Estudiantes capacitan a 76 mujeres plomeras de Arani en habilidades blandas y empresariales

Por Lily Zurita Zelada

Estudiantes de Unifranz capacitan a mujeres de Arani.

En el municipio de Arani (Cochabamba), 76 mujeres previamente formadas como técnicas en plomería dieron un paso decisivo hacia su autonomía económica al convertirse en gestoras de sus propios emprendimientos. Este avance fue posible gracias a la iniciativa “Compartiendo el conocimiento”, liderada por estudiantes de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en colaboración con organizaciones como Hábitat para la Humanidad, la Cooperación Canadiense y Water for People. 

“Ellas ya sabían instalar grifería y cambiar tuberías. Lo que faltaba era que aprendan a administrar un servicio, a generar ingresos y construir comunidad. Ese fue nuestro rol”, explica Simay Vera, directora de carrera y responsable del proyecto.

El proyecto, que busca empoderar a estas mujeres a través de capacitaciones en habilidades blandas y gerenciales, combina teoría y práctica con un profundo enfoque comunitario.

La experiencia fue profundamente participativa y transformadora. Desde marzo de este año, 15 estudiantes de quinto semestre trabajaron en un diagnóstico social, entrevistas a las beneficiarias, análisis del mercado local y el diseño de talleres contextualizados. Prepararse para enseñar implicó más que repasar conceptos: los futuros administradores también se capacitaron en oratoria y quechua, buscando establecer una comunicación efectiva con las participantes. “El aula se convirtió en comunidad y la teoría en transformación”, destaca Vera.

Para Montserrat Montes, estudiante y una de las capacitadoras, el mayor valor del proyecto fue la conexión humana.

“Lo que más me gustó fue la cercanía que logramos con ellas, la retroalimentación que nos daban, su atención y participación. Ayudarlas a confiar en sí mismas, darles herramientas para que enfrenten su nuevo trabajo, y ver que lo que compartimos realmente les servía… eso fue muy significativo”, expresó con emoción.

Por su parte, María Belén Pereira, también estudiante de Unifranz, subrayó que el enfoque estuvo en dotar a las mujeres de herramientas prácticas que impacten directamente en su desempeño laboral.

“El objetivo de estas capacitaciones sobre todo es ayudarlas en temas de habilidades blandas y servicio al cliente, que puedan tener una mejor relación con sus clientes, que puedan solucionar problemas, llegar a acuerdos y dar soluciones a conflictos”, afirma.

El programa se desarrolló en varias fases. Primero, se elaboró un diagnóstico comunitario y un mapeo de actores clave. Posteriormente, se diseñaron e implementaron módulos de capacitación en cinco áreas: habilidades gerenciales, marketing estratégico, gestión logística, habilidades blandas y planificación operativa. Las actividades culminaron en una jornada de talleres simultáneos realizada en Arani, donde se aplicaron dinámicas prácticas, casos reales y simulaciones de atención al cliente.

Entre los resultados más destacados está la firma de un contrato entre la asociación de mujeres plomeras y el Gobierno Autónomo Municipal de Arani, lo que les permitirá ejecutar instalaciones sanitarias en obras públicas. Sin embargo, el impacto trasciende lo económico.

“Ahora sabrán cuánto cobrar, cómo evaluar su servicio, cómo recibir retroalimentación y hasta cómo administrar su hogar”, afirma Vera. Además, las participantes integran ahora una red de apoyo a través de WhatsApp, y fueron capacitadas en contabilidad básica y uso de herramientas digitales, como parte del impulso hacia su independencia empresarial.

La formación incluyó el uso de metodologías como análisis FODA-CAME, estudios de mercado con enfoque local, estrategias de buyer persona y promoción en redes sociales. Asimismo, se fomentó el liderazgo, la autoconfianza y la planificación a través de herramientas como diagramas de Gantt.

Proyectos con un fin social

El modelo educativo aplicado por Unifranz no solo refuerza los conocimientos técnicos, sino que los vincula con la vida real. “Ese día sentí mucho orgullo del trabajo que hicieron. Estaban comprometidos, organizados y profundamente empáticos. Es el tipo de aprendizaje que no se olvida”, recuerda Vera.

El proyecto busca resultados duraderos: consolidar microemprendimientos liderados por mujeres, reducir la brecha de género en oficios tradicionalmente masculinos, y mejorar la calidad del servicio de plomería en la región. Todo ello en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la promoción de una economía local más inclusiva y resiliente.

Este tipo de experiencias reflejan el compromiso de Unifranz con la formación integral de sus estudiantes. A través de sus proyectos integradores, la universidad apuesta por generar cambios reales en la sociedad, promoviendo el aprendizaje práctico y el impacto comunitario. Una muestra tangible de que el conocimiento, cuando se comparte, puede transformar vidas.

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