Falta de atención, dificultad para hacer tareas y procrastinación, señales de TDAH en adultos

Falta de atención, dificultad para hacer tareas y procrastinación, señales de TDAH en adultos

Alberto Ramos siempre tuvo problemas para concentrarse, el colegio fue un suplicio del que casi no sale y estuvo a punto de tirar la toalla. “He pasado con las justas”, cuenta. En la universidad no le fue mucho mejor y, a pesar de haber logrado sus metas, siempre sintió que pudo haber hecho más.

Pero fue en su vida laboral cuando finalmente se dio cuenta de que había algo que no estaba del todo bien con él.

“Pierdo mucho el tiempo, dejo las tareas para el final, me cuesta concentrarme en lo que estoy haciendo y eso me ha costado muchas llamadas de atención de mis superiores, incluso amenazas de despido”, agrega.

Ante esta situación, Alberto buscó ayuda profesional. El diagnóstico fue Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en adultos.

“El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por manifestaciones persistentes de inatención, hiperactividad e impulsividad que no corresponden al nivel de desarrollo de las personas y una persistencia de por lo menos seis meses, lo que impacta en el funcionamiento psicosocial. Se considera el trastorno del neurodesarrollo más frecuente y se manifiesta principalmente en la infancia, pero también puede persistir en la edad adulta”, explica la psicopedagoga y docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Karen Meneses.

Meneses señala que las manifestaciones del TDAH en adultos pueden ser diferentes a las observadas en niños, ya que los síntomas evolucionan con la edad. 

Los adultos con TDAH presentan dificultad para prestar atención a detalles, mantener la concentración en tareas y organizarse. Muchas veces actúan sin pensar, toman decisiones impulsivas o tienen dificultades para esperar su turno.

Por otra parte, aunque la hiperactividad suele disminuir con la edad, algunos adultos con TDAH aún pueden experimentar inquietud motora o sentirse incapaces de relajarse.

Son propensos a la procrastinación crónica, suelen tener dificultades para iniciar o completar tareas debido a problemas de autorregulación.

Presentan problemas de organización que generalmente le afectan en la vida laboral y personal, desde mantener un espacio ordenado hasta cumplir con plazos.

Los adultos con TDAH pueden tener dificultades para mantener relaciones saludables debido a la impulsividad, distracción y otros desafíos relacionados.

“Debido a estas condiciones, los adultos con TDAH enfrentan diversos desafíos en su vida diaria y laboral que varían en intensidad y manifestación, según la persona”, agrega la psicopedagoga.

Estos desafíos pueden ser:

  • Dificultad de organizar tareas, tiempos y espacios
  • Olvido frecuente de citas, plazos y responsabilidades.
  • Problemas para mantener la atención en tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
  • Facilidad para distraerse con estímulos externos.
  • Tomar decisiones impulsivas sin considerar completamente las consecuencias.
  • Tendencia a postergar tareas hasta el último momento (procrastinación crónica).
  • Dificultad para pensar antes de actuar.
  • Dificultad para iniciar y completar proyectos.
  • Inestabilidad emocional y variabilidad en el estado de ánimo.
  • Dificultad para regular las emociones y la frustración.
  • Problemas en las relaciones personales debido a la impulsividad o falta de atención.
  • Dificultad para seguir las normas sociales en conversaciones y situaciones sociales.
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Respuestas emocionales intensas ante situaciones frustrantes.
  • Rendimiento laboral inconsistente.
  • Dificultad para cumplir con los plazos y tareas asignadas.
  • Tendencia a cambiar de trabajo con más frecuencia que la población general.
  • Dificultad para manejar situaciones estresantes.
  • Tendencia a sentirse abrumado fácilmente.
  • Desafíos en el establecimiento y mantenimiento de rutinas.
  • Necesidad de estrategias específicas para la autorregulación.

“Es importante destacar que, si bien estos desafíos son comunes, cada persona con TDAH es única, y la intensidad de los síntomas puede variar”, agrega. 

Tratamiento

Meneses indica que el tratamiento del TDAH en adultos usualmente implica un enfoque multimodal que incluye intervenciones psicológicas, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos. 

Se aplica, por ejemplo, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), que es útil para abordar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales asociados con el TDAH. Se centra en el desarrollo de habilidades de organización, gestión del tiempo y regulación emocional.

El Entrenamiento en Habilidades Sociales, a su vez, ayuda a mejorar las relaciones interpersonales y abordar las dificultades sociales asociadas con el TDAH.

Para ayudar a los adultos con TDAH a establecer metas laborales y desarrollar estrategias para mejorar el rendimiento en el trabajo se puede aplicar la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que se enfoca en aumentar la conciencia y la aceptación de las dificultades, así como en establecer valores y metas personales. 

Modificaciones en el estilo de vida, pueden ayudar a establecer rutinas regulares y consistentes. La incorporación de ejercicio regular y una dieta balanceada también tiene impactos positivos en la gestión del TDAH.

Medicamentos, los estimulantes, como el metilfenidato y la anfetamina, son a menudo recetados para tratar el TDAH en adultos. Los no estimulantes, como la atomoxetina y los antidepresivos, también pueden ser opcionales.

Tecnología de asistencia: aplicaciones y herramientas tecnológicas, como recordatorios en el teléfono, aplicaciones de organización y herramientas de gestión del tiempo, pueden ser útiles.

Apoyo psicoeducativo: La educación sobre el TDAH y sus efectos puede ayudar a los adultos a comprender mejor su condición y desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento.

“La efectividad de estas intervenciones puede variar según la persona y la severidad de los síntomas. En muchos casos, una combinación de enfoques puede ser más eficaz. La clave es trabajar en colaboración con profesionales de la salud mental, que pueden personalizar el tratamiento según las necesidades individuales. Asimismo, el apoyo de familiares, amigos y colegas es sumamente importante en el proceso de manejo del TDAH”, acota la psicopedagoga.

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