Nicole Guerrero y la apuesta por convertir el desperdicio en esperanza

Por Leny Chuquimia

Nicole Guerrero Ruiz, fundadora del Banco de Alimentos de Bolivia.

A diario, en Bolivia, toneladas de alimentos terminan en la basura, mientras que miles de familias no tienen qué comer. Para la mayoría de las personas es una contradicción dolorosa pero “normal”. Para Nicole Guerrero, fue el punto de partida para una idea que cambió su vida y a partir de ella la de muchas otras personas.

Nicole Guerrero Ruiz es una joven líder social boliviana y una de las fundadoras del Banco de Alimentos de Bolivia (BAB), la primera organización del país dedicada de manera estructurada al rescate de alimentos en buen estado para su redistribución entre poblaciones vulnerables. Su historia es la de una estudiante que decidió no conformarse con estudiar la realidad, sino transformarla.

“Cada mes llevamos alimentos a 30 mil personas. Empezamos con algo muy pequeño, sin fondos como la mayoría de bancos de alimentos y fundaciones a nivel mundial. Nos enfrentamos a muchos desafíos, pero pudimos consolidarnos y superarlos para dar paso a lo que somos ahora”, señala Guerrero. 

Guerrero será speaker del TEDx Unifranz 2025, una iniciativa de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). El evento no es solo una sucesión de charlas, sino un laboratorio de ideas vivas, un punto de encuentro entre quienes buscan comprender y transformar su entorno. Se realizará en Cochabamba, Bolivia, el 10 de diciembre.

Un cambio de chip 

En cada historia siempre hay un antes y un después, un detonante que despierta las ideas y las pasiones. Para Nicole fue su retorno al país tras un intercambio estudiantil que realizó como parte de su formación profesional.

Tras ver otras realidades regresó con el objetivo de rodearse de personas apasionadas. Buscaba compartir intereses más allá de las aulas y lo académico, un grupo de estudiantes con quienes pudiera desarrollar todas estas habilidades blandas que no suelen ser parte de la educación superior tradicional.

“Ahí me di cuenta que los proyectos de impacto social ambiental es lo que me mueve”, señala cuando recuerda ese momento en el que la idea nació. 

De la idea a la acción social

La iniciativa nació en 2017, cuando Nicole, junto a otros compañeros, detectó una problemática alarmante, mientras supermercados, mercados y empresas desperdiciaban grandes cantidades de alimentos, miles de personas atendidas por albergues, comedores y centros comunitarios pasaban hambre.

Investigaron, analizaron modelos internacionales y concluyeron que Bolivia necesitaba un sistema formal que conectara alimentos excedentes con personas necesitadas. Así nació la idea del Banco de Alimentos de Bolivia.

Un año después, en julio de 2018, realizaron su primera entrega oficial, 87 kilos de frutas y verduras rescatados y donados a un hogar infantil. Aquella pequeña acción marcaría el inicio de una estructura nacional de ayuda alimentaria.

Lo que empezó como una idea pronto creció, bajo el liderazgo de Nicole, su cofundador Jheysson Cruz, el Banco de Alimentos de Bolivia se consolidó como una organización formal, con procesos logísticos, alianzas empresariales y una creciente red de voluntarios.

En la actualidad, el BAB no solo recupera alimentos, sino que gestiona donaciones, coordina entregas, capacita voluntarios y promueve la conciencia social sobre el desperdicio de alimentos. Nicole ocupa el cargo de Directora General de Asuntos Externos, desde donde articula relaciones con empresas, instituciones y organizaciones sociales.

Su trabajo ha sido clave para que importantes empresas confíen en la organización como un canal transparente y responsable para donar alimentos.

Más que comida: dignidad

Para Nicole, no se trata solo de repartir bolsas con alimentos. Su discurso es claro: “No damos caridad, damos oportunidades”. El banco llega a comedores populares, centros de acogida, hogares de niños, comunidades rurales y organizaciones sociales donde el alimento es una urgencia diaria.

Cada entrega significa no solo comida en la mesa, sino alivio, esperanza y continuidad. 

El impacto del Banco de Alimentos de Bolivia fue reconocido también a nivel internacional, cuando la organización obtuvo una certificación de seguridad alimentaria que garantiza sus procesos de manejo, almacenamiento y distribución.

Esto posicionó al banco boliviano como una institución confiable y profesional, y consolidó el liderazgo de Nicole como una de las jóvenes referentes del emprendimiento social en el país.

Una generación que no espera

La historia de Nicole Guerrero es el reflejo de una nueva generación que no espera a que otros solucionen los problemas. Su trabajo demuestra que la juventud no es sinónimo de inexperiencia, sino de visión, acción y coraje.

Desde los pasillos de los mercados hasta los centros de acogida, Nicole convirtió una idea en una red de solidaridad que hoy alimenta a miles de personas. Su historia es una prueba de que el cambio no siempre llega desde el poder, sino desde la convicción.

Porque a veces, basta una persona para transformar el desperdicio en dignidad.

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