Emoción, libertad y reto: claves del éxito en la gamificación

Emoción, libertad y reto: claves del éxito en la gamificación

Por Lily Zurita

La gamificación efectiva tiene emoción, reglas claras y está orientada hacia un desafío educativo. Al participar en un entorno de juego, los estudiantes se sienten en libertad, recordando que los momentos más memorables de aprendizaje son aquellos en los que se actúa con libertad.

El juego en la educación es una herramienta metodológica que busca sumar en la obtención de aprendizajes significativos en los estudiantes y que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo para conseguir mejores resultados.

Esta técnica de aprendizaje ha adquirido popularidad en entornos digitales y educativos, porque el uso de gráficos, música, sonido, mecánicas de juego y otras actividades, permiten absorber conocimientos, para mejorar habilidades o recompensar acciones concretas.

Pablo Llano, experto en educación y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que en la educación “tiene que haber emoción, tiene que haber ciertas reglas del juego. Y creo que lo más importante es que el estudiante, el universitario, cuando está dentro de un ambiente de juego, se siente en libertad”.

El modelo de juego funciona porque consigue motivar a los alumnos, desarrollando un mayor compromiso de las personas, e incentivando el ánimo de superación. Se utilizan una serie de técnicas mecánicas y dinámicas extrapoladas de los juegos.

El valor de la diversión como método de aprendizaje

La diversión, según Llano, es una poderosa estrategia para garantizar que los conocimientos se graben en la memoria a largo plazo. A través de experiencias lúdicas, se logra no sólo la memorización, sino también la conexión emocional con el contenido.

“El ser humano es un ser de aprendizaje y somos seres de emociones. La diversión como forma de aprendizaje es una estrategia para que se quede grabado lo que estás aprendiendo. Porque no solamente es memorístico, sino que le estás colocando emoción”, agrega.

Herramientas tecnológicas y la evolución del docente

Llano destaca el papel crucial de las herramientas tecnológicas en la gamificación educativa y menciona, como ejemplo, plataformas como Kahoot, los videojuegos y plataformas como Moodle, que ofrecen una amplia gama de herramientas lúdicas para mejorar la experiencia educativa.

Señala que los docentes modernos deben estar actualizados en el uso de estas herramientas, que no reemplazan los métodos tradicionales, sino que ofrecen una vía adicional para llegar a los estudiantes de manera efectiva.

Según Llano, en la actualidad, hay varias herramientas tecnológicas donde el estudiante puede armar, puede hacer un crucigrama, pueden interactuar y, a la vez, están en un proceso de competencia y de resolución de problemas.

“Ahí es donde el cerebro se estimula mucho más. Ha habido un cambio en la clase magistral de hace muchísimos años con lo que ahora se estila utilizar distintas metodologías junto a la gamificación”, puntualiza.

El docente del pasado y el mentor del presente

El experto reflexiona sobre el cambio de roles del docente, quien pasó de ser una figura de autoridad magistral a convertirse en un mentor y guía, en un continuo proceso de aprendizaje.

Destaca, también, que los educadores actuales están en constante proceso de aprendizaje y se centran en estimular la capacidad de aprendizaje autónomo de los estudiantes.

“Primero, los docentes de antes eran excelentes usando herramientas de su época. Lo que tenemos, ahora, son más herramientas y nuevos roles del docente. Antes había mucha presión. El docente tenía que dar una clase magistral. No se podía equivocar. Tenía que dominar todo. Hoy, no creo que haya un docente que diga estoy totalmente actualizado”, manifiesta.

Hacia un aprendizaje significativo

La gamificación en la educación emerge como una herramienta vital para transformar la experiencia de aprendizaje. Las estrategias de juego no sólo facilitan la comprensión de conceptos complejos, sino que también generan un ambiente propicio para la participación activa y la construcción colectiva del conocimiento y permite lograr aprendizajes significativos a partir de la motivación a los estudiantes sobre la importancia de seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

Una de sus cualidades es que posibilita consolidar los aprendizajes, comprender mejor lo avanzado y para el docente es una de las estrategias que puede utilizar para verificar los aprendizajes y reforzar en función de los resultados. Además, es una forma de dinamizar el proceso de enseñanza aprendizaje otorgando el toque lúdico.

En un entorno donde las redes sociales y la tecnología reinan, la gamificación se presenta como una estrategia efectiva para involucrar a los estudiantes. Llano destaca la importancia de no limitarse a preparar lecciones específicas, sino de aprovechar lo que ya existe en combinación con las herramientas de aprendizaje disponibles.

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El ser humano es un ser de aprendizaje y somos seres de emociones

La importancia del reto y la emoción en el aprendizaje

El experto subraya que un juego debe ir más allá de ser simplemente entretenido porque la gamificación no consiste en jugar por jugar, sino en aplicar el juego como parte del plan de clase orientado a facilitar el desarrollo de competencias

Debe plantear -según Llano- un desafío que refuerce la construcción de conocimiento. La emoción, la libertad y las reglas del juego son elementos cruciales para garantizar la receptividad de los estudiantes.

En resumen, la gamificación emerge como una herramienta esencial para revitalizar la educación, proporcionando un enfoque dinámico y participativo que resuena con las demandas de la era moderna. El desafío ahora es adoptar estas innovadoras prácticas y preparar a los educadores para liderar este cambio educativo.

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