Dos títulos, un solo futuro: la doble titulación para la globalización del saber
Por Leny Chuquimia
Hoy en día la competencia profesional se mide en escalas globales y cada vez más estudiantes buscan una ventaja diferencial. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor y hasta en más de un país. Ante ello, la doble titulación comienza a consolidarse como una de las apuestas académicas del siglo XXI.
“Optar por esta modalidad es dar un paso valiente, una apuesta por una formación con visión internacional y un futuro que trasciende fronteras”, señaló Eva Foronda, decana académica de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).
Aunque aún no es un fenómeno masivo, va en expansión. Su impacto empieza a sentirse en diferentes universidades en sintonía con una tendencia global que redefine la formación profesional y la actividad laboral.
Un fenómeno global que gana terreno
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más de 6,4 millones de estudiantes cursaban estudios superiores fuera de su país de origen en 2022, el doble que a inicios de los años 2000. En este contexto, los programas de doble titulación y títulos conjuntos se han convertido en una herramienta clave para la internacionalización universitaria.
“La posibilidad de tener dos carreras y dos títulos es lo llamativo. Lo curricular pesa mucho, en este caso tener un título en Administración de empresas y otro con Ingeniería Comercial es un complemento que puede impulsar mi carrera y mis posibilidades para ejercer”, señala Joel Ramos Paucara, estudiante de Ingeniería Comercial en Unifranz.
Para esta modalidad, Ramos realizó sus estudios en Bolivia, pero cursó -de forma virtual- varias materias en Colombia. Pero para concretar el programa, debe realizar ocho materias presenciales, por un semestre, en Colombia.
La UNESCO, en su informe Global Education Monitoring Report, destaca que los programas académicos con reconocimiento internacional aumentan la empleabilidad entre un 15% y un 25%, especialmente en áreas como ingeniería, negocios, tecnologías de la información y ciencias sociales.
“La educación superior ya no puede pensarse únicamente desde lo local”, señala el organismo. “La cooperación interuniversitaria es una respuesta directa a las demandas del mercado laboral global”.
¿Qué es exactamente la doble titulación?
La doble titulación, también conocida como dual degree o doble grado, es un esquema de educación superior que permite a un estudiante obtener dos títulos académicos a través de un solo proceso formativo, mediante acuerdos entre dos instituciones, por lo usual, de diferentes países. Al finalizar, el egresado recibe dos diplomas oficiales, uno de cada universidad participante, cada uno con validez en el sistema educativo correspondiente.
Este modelo se diferencia de otras figuras como los títulos conjuntos o los doble majors (doble especialización en el mismo campus), puesto que implica reconocimiento formal de cada institución y, por ende, una validación internacional más amplia.
No es un intercambio académico ni una simple homologación. Se trata de programas estructurados, con mallas curriculares compatibles, evaluaciones compartidas y, en muchos casos, periodos de movilidad internacional obligatoria o virtual.
Para muchas universidades, la doble titulación no es solo una ventaja académica, sino una herramienta de internacionalización, un concepto que va más allá de la movilidad estudiantil y que remarca la conexión entre sistemas educativos. Estos programas representan puentes entre culturas, lenguajes y perspectivas académicas, enriqueciendo no solo la formación técnica, sino también la visión global del estudiante.
Bolivia: entre la oportunidad y el desafío
En Bolivia, la doble titulación también avanza, en alianza con instituciones de América Latina y Europa. Convenios con universidades de Colombia, Argentina, Perú, España y Francia permiten que estudiantes bolivianos obtengan títulos reconocidos fuera del país sin necesidad de cursar dos carreras completas por separado.
Por ejemplo,Unifranz y la Universidad de Investigación y Desarrollo (UDI) de Colombia firmaron un convenio que permite a estudiantes de carreras como Ingeniería Comercial y Administración de Empresas obtener un título en cada país al culminar sus estudios. Esta alianza abre puertas no solo para ampliar el horizonte profesional dentro de Bolivia, sino también para conectar la formación con mercados laborales de la región.
“El estudiante que sale con un doble título puede trabajar en Colombia tranquilamente, no necesita nada más que presentar el título”, explica María Fernanda Ollé, coordinadora nacional de Movilidad Internacional de la Universidad Franz Tamayo.
El Ministerio de Educación, a través del Viceministerio de Educación Superior, reconoce que la internacionalización es uno de los ejes estratégicos del sistema universitario boliviano, aunque advierte que estos programas deben cumplir estrictamente la normativa nacional para garantizar su validez.
De acuerdo con datos oficiales del propio Ministerio (2023), menos del 5 % de los programas universitarios en Bolivia incluyen algún tipo de doble titulación o título conjunto, lo que evidencia tanto su carácter emergente como su potencial de crecimiento.
¿Por qué los estudiantes los buscan?
Las razones son claras y medibles. La primera es la posibilidad de una mayor inserción laboral. Estudios del European University Association indican que graduados con doble titulación acceden a su primer empleo hasta seis meses antes que el promedio.
Otro de los beneficios son los mejores ingresos iniciales. En América Latina, la consultora QS Higher Education estima que los egresados con experiencia académica internacional pueden percibir salarios iniciales hasta un 20 % superiores que el resto de sus pares.
Además de lo anterior, hay un reconocimiento internacional inmediato, clave para estudios de posgrado, migración profesional o trabajo en empresas multinacionales. A esto se suma el dominio de idiomas, adaptación cultural y redes académicas que trascienden fronteras.
No todo es ventaja: la otra cara del modelo
Pero no solo se trata de beneficios, con ellos vienen exigencias que con una buena guía pueden ser superadas. La carga académica suele ser superior, los procesos administrativos más complejos y, en algunos casos, los costos pueden incrementarse.
Un estudio publicado en el International Journal of Higher Education advierte que uno de los principales riesgos de estos programas es la desalineación curricular, que puede generar retrasos en la titulación si no existe una coordinación efectiva entre universidades.
En Bolivia, expertos en educación superior coinciden en que el desafío no es solo ampliar la oferta, sino asegurar calidad, transparencia y reconocimiento legal de los títulos otorgados.
Una apuesta estratégica para el país
Más allá de los beneficios individuales, la doble titulación plantea una pregunta de fondo, ¿puede Bolivia formar profesionales con estándares globales sin perder identidad local?. Unifranz trabaja en ello, buscando un modelo que forme estudiantes con gran identidad pero capaces de competir en lo global.
En un país donde miles de jóvenes buscan oportunidades fuera de sus fronteras, la posibilidad de acceder al mundo desde el aula podría marcar la diferencia entre emigrar por necesidad o competir por elección.
La doble titulación no es una promesa lejana. Es una realidad en construcción que interpela a universidades, autoridades y estudiantes. Un solo título ya no basta, tener dos puede ser más que un logro académico, puede ser una estrategia de vida.