Estudiantes sueñan con transformar Comanche en un paraíso turístico y hacer renacer su riqueza cultural
Comanche, una joya escondida del altiplano paceño, está siendo redescubierta por los ojos entusiastas de un grupo de estudiantes universitarios que no solo buscan potenciar su valor turístico, sino también devolverle el protagonismo que merece.
Bajo la guía de la docente Lucy Florian, de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, estos jóvenes trabajan para posicionar a Comanche como un destino turístico sostenible, inclusivo y generador de desarrollo comunitario.
«Ubicado en la provincia Pacajes del departamento de La Paz, a tan solo dos horas de la ciudad de El Alto, Comanche tiene un potencial turístico no aprovechado. Ofrece una experiencia auténtica que combina historia, naturaleza y cultura viva”, señala Florian, a tiempo de agregar que el municipio cuenta con recursos naturales e históricos que pueden integrarse en circuitos turísticos sostenibles.
A través del módulo Proyecto Integrador I, explica la académica, 21 estudiantes de Administración de Hotelería y Turismo de esta Casa de Estudios Superiores asumieron el reto de investigar, diseñar y proyectar un circuito turístico que impulse el desarrollo local y preserve la identidad de la región.
Esta iniciativa va mucho más allá de una actividad académica, porque «impulsar Comanche como destino turístico es una estrategia de desarrollo integral. Combina economía, cultura, educación, participación comunitaria y sostenibilidad”, aclara.
Turismo que transforma comunidades
La apuesta por Comanche como destino emergente no sólo busca atraer visitantes, sino también diversificar la economía local. Servicios como hospedaje, gastronomía, transporte, venta de artesanías o guiado turístico comunitario se verían fortalecidos gracias al turismo responsable.
«La comunidad puede beneficiarse enormemente. Se generarían ingresos que mejorarían la calidad de vida, se revaloriza la identidad cultural y se protege el patrimonio natural. Es un círculo virtuoso», enfatiza la docente.
Este enfoque se enmarca dentro de un turismo que no solo observa, sino que interactúa, aprende y valora. Comanche ofrece una experiencia enriquecedora tanto para turistas nacionales como internacionales, con el encanto de lo poco explorado y lo profundamente humano.
Aprender viajando: una experiencia para los jóvenes
Uno de los principales objetivos del proyecto es motivar a que más jóvenes bolivianos visiten y conozcan sitios como Comanche. Para Florian, este tipo de experiencias son transformadoras ya que “permite a los jóvenes reconectarse con la cultura de nuestro país, nuestras raíces andinas y la sabiduría ancestral de los pueblos”.
En un entorno como el de Comanche, los estudiantes pueden aprender haciendo, fuera del aula, observar ecosistemas, conocer prácticas productivas, costumbres locales y realidades sociales diversas.
“Este contacto directo con las comunidades promueve la valoración del patrimonio intangible, conociendo tradiciones, danzas, música y saberes locales que muchas veces son desconocidos y por tanto no valorados”, puntualiza la docente de Unifranz.
Tesoros naturales y culturales de Comanche
Entre los principales atractivos turísticos de Comanche destacan:
- Cerro de Comanche: una formación montañosa con vistas panorámicas del altiplano y declarada Santuario de Vida Silvestre, ideal para senderismo y fotografía.
- Parque Nacional de Comanche: área protegida con rica biodiversidad.
- Puya Raimondii: también conocida como la “Reina de los Andes”, es una planta endémica que florece una sola vez en su vida. Representa un símbolo de resistencia y belleza andina, tan icónica que aparece en el billete boliviano de Bs10.
- Canteras de piedra: de aquí se extrajo el material con el que se adoquinaron muchas calles de La Paz en el siglo XX.
- Exhacienda Machicado: patrimonio cultural e histórico, ubicada a la entrada de la población.
- Iglesia de Comanche: edificación singular construida con piedra de la zona.
- Formaciones rocosas con valor espiritual, como “El Sapo”, que tienen significados ancestrales.
- Salares y salitrales secos, de gran interés geológico y paisajístico.
- Aguas termales: nacientes naturales con propiedades terapéuticas.
Cada uno de estos lugares representa no solo un atractivo turístico, sino también una oportunidad educativa y de conservación. Los estudiantes están actualmente mapeando, registrando y analizando estos espacios para elaborar una propuesta técnica que siente las bases de un turismo comunitario sostenible y responsable.
Educación que conecta con la tierra
Este proyecto no solo enriquece la formación profesional de los estudiantes, sino que construye puentes entre la academia y la comunidad, demostrando que la educación superior puede ser un motor clave para el desarrollo regional.
Florian concluye que “no se trata solo de atraer turistas, sino de transformar la vida de las personas, tanto de quienes habitan Comanche como de quienes lo visitan. Hay que mirar hacia nuestras raíces, hacia el interior del país, con respeto y con ganas de construir juntos”.
En tanto, Crystel Bello, estudiante de Administración de Hotelería y Turismo, también de Unifranz, destaca que gracias a la metodología del “aprender haciendo” ellos visitaron los atractivos que tiene la comunidad, constataron in situ su potencial turístico y que ahora les toca plantear una propuesta, en coordinación con las fuerzas vivas de la comunidad, como las autoridades, artesanos y agricultores.
“Con las herramientas adecuadas y la implementación de una estrategia se puede convertir el lugar en una opción para los turistas nacionales y extranjeros”, dice la joven universitaria a tiempo de aclarar que la puesta en marcha del proyecto permitirá generar otras fuentes de ingreso económico a los comunarios, aunque aclara que el objetivo es que sean ellos mismos los que ejecuten el proyecto.
El trabajo de estos jóvenes es un ejemplo de cómo la educación, la empatía y el compromiso social pueden unirse para rescatar y revitalizar territorios olvidados, mostrándole al mundo que en lugares como Comanche hay historias, paisajes y personas que merecen ser conocidos, protegidos y celebrados.
