El liderazgo femenino, la clave para el progreso de la sociedad

Por Lily Zurita Zelada

Cuando las mujeres avanzan, las sociedades enteras progresan. Esta afirmación cobra relevancia en un mundo donde la equidad de género sigue siendo un desafío latente. El liderazgo femenino está transformando estructuras y derribando barreras históricas, demostrando que el talento, la determinación y la educación son las herramientas más poderosas para construir un futuro más justo e igualitario.

Para Verónica Ágreda, rectora nacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y CEO del Instituto Mujer & Empresa (IME), la clave del desarrollo femenino radica en la formación. 

“El desafío para las mujeres es que continúen apostando por su crecimiento, formación y liderazgo. No debemos permitir que las barreras impuestas por la sociedad limiten nuestro potencial. La educación es nuestra mayor herramienta para transformar nuestra realidad y construir un futuro más justo e igualitario”, enfatiza Ágreda.

En este sentido, el IME se ha consolidado como un programa de impacto, promoviendo la equidad de género y empoderando a mujeres en el ámbito empresarial y académico. 

“Hasta el momento, hemos impactado a miles de mujeres a través de programas de capacitación, mentoría, incubación, actividades de networking y desarrollo de redes de apoyo. A través de la investigación, hemos identificado barreras y necesidades de las emprendedoras bolivianas, lo que nos ha permitido co-crear programas con la banca e instituciones financieras, así como incidir en la política pública para allanar la ruta de las emprendedoras”, explica.

Como cada año, este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha reconocida por la ONU para conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos, la justicia y la eliminación de la discriminación de género. Esta conmemoración tiene sus raíces en los movimientos obreros de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando mujeres de diferentes países comenzaron a organizarse para exigir mejores condiciones laborales, el derecho al voto y la igualdad de oportunidades. 

Actualmente, el 8M no solo es una jornada de celebración de los avances logrados, sino también un recordatorio de los desafíos pendientes en la lucha por la equidad de género, incluyendo la violencia contra las mujeres, la brecha salarial y la falta de acceso a oportunidades en diversas áreas.

Desafíos en la equidad de género

A pesar de los avances, los desafíos para alcanzar una verdadera equidad de género siguen presentes, especialmente en el ámbito educativo. 

“Uno de los principales desafíos es la desconstrucción de estereotipos y roles de género arraigados en nuestra sociedad, porque aún persisten barreras culturales y estructurales que limitan la participación plena de las mujeres en ciertos campos académicos y laborales”, señala Ágreda. Además, recalca la importancia de transversalizar la perspectiva de género en todos los niveles educativos para asegurar que la equidad sea una realidad tangible.

La colaboración entre el sector académico, empresarial y gubernamental es crucial para impulsar políticas que garanticen oportunidades equitativas para todos. La académica menciona que, por ejemplo, en la universidad que ella lidera (Unifranz) se han implementado políticas internas inclusivas y espacios de diálogo que fomentan una sociedad más equitativa.

El liderazgo femenino en tiempos de cambio

Xiomara Zambrana, directora nacional del IME, destaca la importancia del liderazgo femenino en un mundo en constante transformación. 

“Las mujeres del siglo XXI son creadoras del cambio. En las empresas, la política, la educación y la tecnología, su enfoque inclusivo y colaborativo potencia la inteligencia colectiva. En tiempos de crisis, han sido ellas quienes, con determinación y empatía, han generado respuestas más humanas y sostenibles”, afirma.

Sin embargo, las mujeres aún enfrentan barreras estructurales en un mundo descrito como VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). 

“El liderazgo debe evolucionar para responder con agilidad y visión estratégica a los desafíos emergentes. En contraposición, el concepto de ‘Universo RUPT’ (rápido, impredecible, paradójico y entrelazado) busca ser más optimista y supone un llamado a la acción para que las personas se adapten a los nuevos retos”, explica.

Las claves del liderazgo femenino

Para Zambrana, el liderazgo femenino aporta una visión transformadora, pero requiere entornos que promuevan la seguridad psicológica y el sentido de pertenencia. 

“Según estudios de Google, los equipos más exitosos no son los que tienen a los profesionales más brillantes, sino aquellos donde las personas se sienten seguras de expresar sus ideas sin miedo al juicio o la discriminación”, señala.

Asimismo, destaca que el liderazgo del siglo XXI no solo exige habilidades técnicas, sino un enfoque profundamente humano. 

“Mirarnos hacia adentro y comprender quiénes somos, qué valores nos mueven y qué paradigmas limitantes nos impiden avanzar es clave. Un liderazgo consciente es el primer paso para inspirar y promover una cultura organizacional basada en la colaboración y la innovación”, reflexiona.

Dentro de las competencias esenciales del liderazgo femenino, Zambrana destaca la capacidad de evaluar impactos futuros, tomar decisiones estratégicas, inspirar compromiso y comunicar con transparencia. Además, enfatiza la importancia de la flexibilidad, la creatividad y la innovación en un entorno altamente digitalizado. 

“Las líderes deben mantenerse actualizadas en su campo para aportar una visión global y tener un dominio tecnológico que maximice su potencial”, agrega.

El liderazgo femenino no es una moda, sino una necesidad imperante para el desarrollo social y económico. Crear condiciones que permitan a las mujeres liderar sin limitaciones no solo es una cuestión de equidad, sino una estrategia para construir un futuro más inclusivo y próspero.

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