Disgeusia, vivir sin poder saborear adecuadamente

Disgeusia, vivir sin poder saborear adecuadamente

Por Manuel Filomeno

Comer es un placer. Las texturas, los aromas, pero, sobre todo, los sabores nos pueden producir una felicidad infinita, pero qué pasa cuando nuestro cuerpo no puede reconocer esos sabores o peor, cuando inventa sabores que no están allí.

Sentir sabores salados, amargos, rancios o metálicos en todo lo que comemos, o una sensación de ardor que se extiende por toda la boca, así es la disgeusia, un trastorno en el que nuestro sentido del gusto es alterado por diversos factores.

En pasados días, la cantante Thalía, reveló a sus fans que padecía de este trastorno, el cual ha afectado su calidad de vida. “Estoy traumada. Me acaban de confirmar que tengo disgeusia. Es una alteración del gusto con un sabor constante a sal, a metal 24×7 y no puedo dejar de sentirlo”, manifestó la artista.

El sentido del gusto está regulado por una vía sensitiva nerviosa que lleva información al cerebro de las características de una sustancia en particular a través de las papilas gustativas de la lengua que, en conjunto con el sentido del olfato, nos ayudan a discernir los diferentes sabores.

Sin embargo, diversos factores pueden alterar la manera en la que nuestro sentido del gusto funciona.

“La disgeusia es un trastorno del gusto que se produce por afectación de la vía gustativa que tiene como resultado la distorsión sensitiva del gusto. En la disgeusia existe un trastorno que provoca que los alimentos sean percibidos con sabores distorsionados y muchas veces molestos”, explica el médico Yumiel Camejo, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Unifranz
De las pocas cosas que me ayudan es tomar agua con limón, es tomar cosas como vinagre

Esta afección no debe confundirse con la hipogeusia, que es otro trastorno que se presenta cuando las personas reducen su capacidad gustativa; ni tampoco con la ageusia, cuando una persona pierde el gusto por completo.

“Entre las causas más frecuentes se encuentran las enfermedades virales como el Covid-19, el uso de ciertos fármacos o deficiencias de vitaminas, alteraciones neurológicas, neoplasias, trastornos psiquiátricos, síndrome de Sjögren, envejecimiento, hábito de fumar, entre otros”, señala el médico.

Otras causas son infecciones orales, problemas dentales, deficiencias nutricionales, exposición a sustancias químicas, y condiciones médicas como diabetes, enfermedades renales, cirugías en el oído, nariz o garganta o lesiones en la cabeza.

“De las pocas cosas que me ayudan es tomar agua con limón, es tomar cosas como vinagre. Es comer cosas con mucha sal. Pero es raro porque el olfato está perfecto. O sea, puedo oler todo, cuando como todo me sabe, pero después de que dejé de comer tengo este sabor constante en la boca todo el tiempo″, manifestó Thalía a sus fans.

La cantante además admitió tener miedo y pidió ayuda a sus fans para poder entender mejor su situación. Dicen que pueden ser meses o tal vez años y no, así yo no juego, por favor díganme si tienen disgeusia porque quiero entender más”, concluyó Thalia.

¿Cómo se trata?

Camejo indica que es muy importante conocer la causa de la disgeusia para poder tratarla, ya que no hay un tratamiento directo para ella.

“Para el tratamiento es importante encontrar la causa que ha provocado la afección y tratarla, por lo tanto, dependerá de cada caso en particular; en el caso de infecciones virales o alergias que afectan a las vías respiratorias altas, síntomas desaparecerán una vez atenuada la infección o la inflamación”, señala.

Por otra parte, el docente universitario apunta que los cambios en el estilo de vida serán fundamentales como, por ejemplo, el hábito de fumar o el uso de ciertos medicamentos. En los trastornos de la salivación, como es el del síndrome de Sjögren, el uso de fármacos para estimular la salivación será de gran ayuda para estos pacientes.  

Hay casos en los que el trastorno del gusto se recupera de forma espontánea, sin ningún tratamiento o bien se recupera realizando cambios en los hábitos, explica Camejo.

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