Entornos virtuales como tratamientos innovadores en la salud mental

Entornos virtuales como tratamientos innovadores en la salud mental

Espacios seguros que rompen las barreras geográficas y ofrecen relajación, entornos controlados y avatares terapéuticos, la tecnología se pone al servicio de la salud mental y, a través de la realidad virtual se puede utilizar como una alternativa para el tratamiento de padecimientos como la ansiedad, la depresión y el estrés post traumático.

De acuerdo con la investigación “Realidades virtuales en salud mental» por los científicos Andrés J. Roussos, Malena Braun y Joaquín Asiain en 2018, la idea de utilizar entornos virtuales en el tratamiento de trastornos psicológicos nace en 1992, dentro del Human-Computer Interaction Group en la Clark Atlanta University. Sin embargo, la Terapia de Realidad Virtual (TRV) fue postulada y originalmente denominada por el investigador Max North en 1994; se trató de la inclusión de dispositivos de realidad virtual en el ámbito psicoterapéutico.

La investigación también señala que, en 1996, Hunter Hoffman y David Patterson, investigadores del Harborview Burn Center en Seattle, evaluaron el potencial de las técnicas de Realidad Virtual (RV) inmersiva para distraer a los pacientes de su dolor al ser tratados clínicamente. Con este propósito crean dos entornos virtuales: SpiderWorld y SnowWorld. En base a sus investigaciones encuentran una correlación significativamente positiva entre la potencia de la ilusión (qué tanto sentían los sujetos al estar inmersos en el mundo virtual) y el alivio de su dolor. 

“Los entornos virtuales pueden ser utilizados en terapias de exposición para tratar trastornos de ansiedad, como el trastorno de estrés postraumático. Los pacientes pueden enfrentar sus miedos o traumas en un entorno controlado y seguro, lo que les permite aprender a lidiar con sus síntomas”, explica el psicólogo James Yhon Robles, director de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

De acuerdo con Robles, los entornos virtuales pueden proporcionar espacios diseñados para la relajación y la meditación. Estos entornos pueden ayudar a las personas a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo la salud mental.

De la misma manera, estos entornos pueden utilizarse para conectar a personas que enfrentan problemas similares en grupos de apoyo o terapia. Esto permite que las personas compartan sus experiencias, brinden apoyo mutuo y se sientan menos aislados.

“Un ejemplo de impacto positivo es el uso de la terapia de exposición virtual para tratar el trastorno de estrés postraumático en veteranos de guerra. Los entornos virtuales les permiten revivir experiencias traumáticas de manera controlada, lo que puede ayudar en la reducción de los síntomas. Este enfoque ha demostrado ser efectivo en algunos estudios y ha mejorado la calidad de vida de los veteranos”, agrega.

Unifranz
Los avatares permiten a los pacientes expresarse de manera más abierta

Habilidades sociales

El experto indica que otro de los usos que se ha dado a los entornos generados con Realidad Virtual (RV) ha sido el uso de avatares terapéuticos, los cuales representan a los pacientes y permiten el entrenamiento en habilidades sociales con resultados positivos.

“Algunas investigaciones han explorado el uso de avatares en terapia para tratar trastornos de salud mental. Los avatares permiten a los pacientes expresarse de manera más abierta y pueden ayudar a superar barreras.  Los entornos virtuales pueden ser utilizados para el entrenamiento en habilidades sociales, ayudando a las personas a mejorar sus interacciones sociales y desarrollar una mayor confianza en situaciones sociales reales”, acota.

En cuanto a la eficacia, Robles indica que hay evidencia limitada pero prometedora que respalda el uso de entornos virtuales en el tratamiento de trastornos de salud mental.

“Algunos estudios han demostrado resultados positivos en el tratamiento de fobias, trastornos de ansiedad y trastorno por estrés postraumático. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente su efectividad y determinar las mejores prácticas”.

Una de las experiencias más prometedoras la lleva a cabo “Amelia” (antes Psious), una plataforma de realidad virtual especializada en el tratamiento de trastornos de salud mental fundada en 2014 en Barcelona, España.

La empresa está presente en más de 70 países y más de 2.000 profesionales la han probado. Su biblioteca cuenta con 24 áreas terapéuticas entre las que se encuentran técnicas como el mindfulness o la relajación, trastornos como la ansiedad o las fobias, y otras condiciones como el bullying o el manejo del dolor. 

A pesar de estos avances prometedores, es labor de los psicólogos y los neurocientíficos ampliar estas investigaciones para el beneficio de sus pacientes.

Ventajas y desventajas

A pesar de los resultados prometedores de las investigaciones realizadas sobre estas nuevas técnicas, el experto señala que el uso de los entornos virtuales tiene tanto ventajas como desventajas, estas son algunas de ellas:

Los entornos virtuales pueden superar barreras geográficas, lo que permite a las personas acceder a terapia y apoyo desde cualquier lugar.

Los entornos virtuales ofrecen un entorno controlado y seguro para la terapia de exposición y otros enfoques terapéuticos.

Los entornos virtuales pueden adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes, lo que permite un enfoque más personalizado.

Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a la tecnología necesaria para participar en entornos virtuales, lo que puede excluir a algunas poblaciones.

Aunque los entornos virtuales pueden ser útiles, no reemplazan completamente la importancia del contacto humano en la terapia y el apoyo social.

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