La internacionalización estudiantil: clave para enriquecer experiencias y contactos internacionales 

By Paula Beatriz Cahuasa

Carolina Vélez, una estudiante de 22 años, vivió una experiencia transformadora al pasar seis meses estudiando en Colombia. Durante el intercambio, un estudiante no solo amplía su formación académica, sino que gana experiencias y contactos que le abren la puerta al mundo académico, laboral y personal, además de independencia, adaptabilidad y resiliencia, explica Luz Vanzulli, directora ejecutiva de Latam Sur, formación a lo largo de la vida, educación continua y posgrado, del Tecnológico de Monterrey.

“Aprendí más de lo que se nos impartió en las aulas, aprendí a cómo relacionarme con gente de otras culturas, a ser más empática y trabajar en equipo, además tuve acceso a textos y material que de otra manera nunca hubiera podido revisar. Fue maravilloso”, cuenta Carolina.

Como ella, cada año decenas de estudiantes bolivianos participan en programas de intercambio internacional que les permiten fortalecer su educación académica, establecer contactos valiosos, acceder a recursos educativos globales y adquirir habilidades blandas que son esenciales en un mundo interconectado.

“Los programas de internacionalización ofrecen una amplia gama de beneficios, tanto para estudiantes como para futuros profesionales, tales como experiencia multicultural, redes de contactos globales, desarrollo personal, porque al vivir y trabajar en un entorno extranjero fomenta la independencia, la adaptabilidad y la resiliencia, además mejora la empleabilidad, porque la experiencia internacional es altamente valorada por los empleadores”, añade Vanzulli.

La experta en movilidad estudiantil fue una de las ponentes del V Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE), organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. El evento reunió a 33 expertos nacionales e internacionales, autoridades y cientos de actores clave en el ámbito educativo latinoamericano, para reflexionar sobre el futuro de la educación en la región.

La experta internacional destaca que la globalización abrió las puertas a la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores, promoviendo la diversidad cultural dentro de las instituciones educativas. Esta interacción no solo beneficia a quienes viajan al extranjero, sino también a aquellos que permanecen en sus países de origen.   

“Las instituciones educativas están atrayendo estudiantes de una amplia gama de países, lo que crea aulas más diversas y culturales, enriquece la experiencia educativa y prepara a los estudiantes para un mundo globalizado. Las instituciones educativas compiten a nivel global para atraer a los mejores estudiantes, académicos e investigadores”, suma.  

La importancia de internacionalización es liderada por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que posee un Instinto Internacional para para la educación superior en América Latina y el Caribe, que tiene como “prioridad, la promoción, ratificación y divulgación de los convenios regional y global para el reconocimiento de estudios, títulos y diplomas, así como en la creación de pensamiento y difusión de tendencias en materia de internacionalización y movilidad académica”.

El instituto de Unesco además se encarga de “promover la ratificación del Nuevo Convenio Regional y de la Convención Global para el reconocimiento de la educación superior internacional y diseminar sus ventajas a la comunidad académica”.

Por otro lado, el aporte de las nuevas tecnologías permitieron que muchas de las experiencias de intercambio se desarrollen de manera virtual. Desde clases y cursos hasta programas completos, la digitalización ha democratizado el acceso a la educación internacional, ofreciendo también otras ventajas importantes, destaca Vanzulli. 

“Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental en la internacionalización de la educación, éstas desempeñan un papel integral en la internacionalización de la educación al facilitar el acceso global, fomentar la colaboración internacional, personalizar el aprendizaje, proporcionar recursos educativos digitales y permitir la movilidad virtual”, explica la experta.

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