La educación, de forma permanente, recurre a una variedad de métodos didácticos para lograr aprendizajes significativos en los estudiantes. Uno de ellos es el aprendizaje basado en retos.
Esta opción metodológica procura situar o confrontar a los estudiantes con problemáticas reales que requieren soluciones. Las mismas surgirán de su participación activa a través de la investigación, innovación, trabajo colaborativo y manejo de tecnología, no solo desde la perspectiva de una asignatura, sino desde una visión global con la aplicación de conocimientos, habilidades y actitudes o valores desarrollados en diversas asignaturas, los cuales son puestos en práctica para el logro de un resultado.
El docente de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Jaime Abasto Quisbert asegura que esta opción metodológica adquiere relevancia porque permite que el estudiante genere no solo conocimientos, sino también experiencia, un elemento exigido y muy valorado en el mercado laboral.
“La experiencia, conjuntamente con el desarrollo de valores, permite alcanzar dos resultados relevantes: una formación profesional completa que incluye conocimientos, experiencias y valores, así como un proceso educativo vivencial e integral para el estudiante”, indica.
El aprendizaje basado en retos contempla etapas necesarias, que se resumen en los siguientes:
1. El planteamiento del reto
2. Generación de ideas
3. Visión desde múltiples perspectivas
4. Investigación y revisión de información
5. Probar destrezas
6. Publicar la solución
Rol del docente en el aprendizaje basado en retos
El docente juega un rol colaborativo con el desarrollo del reto, no solo en su área de experticia, sino que también coordina y colabora con docentes del mismo nivel para que las sesiones sean dinámicas y eficientes.
Para Abasto, esta metodología hace que los estudiantes logren dar un sentido a toda la información que están adquiriendo y que al ser procesada se convierta en conocimiento.
“El docente tiene que motivar al estudiante incentivándole a continuar y encauzar sus esfuerzos cuando el proceso se pueda desviar, procurando, al mismo tiempo, respaldar con valores todas las acciones realizadas”, sostiene.
El académico explica que hay infinidad de formas creativas para la aplicación de la metodología de aprendizaje basado en retos. Por ejemplo, en un caso de resolución del problema del reciclaje de la basura, si bien en un principio el aprendizaje basado en problemas puede parecer la opción metodológica adecuada para la actividad, con el aprendizaje basado en retos también se da solución a un problema; sin embargo, esta solución incidirá directamente en el entorno generando un impacto positivo en el mismo.
En el ámbito de la educación superior, Abasto sugiere que cada carrera aporte en la solución del problema a partir del aprendizaje basado en retos y su área de formación: desde la parte legal (Derecho), la automatización del reciclaje (ingeniería), campañas publicitarias (Publicidad y Marketing), difusión e información (Periodismo), entre otras.
Esta opción metodológica, promueve las siguientes habilidades blandas:
● Pensamiento crítico. El estudiante desarrolla la capacidad de reflexionar acerca de las acciones que tomará, priorizando un adecuado resultado, dentro de un marco ético.
● Manejo de tecnología. Permite solucionar problemas y retos utilizando la tecnología que se encuentra a disposición, no convirtiéndola en el centro de su atención sino en una herramienta útil.
● Resiliencia. Como una capacidad de adaptabilidad, ya que el proceso formativo no es cerrado en sí.
● Trabajo en equipo. Los estudiantes comprenden y reflexionan que los resultados no se logran de manera individual.
Esta opción metodológica, según Abasto, permite lograr la formación integral de los estudiantes, cumpliendo la expectativa del mercado laboral que demanda profesionales capaces de enfrentar problemáticas con una perspectiva amplia desde el área de formación elegida y desde el aspecto social con profesionales con alto sentido de servicio.
Al mismo tiempo, el proceso de aprendizaje y enseñanza se convierte, en sí mismo, en una experiencia satisfactoria para el estudiante ya que se encuentra en proceso de constante descubrimiento.