisación. Por eso nuestro modelo educativo está pensado para formar personas capaces de adaptarse, aprender continuamente y responder con excelencia a escenarios complejos”, señala Gustavo Montaño, vicerrector Académico Nacional de Unifranz.

Uno de los pilares de este modelo son los proyectos integradores, experiencias académicas que articulan distintas asignaturas y disciplinas para resolver desafíos reales. Los estudiantes trabajan en equipo, toman decisiones, asumen roles y enfrentan consecuencias, desarrollando competencias clave como pensamiento crítico, liderazgo, comunicación efectiva y trabajo colaborativo.

A este enfoque se suma una fuerte apuesta por la internacionalización, entendida no solo como movilidad académica, sino como una forma de pensar la formación profesional con estándares globales. Unifranz establece alianzas con universidades de referencia, participa en redes internacionales y promueve experiencias que permiten a sus estudiantes medir sus capacidades frente a contextos y exigencias del mundo.

“El objetivo es que nuestros graduados puedan desempeñarse con solvencia y competitividad tanto en Bolivia como fuera del país. Las competencias ya no son locales, son globales”, explica Montaño.

La calidad educativa es otro eje estratégico. En un contexto que cambia a gran velocidad, Unifranz mantiene sus programas en constante revisión, innovación y adecuación, alineando contenidos, metodologías y evaluaciones a las demandas reales del presente y del futuro laboral. Este proceso no es interno ni declarativo: se somete a mecanismos de evaluación externa basados en estándares internacionales.

Un reflejo de este compromiso es la participación de Unifranz en el sistema QS Stars, uno de los esquemas de evaluación universitaria más reconocidos a nivel global, que certifica aspectos como empleabilidad, impacto social, calidad académica, gobernanza e infraestructura. Para la universidad, esta evaluación es una forma de validar, con criterios internacionales, que su modelo educativo genera resultados concretos.

“El QS Stars permite evidenciar que la formación tiene impacto real en la empleabilidad de los graduados y en la contribución social de la universidad”, destaca Montaño.

En un mercado laboral donde la competencia es intensa y el cambio permanente, Unifranz apuesta por formar profesionales resilientes, preparados y conscientes de su rol en la sociedad. Personas que no solo sobrevivan al mundo laboral, sino que sean capaces de liderar, innovar y transformar su entorno.

Porque en un mundo laboral salvaje, la diferencia no la marca el azar, sino la preparación. Y esa preparación empieza mucho antes del primer empleo.

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