Por Beatriz Cahuasa
El ser padre primerizo despertó en Adrián Calderón una necesidad imperiosa de generar bienestar y proteger a su retoño. En la tecnología encontró una gran aliada para la creación de “Nana”, una plataforma y dispositivo de monitoreo que apoya a los padres a controlar el sueño de los pequeños, alerta en caso de que hayan despertado, mide la temperatura del ambiente en el que se encuentran o avisa sobre la presencia de extraños a su alrededor, con reconocimiento facial basada en la inteligencia artificial (IA) y sensores.
La plataforma está estrechamente relacionada con el dispositivo, es encargada de llevar la agenda de responsabilidades que los padres deben cumplir con el niño –de entre 3 meses a 5 años– como vacunas, visitas médicas, horas de comida, tiempo de juego, entre otros.
“Nana fue inspirada en la persona que te ayuda a cuidar a tus hijos”, dice el joven de 26 años, estudiante de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, al momento de describir su proyecto.
La palabra “Nana” es una derivación de las voces latinas nonnus y nonna, con las cuales se designaba a los abuelos y a las niñeras.
“La inspiración fue mi gestión de sueño, el que haya una herramienta que me despierte cuando el niño lo haga me ayuda a dormir mejor y con cierta tranquilidad (…). Es un motivo más para desarrollar proyectos que ayuden a padres como yo”, apunta.
“La plataforma está indexada al dispositivo que cuenta con sensores interiores y exteriores que detectan proximidad, temperatura, alcance, distancia y reconocimiento facial para ver en qué estado emocional está el bebé, ambientes de la temperatura, si hace calor o frío”, dice el papá primerizo.
“Fue muy difícil para nosotros al principio (…). Nos resultaba costoso atender al bebé y seguir estudiando al mismo tiempo. Por eso, decidí enfocar mi carrera en el cuidado de mi bebé”, comenta Adrián.
El proyecto de Adrián forma parte de los múltiples proyectos que jóvenes presentan cada semestre, en lo que en Unifranz, se denominan “Proyectos Integradores”. La asignatura permite proyectar soluciones a problemas reales de la gente, aplicando todo lo aprendido.
“Los proyectos reflejan el aprender haciendo. Ejercer la carrera dando soluciones desde su etapa de formación, permite que los estudiantes visualicen retos y problemas a solucionar; al ser enteramente prácticos, busca integrar áreas de formación y validar el desarrollo de las competencias profesionales”, asegura Rolando López, vicerrector de Unifranz en Cochabamba.
Los avances tecnológicos nos facilitan la vida cotidiana. Entre ellos, los sistemas de control parental que resultan grandes aliadas para mantener la tranquilidad de los padres, y tener a los niños seguros y protegidos, asegura Adrián.
Al enfrentar problemas del mundo real, los estudiantes desarrollan habilidades esenciales y adquieren una comprensión más profunda de su campo de estudio, demostrando que el “aprender haciendo” es una estrategia educativa valiosa y efectiva.
La interacción diaria con las tecnologías como la inteligencia artificial ha cambiado la educación, la vida social, cultural y el desarrollo mismo de las personas. Es un salto en el acceso y el uso de herramientas que abre oportunidades para adecuarlas a nuestras necesidades.
Para Gustavo Jáuregui, gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la metodología del aprender haciendo en la formación de profesionales genera una mezcla de experiencias y habilidades para que sus profesionales tengan todas las herramientas para triunfar en el mundo laboral.
“La experiencia y la práctica previas pueden ser valiosas para el futuro exitoso de los nuevos profesionales, pero no son necesariamente determinantes. El futuro del trabajo demandará una combinación de habilidades y experiencias; por lo cual los nuevos profesionales deben centrar sus esfuerzos en desarrollar habilidades blandas, aprender de manera continua, pensar de manera creativa y adquirir experiencia práctica”, afirma.