Establecer límites, la estrategia más eficaz contra la adicción a los videojuegos

Establecer límites, la estrategia más eficaz contra la adicción a los videojuegos

Los videojuegos son una industria millonaria, con miles de nuevos juegos saliendo cada año y con millones de fanáticos ávidos de nuevos contenidos. Los juegos pueden tener muchos beneficios en los jóvenes, como mejoras en la coordinación y agudeza mental cuando se disfrutan con límites; sin embargo, también tienen un lado oscuro si estos límites no se establecen a tiempo.

“El juego excesivo puede tener serias implicaciones en la salud mental y física de una persona. Algunos posibles efectos negativos incluyen: desarrollo de algunos trastornos mentales, deterioro en las relaciones interpersonales, deterioro en habilidades sociales, aislamiento social, descuido en la salud física y autocuidado personal, entre otros. Además, es importante recalcar que puede afectar a otras esferas biopsicosociales del sujeto como el ámbito académico y/o laboral y en cuanto al ámbito financiero”, expresa Kassandra Zelada Ríos, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

De acuerdo con la experta, el juego excesivo ha sido asociado con el desarrollo de trastornos como la ludopatía o juego patológico, que es una adicción al juego. Esto puede llevar a problemas de ansiedad, depresión, estrés y baja autoestima.

“Las personas que juegan en exceso, muy a menudo, descuidan sus relaciones con amigos y familiares, ya que dedican una gran cantidad de tiempo y energía al juego. Esto puede ocasionar conflictos y tensiones en las relaciones personales”, dice la psicóloga. 

Por otro lado, estas personas pueden desarrollar un estilo de vida sedentario, carecer de actividad física y descuidar su alimentación, lo que a largo plazo puede llevar a problemas de salud como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes”, explica.

El aislamiento social es otro de los efectos negativos, ya que la persona puede optar por pasar tiempo jugando en lugar de participar en actividades sociales. 

“Por eso, es importante establecer límites y buscar ayuda profesional si se identifican signos de adicción al juego”, agrega la psicóloga.

Una adicción reconocida por la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció, en 2022, que la adicción a los videojuegos es un desorden de salud mental​ e incluyó a esta problemática en la Clasificación Internacional de Enfermedades (IDC, por sus siglas en inglés), dentro del apartado de la CIE-11 que aborda los desórdenes relacionados con comportamientos adictivos. 

Según un informe de la consultora DFC Intelligence, a mediados de 2020, había casi 3.1 mil millones de consumidores de videojuegos en todo el mundo. Esto significa que alrededor del 40% de la población mundial juega videojuegos de alguna forma. Sin embargo, el porcentaje de personas que se ven afectadas por el uso descontrolado de los videojuegos online se sitúa entre el 1% y el 10% en los países occidentales. En Asia, un 11.4% de los adolescentes en Corea del Sur y un 30.4% de los adolescentes en China admitieron ser adictos a los videojuegos. En Turquía, entre el 4.32% y el 28.8% de los adolescentes reconocieron la adicción a los videojuegos.

“Reconocer una adicción a los juegos puede ser complicado, muchas veces es necesario que este proceso de reconocimiento y de tratamiento sea llevado a cabo por un especialista en la salud mental, sin embargo, existen dos alarmas que no se deberían dejar pasar y que pueden ser de fácil reconocimiento para cualquier persona”, explica Zelada.

La psicóloga indica que un primer indicio de adicción es cuando una persona no puede parar de jugar. En otras palabras, no puede detener el juego o cuando esta persona siente un deseo incontrolable de jugar, una necesidad intensa y constante de estar frente a la pantalla en un videojuego. 

La segunda está relacionada al enfoque de la adicción, pues toda adicción genera un impacto en las esferas personal, académica y/o laboral, familiar y/o social. Si la persona evita el contacto con amigos, familiares y actividades sociales con el fin de jugar más, esto podría ser un indicio de adicción. 

“Si por causa del videojuego presenta dificultades o descuidos en compromisos y responsabilidades académicas y/o laborales, económicas y/o financieras, como; faltas o aplazo en la universidad, por ejemplo, podrían ser un indicador alarmante y es necesario acudir a un especialista”, agrega. 

Además de estos, podríamos indicar que la presencia de alguna de las siguientes manifestaciones, serían alarmantes para el desarrollo de una adicción al juego

  • Pérdida de interés en otras actividades
  • Abandonar actividades que antes disfrutaba
  • Incumplimiento de las responsabilidades 
  • Aislamiento social
  • Aumento del tiempo dedicado a los juegos
  • Dificultad de reducir su tiempo de juego
  • Impacto negativo en la vida cotidiana
  • Priorización de los juegos sobre las necesidades básicas

Poner límites

Zelada señala que la estrategia más eficaz en los casos de adicción a los videojuegos es el establecimiento de límites en las personas que tienen una tendencia a pasar demasiadas horas frente a una pantalla entreteniéndose con videojuegos y puedan establecer un equilibrio saludable entre el juego y otras actividades.

Algunas recomendaciones para establecer límites en cuanto a los videojuegos son:

Establecer un límite de tiempo diario o semanal: Por ejemplo, se podría establecer un máximo de dos horas por día o diez horas por semana, lo que recomiendan las neurociencias es que no deben sobrepasarse las dos horas por día. 

Prohibir el acceso durante ciertos horarios: Si la persona ya tiene dificultades para moderar su tiempo de juego, se pueden establecer horarios en los que el acceso a los videojuegos esté prohibido.

Supervisar el contenido de los juegos: Es importante que los padres o tutores supervisen y controlen el contenido de los videojuegos a los que los jugadores tienen acceso. Se pueden establecer restricciones de edad o buscar juegos que sean adecuados para la edad y la madurez del jugador.

Establecer metas y recompensas fuera del juego: en psicología la encontramos como una técnica de economía de fichas, la cual establece un sistema de metas y recompensas para actividades fuera del juego, como la realización de tareas domésticas, el ejercicio o la lectura. Esto ayudará a los jugadores a entender que hay otras cosas importantes que hacer más allá de los videojuegos y a modificar la conducta inadaptada.

Establecimiento de reglas claras: Establecer reglas claras sobre los límites de juego y explicar los motivos detrás de ellas ayudará a que los jugadores comprendan y acepten las restricciones establecidas.

“Es importante recordar que cada familia o individuo puede tener diferentes necesidades y circunstancias, por lo que los límites pueden variar. Lo más importante es encontrar un equilibrio saludable entre los videojuegos y otras actividades importantes en la vida de los jugadores”.

 

El juego excesivo puede tener serias implicaciones en la salud mental y física de una persona. 

 

Apoyo familiar y profesional

En estas acciones será imprescindible el apoyo de familiares y amigos, así como de profesionales de la salud.

“La familia y los amigos desempeñan un papel fundamental en ayudar a alguien a mantener un equilibrio saludable entre los juegos y la vida cotidiana. Pueden apoyar a alguien con dificultades para mantener un equilibrio saludable entre los juegos y la vida diaria al fomentar una comunicación abierta, establecer límites y horarios, fomentar una variedad de actividades, brindar apoyo emocional y modelar un equilibrio saludable”.

El entorno personal de la persona puede ofrecer apoyo emocional a la misma, también pueden ser un modelo y referente de comportamiento equilibrado al mostrar un equilibrio saludable entre los juegos y la vida diaria, mostrando cómo manejar responsabilidades y compromisos de manera efectiva.

Por otra parte, los profesionales de la psicología pueden ayudar a las personas a manejar su tiempo de juego de manera efectiva de las siguientes maneras:

Analizar y evaluar el patrón de comportamiento del juego y determinar si están pasando demasiado tiempo jugando. Realizar una evaluación objetiva permite identificar posibles problemas y establecer metas realistas.

Desarrollar habilidades de autorregulación, se puede enseñar a las personas habilidades de autorregulación, como el control del impulso y la capacidad de retrasar la gratificación. Esto puede ayudar a las personas a resistir la tentación de jugar durante períodos de tiempo prolongados y mantener un equilibrio saludable entre el juego y otras actividades.

Identificar y abordar problemas subyacentes, en ocasiones el exceso de tiempo de juego puede ser un síntoma de problemas subyacentes, como estrés, depresión o ansiedad. Los psicólogos pueden trabajar con las personas para identificar y abordar estos problemas subyacentes, proporcionando terapia y apoyo necesarios.

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