Moshoqui, la divertida capibara creada por estudiantes de Unifranz que renueva la imagen del MUSEF
Por Antonio Ortega

Una capibara se ha robado el protagonismo en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF). Pero no se trata de cualquier roedor gigante, sino de Moshoqui, la mascota oficial de la institución, que ahora luce más moderna, simpática y tridimensional que nunca gracias al trabajo creativo de estudiantes de la carrera de Diseño Gráfico y Producción Cross Media de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz.
El MUSEF está ubicado en la calle Ingavi, número 916, entre Genaro Sanjinés y Socabaya, a un par de cuadras de la plaza Murillo de la ciudad de La Paz. El repositorio fue fundado en 1962 como una institución dedicada a conservar, investigar y difundir el patrimonio etnográfico y folklórico del país. Es uno de los lugares con más historia y tradición de la sede de Gobierno y dar a conocer su riqueza cultural fue uno de los objetivos de los universitarios.
Este relanzamiento no fue producto del azar, sino parte de un proyecto integrador académico, donde los estudiantes de quinto semestre aplicaron conocimientos adquiridos en aula a situaciones reales. En este caso, el reto era ambicioso: desarrollar una campaña publicitaria para reposicionar al MUSEF ante las nuevas generaciones, renovar su identidad visual y fortalecer su presencia en espacios digitales y presenciales.
Así nació “Haz Match con tu Cooltura”, una propuesta que mezcla diseño, humor, referencias juveniles y mucho ingenio. Lejos de los formatos tradicionales, esta campaña buscó conectar con públicos jóvenes, invitándolos a ver el museo no como un espacio distante, sino como un lugar cool, cercano y lleno de historias que también les pertenecen.
Uno de los mayores aciertos fue la transformación de Moshoqui. De ser una ilustración en dos dimensiones algo olvidada, pasó a convertirse en una botarga de tres dimensiones con presencia física, lista para interactuar con los visitantes, tomarse selfies y ser la cara visible de una nueva era para el museo. Este proceso exigió habilidades técnicas, trabajo colaborativo, pensamiento estratégico y mucha creatividad, pero también una profunda comprensión del branding experiencial, el diseño de personajes y la narrativa institucional.
Esta curiosa capibara saltó al TikTok y en las redes sociales del MUSEF se encarga de interactuar con estudiantes de colegio y también es un guía del repositorio que explica sobre cerámicas y tejidos.
El impacto fue inmediato. La campaña captó la atención de cientos de visitantes y usuarios en redes sociales, y la acogida fue tan positiva que el MUSEF decidió adoptar oficialmente a Moshoqui como herramienta comunicacional permanente. En la actualidad, la capibara no solo representa al museo, sino que también simboliza el poder de las ideas frescas y del trabajo bien hecho desde las universidades.
“Este proyecto integrador no solo cumplió sus objetivos académicos, sino que traspasó las paredes del aula para dejar huella en una institución cultural emblemática, reafirmando el rol de Unifranz como incubadora de soluciones creativas con impacto real”, explicó el docente Alejandro Bayá.
Una vez más, queda demostrado que cuando se combina talento joven, compromiso y formación de calidad, el resultado puede ser tan entrañable como un capibara que da la cara por la cultura boliviana.