La educación maker revoluciona la forma de aprender 

La educación maker revoluciona la forma de aprender 

La creatividad y la innovación, aptitudes casi innatas entre los jóvenes, son en los tiempos actuales, indispensables para el mundo, en este contexto, surge la educación maker, un paradigma educativo que se fundamenta en la idea de que “el mundo es lo que uno crea y hace de él”.

La educación maker se ha abierto paso en las aulas del mundo. En los últimos años estos espacios han ganado popularidad y relevancia gracias a que proporcionan entornos de aprendizaje más dinámicos y participativos, en los que los estudiantes tienen la libertad y las herramientas para crear y materializar sus ideas.

“La educación maker es una pedagogía innovadora orientada al aprender haciendo y produciendo, la particularidad de esta propuesta educativa es el uso de la tecnología para generar el producto partiendo de la construcción de un prototipo y trabajando de manera colaborativa y cooperativa”, explica Sara Yoshino, responsable de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

La educación maker se apoya en los FabLab, maker hub o aulas maker, que son espacio en los que los estudiantes, en equipos, realizan trabajos de impresión 3D, utilizan cortador láser para construir prototipos de propuestas para dar solución a problemas reales.

Estas aulas maker se caracterizan por un diseño que propicia la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico mediante la aplicación práctica de conocimientos teóricos.

Estos espacios educativos deben promover la experimentación, el diseño y la construcción. Usualmente, se ocupan para las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), por lo que suelen estar equipadas con herramientas como impresoras 3D, cortadoras láser, placas de desarrollo y otros recursos que permiten a los estudiantes materializar sus ideas.

Una vez que las herramientas son integradas en el aula, los docentes impulsan a sus alumnos para la creación de proyectos, exploración de ideas y, lo más importante, aprender con las propias manos y experiencia.

En el proceso de aprendizaje que experimentan los estudiantes desarrollan habilidades que en una clase tradicional no sería posible.

Educación maker,  paradigma educativo que se fundamenta en la idea de que el mundo es lo que uno crea y hace de él.

 

Ventajas y potencialidades

Yoshino agrega que esta pedagogía es beneficiosa, ya que permite a los estudiantes, no solo explotar su creatividad e inventiva, sino también los prepara y desarrolla sus competencias profesionales.

“En educación, esta nueva herramienta pedagógica es beneficiosa ya que facilita el desarrollo de competencias en la formación profesional, además que sigue la tendencia del siglo XXI en el que el uso de la tecnología es innegable”, agrega.

La educación maker fomenta el aprendizaje interdisciplinario. Los estudiantes aprenden a abordar problemas no de manera aislada, sino como parte de un sistema interconectado, combinando conocimientos de diversas disciplinas. Este enfoque también redefine el concepto de “fracaso”. En lugar de tenerle miedo, el fracaso se convierte en una parte positiva del proceso de aprendizaje, donde el crecimiento y el éxito se miden por el avance personal en lugar de comparaciones externas.

Otra faceta importante de la educación maker es su capacidad para fomentar la colaboración en lugar de la competencia. Los proyectos basados en esta metodología promueven un entorno de aprendizaje comunitario, donde los estudiantes trabajan juntos, compartiendo conocimientos y experiencias. 

Según un artículo de Louisa Rosenheck, directora asociada y líder creativa del MIT Playful Journey Lab, publicado en el Observatorio del Tec de Monterrey, dependiendo del enfoque que se le dé a las aulas maker, y las asignaturas que busquen trabajarse será el combo de habilidades que se generen o fortalezcan en los alumnos.

Las principales habilidades maker que se buscan desarrollar son: crafting, textil, carpintería, electrónica, tarjetas de desarrollo y/o automatización, diseño 2D, modelado 3D y su fabricación tanto manual como digital. Así mismo, se busca que compartan sus trabajos realizados con la comunidad.

Centrándose en el aprendizaje a través de la práctica, este enfoque resulta especialmente efectivo en temas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), donde los conceptos abstractos se vuelven tangibles a través de proyectos prácticos. Los estudiantes pueden anclar su comprensión en objetos físicos, explorando y experimentando de manera concreta.

Principios

La Fundación Aquae de Madrid, España, sostiene que la cultura maker está caracterizada por la creación, la innovación y la participación en libertad. Sus principales principios son: 

  • Crear: hay que ser capaz de emprender, de tomar acciones que pueden impulsar hacia el progreso. Dar el paso del ‘pensar’ al ‘hacer’, unirse a otros y crear son las principales consignas.
  • Innovar: consiste en tener acceso, crear y poner a disposición de otros las herramientas adecuadas, tales como microcomputadoras, plataformas web, APIs, códigos abiertos, entre otros.
  • Compartir: el conocimiento construido en comunidad no tiene sentido si no es alimentado, modificado y replicado por otros.  
  • Jugar: el juego es el principal detonante de la innovación. Es la mejor manera de explotar la creatividad.
  • Participar y apoyar: los encuentros, discusiones y comunidades no sólo existen en el plano digital o en una pantalla, sino también en eventos, conferencias, días dedicados a la invención, clases, y otros espacios de encuentro.

Cambiar: el cimiento del movimiento maker es el cambio, empoderarse de él y ser parte activa en la innovación.

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